La participación de Astrid y Carolina Pedraza Zambrano (ahora Escalona Zambrano), autodeclaradas ‘hijas’ de Rafael Escalona Martínez, en el homenaje que Colombiamoda, en Medellín, rindió al compositor patillalero previo a su centenario, desató una controversia por una carta enviada por los hijos biológicos del fallecido artista, radicados en Valledupar, a los organizadores del evento. Alegan que no existe ningún vínculo que las acredite como representantes del legado de su padre.
En conversación con EL PILÓN, Rafael Escalona Bolaños, uno de los hijos del juglar vallenato, desmintió que el tributo realizado la noche del jueves 31 de julio haya estado en riesgo por la advertencia enviada a Inexmoda, y aseguró que solicitaron la exclusión de las mujeres porque se hacen pasar públicamente como hijas del maestro de la composición cuando “no lo son, porque eso es un engaño”.
Lee también: Homenaje a Rafael Escalona en Colombiamoda desata polémica: hijas de crianza reaccionan a carta de hijos biológicos
“Nosotros no solicitamos que las excluyeran por ser Astrid y Carolina, sino porque se presentan o se hacen valer como hijas de Rafael Escalona cuando no lo son. Eso es un engaño al público, a Colombia, a la cultura y a todo el mundo. También es una ofensa para la familia, porque para nosotros no resulta de ninguna manera aceptable que una persona que no es nuestra hermana llegue a un evento y se presente como tal”, dijo Escalona Bolaños.
Disputa legal por los derechos de Escalona
La disputa se presenta en medio de un proceso de sucesión abierto tras la muerte de Escalona, en mayo de 2009, y de Luz María Zambrano, madre de Astrid y Carolina, a quien el compositor cedió los derechos legales de sus obras musicales mediante un contrato suscrito el 10 de octubre de 2007.
Sin embargo, tras el fallecimiento de Zambrano en 2015, las regalías comenzaron a ser cobradas por sus hijas, lo que llamó la atención de los hijos biológicos del compositor, quienes consideran que actuaron de forma “fraudulenta”.
“Dentro de la unión libre que tuvo mi papá con Luz María Zambrano se celebró un contrato de gestión de derechos de autor. Todo contrato en Colombia de gestión o administración se termina cuando mueren las partes. En este caso, los dos murieron. Ellas, después, de manera habilidosa, presentaron ese contrato ante Sayco sin haberlo registrado en la sucesión de su madre e hicieron que Sayco les pagara los valores de los derechos de autor durante un tiempo”, manifestó Escalona Bolaños.
Pero Sayco, respecto al contrato de gestión de derechos de autor, mediante la Resolución No. 14 del 31 de mayo de 2022, revocó el ingreso de Astrid y Carolina a la entidad, el cual se había dado de manera irregular, en virtud de que dicho contrato se tornó sin efecto tras el fallecimiento de Rafael Escalona y Luz María Zambrano. Esta situación fue advertida por Sayco a raíz de una solicitud presentada por los hijos de Escalona.
La decisión fue objeto de debate a través de una demanda presentada por Astrid y Carolina Escalona Zambrano ante el Juzgado 27 Civil del Circuito de Bogotá. El 6 de julio de 2024, el juez rechazó dicha demanda al considerar que no se aportaron los documentos requeridos para acreditar el vínculo de parentesco alegado en el proceso (registro civil que acredite el parentesco).
“Nosotros iniciamos el proceso de sucesión de nuestro padre Rafael Escalona y, después de un tiempo, ellas solicitaron hacerse parte de ese proceso. Presentan unos documentos de la sucesión que habían hecho de la mamá, Luz María, y en ninguna parte de la sucesión aparecía que habían heredado un contrato. Cuando se dan cuenta de que dentro del proceso que tuvieron con Sayco se les acreditó que no tenían parte, que ni siquiera tenían derecho a reclamar, fueron a la notaría y realizaron una figura jurídica que se llama adición a la sucesión de la madre Luz Marina”, sostuvo Escalona.
No dejes de leer: La batalla legal por las regalías de Rafael Escalona: ¿las estaban cobrando ilegalmente?
Actualmente, el caso está en conocimiento de la Fiscalía, ya que en el momento de la adición de la sucesión de Luz María Zambrano, bajo gravedad de juramento manifestaron “no tener conocimiento de otros interesados con igual o mejor derecho”, cuando ya habían intentado hacerse parte del proceso de sucesión de Rafael Escalona.
“Somos las titulares reales de los derechos”: Astrid Escalona
Por su parte, Astrid Carolina Escalona Zambrano defendió su postura y aseveró que, por ser las herederas de Luz María, tienen los derechos legales sobre las regalías de las obras musicales del maestro y su marca Rafael Escalona.
“Si alguien quiere hacer un evento con la marca Escalona, las únicas que pueden dar esa autorización somos Carolina y yo, porque somos las titulares reales del derecho. Ahora, que ellos no estén de acuerdo es otra cosa, y aquí lo importante es que haya claridad jurídica de que nosotras no estamos cometiendo ningún delito ni somos unas usurpadoras”, sostuvo Astrid Escalona.
Añadió: “Cuando nosotras cumplimos la mayoría de edad él quiso adoptarnos, pero no se pudo, y decidimos ir con él a la notaría para hacer el cambio del apellido. Pero hace mucho tiempo la Corte Constitucional determinó que los hijos de crianza tienen la misma legitimidad que los biológicos”.
Sin embargo, EL PILÓN pudo verificar en los respectivos registros civiles que el mero cambio de apellido fue realizado por Lilian Paola Pedraza Zambrano, de 29 años, al haber nacido el 27 de marzo de 1976; María Carolina Pedraza Zambrano, 27 años, nacida el 22 de mayo de 1978; y Astrid Clemencia Pedraza Zambrano, de 25 años, nacida el 10 de abril de 1980. Solo convivieron cinco años con Escalona, por lo que se cae de su propio peso la afirmación de que fueron criadas por él.
Es más, cuando comenzó la convivencia, la menor de las hermanas Pedraza, Astrid, ya tenía 18 años y era madre. Por eso les fue rechazada la demanda contra Sayco, al no poder demostrar el parentesco.
También pudo establecer EL PILÓN que no existe escritura pública alguna, como exige la ley para adopción, en la que voluntariamente el maestro Rafael Escalona Martínez haya adoptado como hijas a las entonces hermanas Pedraza; tampoco hay proceso de filiación legal ni sentencia judicial que las acredite como tales.
Un legado trascendental
Mientras la música de Rafael Escalona continúa siendo símbolo del folclor vallenato en Colombia y el mundo, su herencia legal y familiar sigue envuelta en controversia mediática. El proceso judicial, aún en curso, será determinante para definir quiénes podrán representar de manera legítima su obra, su marca y el legado que construyó durante décadas.
Por ahora, tanto los hijos biológicos como Astrid y Carolina Pedraza Zambrano (ahora Escalona Zambrano) sostienen posturas irreconciliables en torno a la autenticidad de los vínculos familiares y los derechos sobre las regalías. Mientras tanto, la justicia avanza para establecer claridad jurídica sobre uno de los patrimonios musicales más importantes del país. Y mientras se usa una maniobra de apariencia legal y activas relaciones públicas para desconocer a los verdaderos hijos del maestro, estos afirman con seguridad, parafraseando su canción ‘El hambre del liceo’, que esta vez “no escribió abajo Rafael”.
Por: Unidad Investigativa EL PILÓN.











