En el 2019, Robinson Manosalva Saldaña dio la sorpresa y venció a los tradicionales del municipio, sin embargo, la pandemia y la inexperiencia en administración han causado ‘descontento’ en el municipio del sur del Cesar.
En materia electoral, Aguachica es un caso de estudio en el Cesar. Mientras en el departamento, poco o nulas son las sorpresas en campaña, en el pueblo ‘morrocoyero’ los caudales de dinero y las maquinarias burocráticas no garantizan el éxito.
Caso del 2015, cuando con menos maquinaria, el candidato a la Gobernación del Cesar, Arturo Calderón, logró 21.068 votos frente a los 17.509 de Franco Ovalle, quien tenía a todas las administraciones haciéndole campaña.
Y el último y mejor ejemplo es la campaña a la Alcaldía de Aguachica en el 2019. Con las familias tradicionales y varones electorales apoyando a candidatos como Manuel Rangel (apoyado por la casa Gnecco y los De la Peña) o Wilfred Torres (apoyado por Víctor Roqueme), obtuvo la victoria el candidato alternativo del Polo Democrático, Robinson Manosalva Saldaña, quien llegó al poder con un discurso antisistema y en contra de la corrupción.
IMPOPULARIDAD
Sin embargo, la pandemia y las dificultades comunes de toda administración tienen al alcalde Robinson Manosalva Saldaña, conocido popularmente como ‘El Chivo’, atravesando un momento de impopularidad.
EL PILÓN consultó fuentes políticas del municipio y el sentir general concluye en que el descontento, que incluso llevó a que un grupo de ciudadanos iniciara una revocatoria, nació porque poco ha cambiado la situación del agua y que al igual que la mayoría de alcaldes del departamento no tiene inversiones significativas que mostrar.
“No ha sido fácil para ningún mandatario del país. Conozco de sus buenas relaciones con el gobernador del Cesar, y han anunciado obras, pero algunas no se han iniciado, entonces es poco lo que hay por mostrar”, dijo una fuente a EL PILÓN.
“El tema bandera de Robinson (Manosalva) era el agua. Él antes de campaña se bañaba en la quebrada diciendo que en Aguachica sí había agua, pero que los corruptos se robaban el dinero. Dos años de su administración y a veces demoramos 30 días sin agua. Las inversiones que ha mostrado son pañitos de agua tibia”, señaló un exfuncionario público del municipio que prefirió reserva.
PERSONALIDAD
El otro problema, que en campaña le sumó votos, es la naturalidad con la que actúa el mandatario. Caracterizado por no ser correctamente político, ha comprado discusiones innecesarias durante su mandato.
“Él poco se deja hablar, ni de los asesores. Es difícil, es él, muy natural, y a veces es necesario ser pragmático, no pelear con todos. Los medios han cubierto las peleas y discusiones groseras con algunos concejales, cosas inaceptables en un mandatario”, señaló un excandidato del municipio. Dichas peleas, por supuesto, representan un desgaste innecesario.
“Él llegó con el discurso de arrodillar a la clase politiquera, atacando a la casa Gnecco y ahora son aliados. Decía que no iba a recoger las motos (cama baja), pero es deber institucional del mandatario aplicar el orden. Lo está afectando su propio discurso”, argumentó un concejal del municipio.
EL ALCALDE SOCIAL
Campesino y líder antes que alcalde, Manosalva Saldaña ha trabajado con el eslogan del alcalde social. Alejado de los sacos y las camisas, su imagen, vestido de suéter y descomplicado, no ha cambiado con su llegada a la Alcaldía.
Incluso, el mandatario ha centrado algunas inversiones, con el apoyo del gobierno departamental, en las vías rurales. “Él llega a muchas zonas rurales donde antes no ponía el pie un alcalde, y debe hacerlo porque en la zona rural tuvo un apoyo significativo”, señaló una persona cercana al mandatario.
LA REVOCATORIA
Al igual que en otros 4 municipios del departamento, en Aguachica iniciaron un proceso de revocatoria en contra del alcalde. A diferencia de los otros casos, en el sur sí lograron que la Registraduría Nacional del Estado Civil avalara las firmas.
Ahora, el comité ‘Por una Aguachica democrática, participativa y sin nepotismo’ espera que la Gobernación del Cesar, mediante decreto, expida la fecha para la realización de la consulta. No obstante, desde el comité no están esperanzados por la cercanía entre la casa departamental y el alcalde.
Incluso, en el municipio corre el rumor que desde la administración le harán campaña a José Eliécer Salazar, congresista que quiere repetir curul en la Cámara de Representantes bajo el padrinazgo de Cielo Gnecco, primera dama del departamento.
Pero esa ‘cercanía’ política no sería el único enemigo de la revocatoria. En su contra también está el tiempo. Y es que según pudo saber EL PILÓN, los sectores políticos están más preocupados por la campaña del 2023 que por una revocatoria que, de ganarla, podría significar gobernar solo un año.
Por su lado, el secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, señaló que están a la espera de la notificación de la Registraduría Nacional. Una vez sean notificados, el gobierno departamental tiene 5 días para determinar la fecha de la elección atípica.
LAS REVOCATORIAS, ¿TENDENCIA?
Lo que se vive en Aguachica no es algo exclusivo de esta zona del país, debido a que varios mandatarios soportan en la actualidad similares procesos.
Es el caso del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, cuyo trámite es el que más adelantado se encuentra y más polémica ha causado, así como los de Cali, Jorge Iván Ospina; Cartagena, William Dau; Bogotá, Claudia López, y Cúcuta, Jairo Tomás Yáñez, entre otros.
La revocatoria de mandato es un derecho político que los ciudadanos pueden impulsar para dar por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde.
Está contemplado en la Ley 134 de 1994, que regula los mecanismos de participación ciudadana, para ejercer el control y garantizar la eficacia en los actos del Estado.
No obstante, el proceso de revocatoria de mandato no es tarea fácil y prueba de ello es que desde la vigencia de la ley en 1994, solo uno ha prosperado. Fue el que se lideró en el municipio de Tasco, Boyacá, y que finalizó el 29 de julio del 2018, cuando 1.609 habitantes votaron a favor de revocarle el mandato a su alcalde, Nelson Javier García Castellanos.
El instrumento solo aplica para gobernadores y alcaldes, no para otros funcionarios de elección popular como presidente de la República o congresistas, y fue diseñado para defender el voto de los ciudadanos.
Por Redacción EL PILÓN
En el 2019, Robinson Manosalva Saldaña dio la sorpresa y venció a los tradicionales del municipio, sin embargo, la pandemia y la inexperiencia en administración han causado ‘descontento’ en el municipio del sur del Cesar.
En materia electoral, Aguachica es un caso de estudio en el Cesar. Mientras en el departamento, poco o nulas son las sorpresas en campaña, en el pueblo ‘morrocoyero’ los caudales de dinero y las maquinarias burocráticas no garantizan el éxito.
Caso del 2015, cuando con menos maquinaria, el candidato a la Gobernación del Cesar, Arturo Calderón, logró 21.068 votos frente a los 17.509 de Franco Ovalle, quien tenía a todas las administraciones haciéndole campaña.
Y el último y mejor ejemplo es la campaña a la Alcaldía de Aguachica en el 2019. Con las familias tradicionales y varones electorales apoyando a candidatos como Manuel Rangel (apoyado por la casa Gnecco y los De la Peña) o Wilfred Torres (apoyado por Víctor Roqueme), obtuvo la victoria el candidato alternativo del Polo Democrático, Robinson Manosalva Saldaña, quien llegó al poder con un discurso antisistema y en contra de la corrupción.
IMPOPULARIDAD
Sin embargo, la pandemia y las dificultades comunes de toda administración tienen al alcalde Robinson Manosalva Saldaña, conocido popularmente como ‘El Chivo’, atravesando un momento de impopularidad.
EL PILÓN consultó fuentes políticas del municipio y el sentir general concluye en que el descontento, que incluso llevó a que un grupo de ciudadanos iniciara una revocatoria, nació porque poco ha cambiado la situación del agua y que al igual que la mayoría de alcaldes del departamento no tiene inversiones significativas que mostrar.
“No ha sido fácil para ningún mandatario del país. Conozco de sus buenas relaciones con el gobernador del Cesar, y han anunciado obras, pero algunas no se han iniciado, entonces es poco lo que hay por mostrar”, dijo una fuente a EL PILÓN.
“El tema bandera de Robinson (Manosalva) era el agua. Él antes de campaña se bañaba en la quebrada diciendo que en Aguachica sí había agua, pero que los corruptos se robaban el dinero. Dos años de su administración y a veces demoramos 30 días sin agua. Las inversiones que ha mostrado son pañitos de agua tibia”, señaló un exfuncionario público del municipio que prefirió reserva.
PERSONALIDAD
El otro problema, que en campaña le sumó votos, es la naturalidad con la que actúa el mandatario. Caracterizado por no ser correctamente político, ha comprado discusiones innecesarias durante su mandato.
“Él poco se deja hablar, ni de los asesores. Es difícil, es él, muy natural, y a veces es necesario ser pragmático, no pelear con todos. Los medios han cubierto las peleas y discusiones groseras con algunos concejales, cosas inaceptables en un mandatario”, señaló un excandidato del municipio. Dichas peleas, por supuesto, representan un desgaste innecesario.
“Él llegó con el discurso de arrodillar a la clase politiquera, atacando a la casa Gnecco y ahora son aliados. Decía que no iba a recoger las motos (cama baja), pero es deber institucional del mandatario aplicar el orden. Lo está afectando su propio discurso”, argumentó un concejal del municipio.
EL ALCALDE SOCIAL
Campesino y líder antes que alcalde, Manosalva Saldaña ha trabajado con el eslogan del alcalde social. Alejado de los sacos y las camisas, su imagen, vestido de suéter y descomplicado, no ha cambiado con su llegada a la Alcaldía.
Incluso, el mandatario ha centrado algunas inversiones, con el apoyo del gobierno departamental, en las vías rurales. “Él llega a muchas zonas rurales donde antes no ponía el pie un alcalde, y debe hacerlo porque en la zona rural tuvo un apoyo significativo”, señaló una persona cercana al mandatario.
LA REVOCATORIA
Al igual que en otros 4 municipios del departamento, en Aguachica iniciaron un proceso de revocatoria en contra del alcalde. A diferencia de los otros casos, en el sur sí lograron que la Registraduría Nacional del Estado Civil avalara las firmas.
Ahora, el comité ‘Por una Aguachica democrática, participativa y sin nepotismo’ espera que la Gobernación del Cesar, mediante decreto, expida la fecha para la realización de la consulta. No obstante, desde el comité no están esperanzados por la cercanía entre la casa departamental y el alcalde.
Incluso, en el municipio corre el rumor que desde la administración le harán campaña a José Eliécer Salazar, congresista que quiere repetir curul en la Cámara de Representantes bajo el padrinazgo de Cielo Gnecco, primera dama del departamento.
Pero esa ‘cercanía’ política no sería el único enemigo de la revocatoria. En su contra también está el tiempo. Y es que según pudo saber EL PILÓN, los sectores políticos están más preocupados por la campaña del 2023 que por una revocatoria que, de ganarla, podría significar gobernar solo un año.
Por su lado, el secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, señaló que están a la espera de la notificación de la Registraduría Nacional. Una vez sean notificados, el gobierno departamental tiene 5 días para determinar la fecha de la elección atípica.
LAS REVOCATORIAS, ¿TENDENCIA?
Lo que se vive en Aguachica no es algo exclusivo de esta zona del país, debido a que varios mandatarios soportan en la actualidad similares procesos.
Es el caso del alcalde de Medellín, Daniel Quintero, cuyo trámite es el que más adelantado se encuentra y más polémica ha causado, así como los de Cali, Jorge Iván Ospina; Cartagena, William Dau; Bogotá, Claudia López, y Cúcuta, Jairo Tomás Yáñez, entre otros.
La revocatoria de mandato es un derecho político que los ciudadanos pueden impulsar para dar por terminado el mandato que le han conferido a un gobernador o a un alcalde.
Está contemplado en la Ley 134 de 1994, que regula los mecanismos de participación ciudadana, para ejercer el control y garantizar la eficacia en los actos del Estado.
No obstante, el proceso de revocatoria de mandato no es tarea fácil y prueba de ello es que desde la vigencia de la ley en 1994, solo uno ha prosperado. Fue el que se lideró en el municipio de Tasco, Boyacá, y que finalizó el 29 de julio del 2018, cuando 1.609 habitantes votaron a favor de revocarle el mandato a su alcalde, Nelson Javier García Castellanos.
El instrumento solo aplica para gobernadores y alcaldes, no para otros funcionarios de elección popular como presidente de la República o congresistas, y fue diseñado para defender el voto de los ciudadanos.
Por Redacción EL PILÓN