En enero de 2022, se registró la intervención forzosa por parte de la Superintendencia Nacional de Salud ante la crisis del hospital.
Este viernes, el agente especial interventor del Hospital Rosario Pumarejo de López, Duver Dicson Vargas, realizó una rendición de cuentas. En el evento, el funcionario presentó avances como la recuperación de la infraestructura, fortalecimiento de la UCI adulto, neonatal y pediátrica, aumento de facturación, entre otros.
En enero de 2022, se registró la intervención forzosa por parte de la Superintendencia Nacional de Salud ante la crisis del hospital. Según el agente especial interventor, el centro asistencial ahora cuenta con 245 camas, un aumento del 24 %. Antes de la intervención contaban con 196. Por su lado, la Unidad de Cuidados Intensivos aumentó en un 100 % al pasar de 7 a 14 camas.
Vargas Rojas explicó que uno de los primeros objetivos trazados por el equipo interventor fue estabilizar los pagos de los trabajadores: “Por eso no solo nos enfocamos en el pago puntual, sino que también se cambió la modalidad de contratación”.
El interventor mostró cifras positivas como el aumento de un 35,43 % en la facturación, que pasó de $43.185 millones a $58.486 millones en diciembre del año anterior. Explicó también que las cuentas por cobrar tuvieron una disminución de 19,54 %.
Sin embargo, también hay cifras negativas. Vargas Rojas dijo que dentro de los retos inmediatos se encuentran avanzar en el proceso de estabilización de la operación corriente, así como el pago de la deuda a trabajadores de vigencias anteriores por $18.701 millones y fortalecer la contratación de servicios con las EPS.
“El principal reto es poner en funcionamiento el servicio de urgencias, que viene con 80 camillas. Va a ser una de las urgencias más grandes de este país. El segundo reto es la consecución de los recursos para pagar la deuda a los trabajadores, que son alrededor de los 18 mil millones de pesos”, mencionó Vargas Rojas.
El otro desafío son las pérdidas. Aunque disminuyeron frente al 2021, durante el 2022, el Hospital Rosario Pumarejo registró una pérdida acumulada de $26.087 millones. En comparación con la vigencia 2021, que ascendió a $81.136 millones, presentó una disminución equivalente a un 67,8 %.
Por Redacción EL PILÓN
En enero de 2022, se registró la intervención forzosa por parte de la Superintendencia Nacional de Salud ante la crisis del hospital.
Este viernes, el agente especial interventor del Hospital Rosario Pumarejo de López, Duver Dicson Vargas, realizó una rendición de cuentas. En el evento, el funcionario presentó avances como la recuperación de la infraestructura, fortalecimiento de la UCI adulto, neonatal y pediátrica, aumento de facturación, entre otros.
En enero de 2022, se registró la intervención forzosa por parte de la Superintendencia Nacional de Salud ante la crisis del hospital. Según el agente especial interventor, el centro asistencial ahora cuenta con 245 camas, un aumento del 24 %. Antes de la intervención contaban con 196. Por su lado, la Unidad de Cuidados Intensivos aumentó en un 100 % al pasar de 7 a 14 camas.
Vargas Rojas explicó que uno de los primeros objetivos trazados por el equipo interventor fue estabilizar los pagos de los trabajadores: “Por eso no solo nos enfocamos en el pago puntual, sino que también se cambió la modalidad de contratación”.
El interventor mostró cifras positivas como el aumento de un 35,43 % en la facturación, que pasó de $43.185 millones a $58.486 millones en diciembre del año anterior. Explicó también que las cuentas por cobrar tuvieron una disminución de 19,54 %.
Sin embargo, también hay cifras negativas. Vargas Rojas dijo que dentro de los retos inmediatos se encuentran avanzar en el proceso de estabilización de la operación corriente, así como el pago de la deuda a trabajadores de vigencias anteriores por $18.701 millones y fortalecer la contratación de servicios con las EPS.
“El principal reto es poner en funcionamiento el servicio de urgencias, que viene con 80 camillas. Va a ser una de las urgencias más grandes de este país. El segundo reto es la consecución de los recursos para pagar la deuda a los trabajadores, que son alrededor de los 18 mil millones de pesos”, mencionó Vargas Rojas.
El otro desafío son las pérdidas. Aunque disminuyeron frente al 2021, durante el 2022, el Hospital Rosario Pumarejo registró una pérdida acumulada de $26.087 millones. En comparación con la vigencia 2021, que ascendió a $81.136 millones, presentó una disminución equivalente a un 67,8 %.
Por Redacción EL PILÓN