Tras hacer un recorrido por la época de la colonia, y los siglos venideros, Meisel habló sobre los desafíos que persisten en la región. Contó que la repartición de la tierra ya no es el principal desafío.
El investigador y académico Adolfo Meisel Roca, PhD en Economía y rector de la Universidad del Norte, presentó la nueva edición de su libro ‘¿Por qué la Costa perdió el siglo XX?’ en la Feria del Libro de Valledupar. En un diálogo con Juan Carlos Quintero, director de EL PILÓN, compartió su visión sobre el pasado, presente y futuro de la región Caribe.
Tras hacer un recorrido por la época de la colonia, y los siglos venideros, Meisel habló sobre los desafíos que persisten en la región. Contó que la repartición de la tierra ya no es el principal desafío.
“En el pasado, la tenencia de la tierra era el mayor problema, pero actualmente el sector agropecuario solo aporta el 9 % al PIB nacional. La verdad es que la mayoría de los colombianos vivimos de nuestro capital humano. El 99 % vivimos de nuestro capital humano. En el siglo XVIII era igual saber leer o no para sembrar yuca, pero hoy necesitamos del capital humano para ganar bien. La diferencia entre los colombianos que ganan mucho y los que ganan poco es el nivel de capital humano”, afirmó Meisel, quien ha liderado proyectos para reducir brechas sociales en el Caribe.
Meisel reconoció que esa brecha en la formación del capital humano en la región Caribe nace en la desigualdad que hay en el acceso a formación académica.
“La inteligencia está repartida democráticamente, pero lo que no está bien repartido son las oportunidades desde el primer día. Entonces hay una diferencia en Saber 11 enorme. Sabemos que si un muchacho nace en El Banco, Magdalena, es probable que saque un resultado debajo al promedio porque la calidad de su educación no es comparable con Bogotá. Pero en Bogotá también hay profundas desigualdades: una cosa son los colegios élites y otra los colegios en los barrios marginales”, agregó Meisel.
Por eso sentenció: “Si queremos mejorar la distribución del ingreso en Colombia, sin desconocer la necesaria reforma agraria, debemos repartir las oportunidades en acceso a la educación. Ese debate no lo estamos haciendo”.
Durante la conversación, Adolfo Meisel relató que Colombia ya está sintiendo los impactos de la transición demográfica, por eso cada vez nacen menos niños. Según el economista, ignorando los retos que esto implica, menos estudiantes abren la posibilidad de que, con el mismo dinero, se dediquen más recursos al mejoramiento de la calidad.
“La mayoría de los estudiantes del Caribe están en una sola jornada. Los que están en segunda jornada les va peor que a los de primera jornada. Deberían estar todo el día en el colegio, no solo estudiando, sino practicando deporte y actividades artísticas”, comentó el economista.
Enseguida contó una anécdota. “Hace años estaba haciendo una investigación sobre la pobreza en Santa Marta. No fui a la biblioteca, sino a los baños de los colegios. Siempre he pensado que los baños determinan la calidad del colegio. Si el colegio tiene un baño malo, ese colegio es malo, allí no hay buena asignación de recursos. En todas las pruebas de Estado, en la región Caribe estamos en los peores resultados. Allí falla la dirigencia, porque la dirigencia no piensa en elevar nuestro capital humano o erradicar la pobreza”, concluyó.
Por Deivis Caro
Tras hacer un recorrido por la época de la colonia, y los siglos venideros, Meisel habló sobre los desafíos que persisten en la región. Contó que la repartición de la tierra ya no es el principal desafío.
El investigador y académico Adolfo Meisel Roca, PhD en Economía y rector de la Universidad del Norte, presentó la nueva edición de su libro ‘¿Por qué la Costa perdió el siglo XX?’ en la Feria del Libro de Valledupar. En un diálogo con Juan Carlos Quintero, director de EL PILÓN, compartió su visión sobre el pasado, presente y futuro de la región Caribe.
Tras hacer un recorrido por la época de la colonia, y los siglos venideros, Meisel habló sobre los desafíos que persisten en la región. Contó que la repartición de la tierra ya no es el principal desafío.
“En el pasado, la tenencia de la tierra era el mayor problema, pero actualmente el sector agropecuario solo aporta el 9 % al PIB nacional. La verdad es que la mayoría de los colombianos vivimos de nuestro capital humano. El 99 % vivimos de nuestro capital humano. En el siglo XVIII era igual saber leer o no para sembrar yuca, pero hoy necesitamos del capital humano para ganar bien. La diferencia entre los colombianos que ganan mucho y los que ganan poco es el nivel de capital humano”, afirmó Meisel, quien ha liderado proyectos para reducir brechas sociales en el Caribe.
Meisel reconoció que esa brecha en la formación del capital humano en la región Caribe nace en la desigualdad que hay en el acceso a formación académica.
“La inteligencia está repartida democráticamente, pero lo que no está bien repartido son las oportunidades desde el primer día. Entonces hay una diferencia en Saber 11 enorme. Sabemos que si un muchacho nace en El Banco, Magdalena, es probable que saque un resultado debajo al promedio porque la calidad de su educación no es comparable con Bogotá. Pero en Bogotá también hay profundas desigualdades: una cosa son los colegios élites y otra los colegios en los barrios marginales”, agregó Meisel.
Por eso sentenció: “Si queremos mejorar la distribución del ingreso en Colombia, sin desconocer la necesaria reforma agraria, debemos repartir las oportunidades en acceso a la educación. Ese debate no lo estamos haciendo”.
Durante la conversación, Adolfo Meisel relató que Colombia ya está sintiendo los impactos de la transición demográfica, por eso cada vez nacen menos niños. Según el economista, ignorando los retos que esto implica, menos estudiantes abren la posibilidad de que, con el mismo dinero, se dediquen más recursos al mejoramiento de la calidad.
“La mayoría de los estudiantes del Caribe están en una sola jornada. Los que están en segunda jornada les va peor que a los de primera jornada. Deberían estar todo el día en el colegio, no solo estudiando, sino practicando deporte y actividades artísticas”, comentó el economista.
Enseguida contó una anécdota. “Hace años estaba haciendo una investigación sobre la pobreza en Santa Marta. No fui a la biblioteca, sino a los baños de los colegios. Siempre he pensado que los baños determinan la calidad del colegio. Si el colegio tiene un baño malo, ese colegio es malo, allí no hay buena asignación de recursos. En todas las pruebas de Estado, en la región Caribe estamos en los peores resultados. Allí falla la dirigencia, porque la dirigencia no piensa en elevar nuestro capital humano o erradicar la pobreza”, concluyó.
Por Deivis Caro