Angustia e incertidumbre viven los familiares de Affeth Yesid Coronado Mendoza, un joven vallenato de 28 años que viajó como militar regular a Ucrania hace poco más de un mes. Desde entonces, su rastro se ha vuelto difuso y la única noticia que llegó a su hogar en el barrio Villa del Rosario fue devastadora: habría resultado gravemente herido —o incluso muerto— tras la explosión de una granada durante un enfrentamiento.
Coronado salió de Bogotá el 22 de septiembre y llegó a territorio ucraniano el 30 del mismo mes. Según su familia, el enfrentamiento en el que participaba inició el 7 de noviembre y cuatro días después, el 11, ocurrió el bombardeo donde, presuntamente, él habría sido impactado.
La alerta llegó a través de un compañero de combate, quien contactó a la hermana del joven. Su tía, Lina Coronado, relató conmovida que Affeth buscaba una vida mejor.
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“Él quería salir adelante, ayudar a su mamá y a su hermanita, pero aquí en Colombia no se le dieron oportunidades. Trabajaba como pintor, estudiaba, era un muchacho aplicado. Después se fue a Medellín, trabajó en el aeropuerto, se le acabó el contrato y de ahí terminó en Bogotá. Un día llamó a su mamá y le dijo que estaba en Ucrania”, expresó.
“Pedimos apoyo al Gobierno”
La familia no ha recibido confirmación oficial del presunto fallecimiento y, por ello, mantiene la esperanza. “Nos dijeron que una granada cayó donde él estaba, pero no hemos visto el cuerpo ni tenemos constancia. Solo lo que dijo ese compañero, que lo vio caer. Estamos consternados”, añadió la tía.
Uno de sus amigos más cercanos, Jesús Ríos, adelanta trámites ante las autoridades para intentar obtener información formal. Explica que el proceso es complejo debido a la falta de canales claros entre Colombia y Ucrania.
“Estoy diligenciando en la Defensoría del Pueblo para que nos orienten. Nos dijeron que el primer paso es comunicarse con la embajada, pero es difícil porque muchos familiares de personas que están allá no tienen a quién acudir. Solo un 20% de probabilidades nos dieron de recuperar el cuerpo si realmente falleció, por lo complicado del conflicto y del rescate”, señaló.
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Ríos agregó que las condiciones en el frente de combate eran extremas. “Nos dijeron que desde que entró a combate no comió ni tomó agua, por lo fuerte de la zona donde estaba”.
La familia pide apoyo del Gobierno y de las autoridades competentes para recibir información concreta y, en caso de ser necesario, gestionar la repatriación del cuerpo o, si existe alguna posibilidad, traerlo de regreso con vida.
