Un año y cinco meses después de haber salido de la cárcel judicial de Valledupar, el ‘fantasma’ de la prisión se cierne nuevamente sobre el exgobernador del Cesar, Hernando Molina Araújo, a quien un fiscal de derechos humanos le emitió una ordenó la captura, por su presunta responsabilidad en el asesinato del indígena Kankuamo Óscar Enrique Montero Arias,  en hechos ocurridos el 15 de abril de 2004.

El 26 de noviembre de 2010, Molina Araujo quedó libre por haber cumplido las tres quintas partes de la condena de siete años, que le fue impuesta por la Corte Suprema de Justicia por presuntos vínculos con el exjefe del bloque norte de las AUC, Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’.

La situación jurídica del exmandatario cesarense, se volvió a complicar en vísperas de la 45 versión del Festival de la Leyenda Vallenata, uno de los eventos culturales más importantes del país, organizado por los hermanos Molina Araujo, quienes  también están en el ‘ojo del huracán’ por un fallo judicial que les ordena devolver a Valledupar el parque donde año tras año se realiza la máxima fiesta de acordeones.

La orden de captura contra Molina Araujo se veía venir desde el pasado 21 de septiembre, cuando un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario lo escuchó en indagatoria por la muerte de Óscar Enrique Montero Arias.

A su salida de esa diligencia desarrollada en las instalaciones de la Fiscalía, en el tercer piso del Palacio de Justicia de Valledupar, Molina Araujo al ser abordado  por los medios de comunicación no dio detalles de su entrevista al ente acusador y mostró una relativa tranquilidad.

“Estoy tranquilo, bajo la presencia de Dios y esperando que todo salga bien”, expresó en ese entonces.

Al ser consultado por EL PILÓN ni el comandante de la Policía Cesar, coronel Juan Pablo Guerrero ni el director seccional del CTI de la Fiscalía conocían de forma oficial sobre una orden de arresto contra Hernando Molina Araujo, quien en los próximos días voluntariamente estaría dándole la cara a la justicia.

Las acusaciones

Según declaraciones de los desmovilizados Omar David Celedón Cuadrado, alias ‘Cocoliso’ y John Jairo Hernández Sánchez, alias  ‘Daniel Centella’, la muerte del indígena Kankuamo fue acordada en una reunión que se llevó a cabo en la vereda El Mamón, jurisdicción del corregimiento de La Mesa, al norte de Valledupar. Allí ‘Daniel Centella’ y otros paramilitares se habrían encontrado con el desaparecido comandante David Hernández Rojas, alias ‘39’ quien estaba acompañado de Hernando Molina Araujo y supuestamente recibieron instrucciones para asesinar a Óscar Montero Arias por ser un supuesto colaborador  de la guerrilla.

Pero las acusaciones contra el exgobernador no pararon allí, el ‘expara’ Jhon Jairo Esquivel, alias ‘El Tigre’, aseguró en los estrados judiciales que Molina Araujo sería el mismo ‘comandante 35? y lo implica en dos masacres contra la comunidad indígena en el sector norte de la Sierra Nevada de Santa Marta.

Los hechos

El asesinato del profesor indígena Óscar Montero Arias,  fue perpetrado el 15 de abril de 2004, cuando iba de pasajero en un camión transportador de leche y hombres encapuchados lo interceptaron en el sitio conocido como ‘El Callao’, ubicado en la vía que de Valledupar conduce al corregimiento Valencia de Jesús; lo bajaron del vehículo y tras confirmar su identidad, el sujeto conocido como ‘El Manon’ le propinó varios impactos de bala.

Testigos del crimen reconocieron a uno de los encapuchados que se desplazaba por la zona en una motocicleta de alto cilindraje, era alias ‘Daniel Centella’.

Condenados por este caso

A 32 años y cinco meses de prisión fue condenado el exparamilitar del frente ‘Mártires del Cesar’, Manuel Rafael Meriño, alias ‘El Manon’ como autor material del homicidio de Oscar Enrique Montero Arias.  La sentencia fue emitida el pasado 14 de marzo por el Juzgado Penal del Circuito de Descongestión Adjunto de Valledupar, en el proceso contra alias ‘El Manon’ por los delitos de homicidio en persona protegida y concierto para delinquir.

John Jairo Hernández Sánchez, alias  ‘Daniel Centella’, fue condenado a 32 años y seis meses de prisión por el mismo crimen.