'Pirulo', como es conocido por sus allegados ha logrado ser un peleador reconocido y tenido en cuenta por la selección Colombia.
El actual medallista de oro en boxeo de los Juegos Nacionales, el vallenato Hernán Alarcón, no ha tenido un camino fácil. Antes de alcanzar el éxito sufrió y superó las adversidades.
En ese camino a la gloria deportiva Hernán Alarcón fue albañil y repartidor de domicilios. Cuando empezó su carrera profesional tuvo que ganar la pelea contra el rechazo: a algunos delegados de la Liga de Boyacá no les agradó la idea de que un foráneo representara a un departamento acostumbrado a ganar con sus propios deportistas. Con talento y disciplina Alarcón puso la balanza a su favor convirtiéndose en un deportista apreciado.
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En la actualidad se encuentra superando una lesión de rodilla, pero recuerda sus comienzos y el apoyo de su padre, persona que se convirtió en su mentor al enseñarle los primeros conocimientos que el campeón nacional aplicaría más adelante.
“Mi carrera comenzó a los cinco años practicando con mi papá (Óscar Alarcón Rojas) y mis hermanos, entrenábamos en la calle y la gente nos trataba de locos pero nunca le prestamos atención a esos comentarios”, señaló el pegador.
El talento y la técnica de sus puños pronto lo llevarían a ser parte de la selección de Boxeo del Cesar logrando así coronarse siete veces en eventos nacionales, sin embargo “la falta de apoyo” marcó su partida.
“Tuve que dejar la liga del Cesar porque estaba cerca de cumplir la mayoría de edad y no tenía apoyo económico, en ese entonces tenía a mi esposa en estado de embarazo, aun así seguía entrenando hasta que tuve que tomar la decisión de retirarme y ponerme a trabajar”, recordó.
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Hernán Alarcón tuvo que dedicarse a la construcción (albañilería) para poder llevar un plato de comida a la mesa de su familia y, aunque no tenía otra opción, eso no era lo que quería el deportista para su vida.
Una llamada telefónica cambiaría el rumbo de Alarcón. El entrenador de la selección Colombia de boxeo, el cubano Rafael Iznaga, le brindó un voto de confianza y lo llevó a firmar un contrato con la OMB (Organización Mundial de Boxeo). Una vez firmó con la franquicia, el cesarense disputó múltiples peleas en Marruecos y México, para posteriormente volver a Colombia.
Combatir en diferentes partes del mundo le abrió puertas y Alarcón fue contactado por Roberto Iznaga (hermano de Rafael Iznaga) quien le ofreció ser parte de la liga boyacense de boxeo.
“Mi llegada a Boyacá se da luego de que el entrenador Roberto Iznaga viera una pelea que tuve con Yuberjen Martínez y me preguntó que de dónde era, yo dije que era del Cesar pero que no estaba afiliado a la liga. Ahí seguimos conversando hasta que acepte la propuesta”, manifestó el medallista.
Otra de las ofertas que recibió el deportista vallenato fue desde Bogotá, donde le ofrecieron pagarle 600 mil pesos, pero la oferta del profesor Iznaga doblaba la oferta de los capitalinos por lo que el boxeador se inclinó por representar a Boyacá.
Ramiro Gutiérrez, quien fuera presidente de la Liga de Boxeo del Cesar recordó los tiempos en los que Hernán Alarcón estuvo en Valledupar representando al departamento cesarense en los eventos nacionales.
La valentía del boxeador fue uno de los factores que lo convirtieron en un pugilistas recordado por todos.
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“Uno de los momentos más épicos de Hernán (Alarcón) fue en una pelea que hizo en Montería, en la que demostró que no le temía a nada. Su rival tenía más peso que él y nosotros pensamos en parar la pelea porque la estaba perdiendo, pero la sorpresa fue cuando el mismo pidió seguir y remontó el resultado quedándose con el combate”, Relató Gutiérrez.
A sus 23 años Hernán Alarcón ha vivido una carrera fructífera en el boxeo y ahora espera seguir visitando países con la selección Colombia a la que espera llegar y seguir añadiendo títulos y logros a sus estanterías.
Por: Robert Cadavid / EL PILÓN
'Pirulo', como es conocido por sus allegados ha logrado ser un peleador reconocido y tenido en cuenta por la selección Colombia.
El actual medallista de oro en boxeo de los Juegos Nacionales, el vallenato Hernán Alarcón, no ha tenido un camino fácil. Antes de alcanzar el éxito sufrió y superó las adversidades.
En ese camino a la gloria deportiva Hernán Alarcón fue albañil y repartidor de domicilios. Cuando empezó su carrera profesional tuvo que ganar la pelea contra el rechazo: a algunos delegados de la Liga de Boyacá no les agradó la idea de que un foráneo representara a un departamento acostumbrado a ganar con sus propios deportistas. Con talento y disciplina Alarcón puso la balanza a su favor convirtiéndose en un deportista apreciado.
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En la actualidad se encuentra superando una lesión de rodilla, pero recuerda sus comienzos y el apoyo de su padre, persona que se convirtió en su mentor al enseñarle los primeros conocimientos que el campeón nacional aplicaría más adelante.
“Mi carrera comenzó a los cinco años practicando con mi papá (Óscar Alarcón Rojas) y mis hermanos, entrenábamos en la calle y la gente nos trataba de locos pero nunca le prestamos atención a esos comentarios”, señaló el pegador.
El talento y la técnica de sus puños pronto lo llevarían a ser parte de la selección de Boxeo del Cesar logrando así coronarse siete veces en eventos nacionales, sin embargo “la falta de apoyo” marcó su partida.
“Tuve que dejar la liga del Cesar porque estaba cerca de cumplir la mayoría de edad y no tenía apoyo económico, en ese entonces tenía a mi esposa en estado de embarazo, aun así seguía entrenando hasta que tuve que tomar la decisión de retirarme y ponerme a trabajar”, recordó.
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Hernán Alarcón tuvo que dedicarse a la construcción (albañilería) para poder llevar un plato de comida a la mesa de su familia y, aunque no tenía otra opción, eso no era lo que quería el deportista para su vida.
Una llamada telefónica cambiaría el rumbo de Alarcón. El entrenador de la selección Colombia de boxeo, el cubano Rafael Iznaga, le brindó un voto de confianza y lo llevó a firmar un contrato con la OMB (Organización Mundial de Boxeo). Una vez firmó con la franquicia, el cesarense disputó múltiples peleas en Marruecos y México, para posteriormente volver a Colombia.
Combatir en diferentes partes del mundo le abrió puertas y Alarcón fue contactado por Roberto Iznaga (hermano de Rafael Iznaga) quien le ofreció ser parte de la liga boyacense de boxeo.
“Mi llegada a Boyacá se da luego de que el entrenador Roberto Iznaga viera una pelea que tuve con Yuberjen Martínez y me preguntó que de dónde era, yo dije que era del Cesar pero que no estaba afiliado a la liga. Ahí seguimos conversando hasta que acepte la propuesta”, manifestó el medallista.
Otra de las ofertas que recibió el deportista vallenato fue desde Bogotá, donde le ofrecieron pagarle 600 mil pesos, pero la oferta del profesor Iznaga doblaba la oferta de los capitalinos por lo que el boxeador se inclinó por representar a Boyacá.
Ramiro Gutiérrez, quien fuera presidente de la Liga de Boxeo del Cesar recordó los tiempos en los que Hernán Alarcón estuvo en Valledupar representando al departamento cesarense en los eventos nacionales.
La valentía del boxeador fue uno de los factores que lo convirtieron en un pugilistas recordado por todos.
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“Uno de los momentos más épicos de Hernán (Alarcón) fue en una pelea que hizo en Montería, en la que demostró que no le temía a nada. Su rival tenía más peso que él y nosotros pensamos en parar la pelea porque la estaba perdiendo, pero la sorpresa fue cuando el mismo pidió seguir y remontó el resultado quedándose con el combate”, Relató Gutiérrez.
A sus 23 años Hernán Alarcón ha vivido una carrera fructífera en el boxeo y ahora espera seguir visitando países con la selección Colombia a la que espera llegar y seguir añadiendo títulos y logros a sus estanterías.
Por: Robert Cadavid / EL PILÓN