El aspirante por la Coalición Centro Esperanza al Senado criticó el funcionamiento del sector de la salud, especialmente, y dijo que hay que darle la dirección y gerencias a quienes en verdad conocen sobre el tema.
El reconocido médico, fundador de la Clínica Erasmo y actual candidato al Senado por la Coalición Centro Esperanza, Álvaro Portilla, en entrevista con EL PILÓN, criticó la forma en la que se administran las entidades públicas de Valledupar y el resto del país, por lo cual expuso algunas de sus propuestas con las que pretende renovar la forma de dirigir las instituciones del Estado, particularmente las del sector salud, bajo su lema “Portilla tiene otra idea”.
La otra idea está en la nueva manera de hacer política desde lo local y lo nacional. Hay que despolitizar las instituciones públicas, ya sean universidades, hospitales, las corporaciones autónomas regionales, el SENA, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, secretarías de tránsito, de educación y similares porque hay que darle a esas entidades el manejo desde las personas que saben de esas áreas.
Es decir, hay que quitarle a los políticos la dirección de los hospitales y dárselos a los profesionales de la salud, lo mismo con la educación, debe ser dirigida por los académicos… Eso no lo han propuesto los políticos tradicionales porque precisamente va en contra de sus formas de gobernar.
El poder político es el que domina a los hospitales públicos y eso es de conocimiento nacional, entonces hay que modificar la Ley 1498 de 1995 en su Artículo 7, que es la que define la composición de la junta directiva de los hospitales, para así darle rectoría a quienes de verdad conocen sobre este tema.
En el caso de Ley 100 se diseñó para que las Entidades Promotoras de Salud, EPS, estén en manos de capitalistas que utilizan los recursos generados por los servicios de salud en beneficio de ellos, lo cual contradice el sentido social de estas labores e imposibilita que las personas puedan acceder a atenciones de calidad.
Otra evidencia es que a pesar de que el personal de salud es el autorizado científica y legalmente para ordenar fórmulas y exámenes, la ciudadanía tiene que ir a las EPS para que les autoricen los trámites, ¡es irracional! Esas trampas del sistema de salud conllevan a que la gente tenga que recurrir a un juez para poder acceder a sus tratamientos.
Para deshacer ese nudo de corrupción hay que darle la oportunidad y el derecho a la ciudadanía de escoger su clínica y su médico, porque aquí nos vendieron la idea que esas decisiones no son posibles, precisamente porque el gobierno, a través del Senado, le dio la potestad a las EPS de escoger su red de prestadores y es la razón por la que muchos médicos, psicólogos, enfermeros, odontólogos, especialistas y demás no puedan ofrecer sus servicios libremente.
Sí, de hecho tengo un encuentro con el amplio sector de la salud los días 9 y 15 de febrero a las 7:00 p.m., en el Rancho Francisco el Hombre, ubicado en la glorieta de la pilonera mayor, frente al parque de La Leyenda Vallenata para exponer mis propuestas sobre este importante tema.
Este fin de semana estuvimos en San Alberto, San Martín, Aguachica, Pelaya, La Mata, Tamalameque y Zapatosa. Lo que observé en esos lugares es la pobreza y la desesperanza de la gente, asimismo encontré desconfianza y rabia en la gente con la clase política tradicional.
Por ejemplo, estuvimos en el colegio San Alberto Magno, en el municipio que lleva su mismo nombre, una institución que ha ocupado el primer lugar a nivel departamental en excelencia académica pero hoy no tiene vigilancia en el centro estudiantil, tampoco personal de limpieza y conectividad. Lo que hizo el gobierno fue darle un pergamino en reconocimiento de sus buenos resultados pero ahí siguen esas necesidades y esa es una de las razones que indignan a los habitantes de esta zona y del sur del Cesar.
Parece que no es un problema exclusivo del sur del departamento…
No, esa desconexión de este territorio también nos pasa a nosotros que vivimos en la comuna cinco de Valledupar, no recibimos mucho del municipio ni del departamento y tampoco de la Nación pero sí debemos pagar impuestos puntualmente, dichas dicotomías son las que nos llevan a pensar que eso no funciona así, por lo cual hay que buscar otro modelo de desarrollo comunal y en todo el país.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.
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El aspirante por la Coalición Centro Esperanza al Senado criticó el funcionamiento del sector de la salud, especialmente, y dijo que hay que darle la dirección y gerencias a quienes en verdad conocen sobre el tema.
El reconocido médico, fundador de la Clínica Erasmo y actual candidato al Senado por la Coalición Centro Esperanza, Álvaro Portilla, en entrevista con EL PILÓN, criticó la forma en la que se administran las entidades públicas de Valledupar y el resto del país, por lo cual expuso algunas de sus propuestas con las que pretende renovar la forma de dirigir las instituciones del Estado, particularmente las del sector salud, bajo su lema “Portilla tiene otra idea”.
La otra idea está en la nueva manera de hacer política desde lo local y lo nacional. Hay que despolitizar las instituciones públicas, ya sean universidades, hospitales, las corporaciones autónomas regionales, el SENA, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, secretarías de tránsito, de educación y similares porque hay que darle a esas entidades el manejo desde las personas que saben de esas áreas.
Es decir, hay que quitarle a los políticos la dirección de los hospitales y dárselos a los profesionales de la salud, lo mismo con la educación, debe ser dirigida por los académicos… Eso no lo han propuesto los políticos tradicionales porque precisamente va en contra de sus formas de gobernar.
El poder político es el que domina a los hospitales públicos y eso es de conocimiento nacional, entonces hay que modificar la Ley 1498 de 1995 en su Artículo 7, que es la que define la composición de la junta directiva de los hospitales, para así darle rectoría a quienes de verdad conocen sobre este tema.
En el caso de Ley 100 se diseñó para que las Entidades Promotoras de Salud, EPS, estén en manos de capitalistas que utilizan los recursos generados por los servicios de salud en beneficio de ellos, lo cual contradice el sentido social de estas labores e imposibilita que las personas puedan acceder a atenciones de calidad.
Otra evidencia es que a pesar de que el personal de salud es el autorizado científica y legalmente para ordenar fórmulas y exámenes, la ciudadanía tiene que ir a las EPS para que les autoricen los trámites, ¡es irracional! Esas trampas del sistema de salud conllevan a que la gente tenga que recurrir a un juez para poder acceder a sus tratamientos.
Para deshacer ese nudo de corrupción hay que darle la oportunidad y el derecho a la ciudadanía de escoger su clínica y su médico, porque aquí nos vendieron la idea que esas decisiones no son posibles, precisamente porque el gobierno, a través del Senado, le dio la potestad a las EPS de escoger su red de prestadores y es la razón por la que muchos médicos, psicólogos, enfermeros, odontólogos, especialistas y demás no puedan ofrecer sus servicios libremente.
Sí, de hecho tengo un encuentro con el amplio sector de la salud los días 9 y 15 de febrero a las 7:00 p.m., en el Rancho Francisco el Hombre, ubicado en la glorieta de la pilonera mayor, frente al parque de La Leyenda Vallenata para exponer mis propuestas sobre este importante tema.
Este fin de semana estuvimos en San Alberto, San Martín, Aguachica, Pelaya, La Mata, Tamalameque y Zapatosa. Lo que observé en esos lugares es la pobreza y la desesperanza de la gente, asimismo encontré desconfianza y rabia en la gente con la clase política tradicional.
Por ejemplo, estuvimos en el colegio San Alberto Magno, en el municipio que lleva su mismo nombre, una institución que ha ocupado el primer lugar a nivel departamental en excelencia académica pero hoy no tiene vigilancia en el centro estudiantil, tampoco personal de limpieza y conectividad. Lo que hizo el gobierno fue darle un pergamino en reconocimiento de sus buenos resultados pero ahí siguen esas necesidades y esa es una de las razones que indignan a los habitantes de esta zona y del sur del Cesar.
Parece que no es un problema exclusivo del sur del departamento…
No, esa desconexión de este territorio también nos pasa a nosotros que vivimos en la comuna cinco de Valledupar, no recibimos mucho del municipio ni del departamento y tampoco de la Nación pero sí debemos pagar impuestos puntualmente, dichas dicotomías son las que nos llevan a pensar que eso no funciona así, por lo cual hay que buscar otro modelo de desarrollo comunal y en todo el país.
POR ANDREA GUERRA / EL PILÓN.
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