Las viviendas eran utilizadas para el tráfico de estupefacientes de este grupo criminal que operaba en la capital cesarense.
Dos inmuebles que habrían sido utilizados para actividades delictivas del grupo ‘La Macarena’, quedaron a disposición de las autoridades en diferentes barrios de Valledupar.
La operación coordinada por la Policía Cesar y Fiscalía General de la Nación se dio mediante una orden de extinción de dominio dirigida a debilitar esta estructura criminal que operaba en los barrios El Paraíso, Nueve de Marzo, Nueva Colombia, El Pescaito, Mareigua y el sector al margen derecha del río Guatapurí, conocido con el mismo nombre de la banda, ‘La Macarena’.
Hay una localizada en el barrio María Valeria Dos y otra perteneciente a la calle cinco de La Nevada, que eran utilizadas por los delincuentes para comercializar estupefacientes e incurrir en otros delitos que articulaban las operaciones de ‘La Macarena’.
“El cabecilla de este grupo, Jerson Rafael Oñate Avendaño, conocido con el alias de ‘Apa’, ‘El Capo’ o ‘Jerso’ que fue capturado los últimos días, utilizaba estos dominios para distribuir los alucinógenos en los sitios identificados en donde operaban de manera articulada”, indicó el subcomandante de Policía Cesar, coronel Mauricio Bonilla.
Las residencias intervenidas con la Fiscalía seccional 9 Especializada de la Extinción de Dominio de Barranquilla, estarían evaluadas a 350 millones de pesos.
“Se pudo determinar que estas residencias estaban relacionadas a este combo delictivo mediante unos meses de investigación que relacionó varios contextos con las viviendas”, agregó el oficial.
Asimismo instó a la comunidad que arrendan inmuebles a solicitar antecedentes judiciales a los inquilinos para que tengan conocimiento de sus actividades económicas. Esto teniendo en cuenta que si los arrendadores incurren en actividades delictivas en las propiedades serán objetos de extinción.
La macarena es una estructura delictiva identificada alrededor del año 2015 en Valledupar cuando las autoridades hicieron efectivas varias capturas de los integrantes que la conformaban responsabilizados en comercializar estupefacientes y cometer diferentes desapariciones de personas y homicidios en la capital cesarense.
El pasado 7 de agosto la justicia envió a la cárcel a Jerson Oñate Avendaño, señalado como el presunto ‘cerebro’ de este grupo delincuencial.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN
Las viviendas eran utilizadas para el tráfico de estupefacientes de este grupo criminal que operaba en la capital cesarense.
Dos inmuebles que habrían sido utilizados para actividades delictivas del grupo ‘La Macarena’, quedaron a disposición de las autoridades en diferentes barrios de Valledupar.
La operación coordinada por la Policía Cesar y Fiscalía General de la Nación se dio mediante una orden de extinción de dominio dirigida a debilitar esta estructura criminal que operaba en los barrios El Paraíso, Nueve de Marzo, Nueva Colombia, El Pescaito, Mareigua y el sector al margen derecha del río Guatapurí, conocido con el mismo nombre de la banda, ‘La Macarena’.
Hay una localizada en el barrio María Valeria Dos y otra perteneciente a la calle cinco de La Nevada, que eran utilizadas por los delincuentes para comercializar estupefacientes e incurrir en otros delitos que articulaban las operaciones de ‘La Macarena’.
“El cabecilla de este grupo, Jerson Rafael Oñate Avendaño, conocido con el alias de ‘Apa’, ‘El Capo’ o ‘Jerso’ que fue capturado los últimos días, utilizaba estos dominios para distribuir los alucinógenos en los sitios identificados en donde operaban de manera articulada”, indicó el subcomandante de Policía Cesar, coronel Mauricio Bonilla.
Las residencias intervenidas con la Fiscalía seccional 9 Especializada de la Extinción de Dominio de Barranquilla, estarían evaluadas a 350 millones de pesos.
“Se pudo determinar que estas residencias estaban relacionadas a este combo delictivo mediante unos meses de investigación que relacionó varios contextos con las viviendas”, agregó el oficial.
Asimismo instó a la comunidad que arrendan inmuebles a solicitar antecedentes judiciales a los inquilinos para que tengan conocimiento de sus actividades económicas. Esto teniendo en cuenta que si los arrendadores incurren en actividades delictivas en las propiedades serán objetos de extinción.
La macarena es una estructura delictiva identificada alrededor del año 2015 en Valledupar cuando las autoridades hicieron efectivas varias capturas de los integrantes que la conformaban responsabilizados en comercializar estupefacientes y cometer diferentes desapariciones de personas y homicidios en la capital cesarense.
El pasado 7 de agosto la justicia envió a la cárcel a Jerson Oñate Avendaño, señalado como el presunto ‘cerebro’ de este grupo delincuencial.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN