La empresa YUMA construye un anillo vial en el municipio de Bosconia. La comunidad indígena, y víctima del conflicto armado colombiano, tiene una serie de peticiones a la concesionaria, la Alcaldía Municipal y al Gobierno nacional.
Más de 20 familias de la etnia yukpa que habitaban en el barrio Nueva Esperanza del municipio de Bosconia, centro del Cesar, están viviendo dentro de cambuches en un tramo de la carretera que de San Roque, corregimiento de Curumaní, conduce hacia la Ye de Ciénaga.
La comunidad indígena se trasladó a esta vía de la Ruta del Sol 3 construida por la Concesionaria YUMA tras la inundación que sufrió el pueblo bosconense la madrugada del pasado 23 de octubre a causa de la ola invernal que arrasó con sus moradas.
María Pastora López Fique, líder de la comunidad, aseguró a EL PILÓN que llegaron a Bosconia hace 12 años huyendo del conflicto social y armado que padecían en el resguardo Iroka en la Serranía del Perijá.
“Desde que llegó la Ruta del Sol nos hemos visto afectados, nos colocaron la boca de la alcantarilla para donde estaba la comunidad, pero como uno es indígena nadie le presta atención. Desde la avalancha estamos montados en toda la carretera para salvar nuestras vidas”, expresó la mujer.
López Fique es docente multigrado de la escuela primaria El Edén 3 que quedó en malas condiciones tras la tragedia. “Pero antes teníamos que soportar la bulla y el polvo de la construcción, yo tenía que hablar duro y a algunos niños se les afectaron los oídos”, agregó.
Tras el esfuerzo de sus cuerdas vocales y otras molestias, la líder indígena señaló que tuvo que permanecer durante 8 días en un centro médico.
La docente de 37 años añadió que debido a la alta temperatura, algunas personas permanecen durante el día en el antiguo barrio, y suben a la carretera una vez cae el sol, lo que además representa un riesgo para los menores de edad, quienes ya estarían sufriendo los efectos del calor en la vía.
El alcalde de Bosconia, Edulfo Villar, dijo a este diario que YUMA “puso la querella punitiva por ocupación ante la Alcaldía que es la competente para restablecer la ocupación”.
De acuerdo con Villar, la administración municipal hace parte de un comité con el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para realizar un proyecto con dos tipos de viviendas: unas para la población indígena y otras para el otro grupo de damnificados que lo perdieron todo.
La comunidad yukpa estaría de acuerdo con la reubicación, de hecho, la tarde de este miércoles tuvieron una reunión con el alcalde sobre el particular. “Eso nos va a facilitar que ellos puedan desocupar la vía cuando se vaya a poner en operación”, anotó Villar.
Lea: Miles de damnificados tras inundaciones en Bosconia
Tal como es posible ver en las imágenes, esta parte de la carretera no está terminada. EL PILÓN conoció que la constructora Ariguaní aún debe ejecutar varios metros de asfalto y base granular.
Este diario intentó contactar a una fuente de la concesionaria YUMA para conocer el impacto de este asentamiento en la obra, pero hasta el cierre de esta no hubo respuesta.
No obstante, el mandatario de Bosconia aseguró que la ejecución “va a media máquina, muy pocos son los trabajadores que están laborando, por el giro de recursos que hace la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI)”.
“Que nos reubiquen, que nos hagan un puesto de salud para los yukpa, que reconstruyan la escuela, nos den tierra para cultivar y que hagan consulta previa”, son las peticiones de la comunidad a la concesionaria YUMA, la Alcaldía Municipal y al Gobierno nacional.
Le puede interesar: Ruta del Sol III: compensación forestal, conflictos con las comunidades y arqueología
La empresa YUMA construye un anillo vial en el municipio de Bosconia. La comunidad indígena, y víctima del conflicto armado colombiano, tiene una serie de peticiones a la concesionaria, la Alcaldía Municipal y al Gobierno nacional.
Más de 20 familias de la etnia yukpa que habitaban en el barrio Nueva Esperanza del municipio de Bosconia, centro del Cesar, están viviendo dentro de cambuches en un tramo de la carretera que de San Roque, corregimiento de Curumaní, conduce hacia la Ye de Ciénaga.
La comunidad indígena se trasladó a esta vía de la Ruta del Sol 3 construida por la Concesionaria YUMA tras la inundación que sufrió el pueblo bosconense la madrugada del pasado 23 de octubre a causa de la ola invernal que arrasó con sus moradas.
María Pastora López Fique, líder de la comunidad, aseguró a EL PILÓN que llegaron a Bosconia hace 12 años huyendo del conflicto social y armado que padecían en el resguardo Iroka en la Serranía del Perijá.
“Desde que llegó la Ruta del Sol nos hemos visto afectados, nos colocaron la boca de la alcantarilla para donde estaba la comunidad, pero como uno es indígena nadie le presta atención. Desde la avalancha estamos montados en toda la carretera para salvar nuestras vidas”, expresó la mujer.
López Fique es docente multigrado de la escuela primaria El Edén 3 que quedó en malas condiciones tras la tragedia. “Pero antes teníamos que soportar la bulla y el polvo de la construcción, yo tenía que hablar duro y a algunos niños se les afectaron los oídos”, agregó.
Tras el esfuerzo de sus cuerdas vocales y otras molestias, la líder indígena señaló que tuvo que permanecer durante 8 días en un centro médico.
La docente de 37 años añadió que debido a la alta temperatura, algunas personas permanecen durante el día en el antiguo barrio, y suben a la carretera una vez cae el sol, lo que además representa un riesgo para los menores de edad, quienes ya estarían sufriendo los efectos del calor en la vía.
El alcalde de Bosconia, Edulfo Villar, dijo a este diario que YUMA “puso la querella punitiva por ocupación ante la Alcaldía que es la competente para restablecer la ocupación”.
De acuerdo con Villar, la administración municipal hace parte de un comité con el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio para realizar un proyecto con dos tipos de viviendas: unas para la población indígena y otras para el otro grupo de damnificados que lo perdieron todo.
La comunidad yukpa estaría de acuerdo con la reubicación, de hecho, la tarde de este miércoles tuvieron una reunión con el alcalde sobre el particular. “Eso nos va a facilitar que ellos puedan desocupar la vía cuando se vaya a poner en operación”, anotó Villar.
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Tal como es posible ver en las imágenes, esta parte de la carretera no está terminada. EL PILÓN conoció que la constructora Ariguaní aún debe ejecutar varios metros de asfalto y base granular.
Este diario intentó contactar a una fuente de la concesionaria YUMA para conocer el impacto de este asentamiento en la obra, pero hasta el cierre de esta no hubo respuesta.
No obstante, el mandatario de Bosconia aseguró que la ejecución “va a media máquina, muy pocos son los trabajadores que están laborando, por el giro de recursos que hace la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI)”.
“Que nos reubiquen, que nos hagan un puesto de salud para los yukpa, que reconstruyan la escuela, nos den tierra para cultivar y que hagan consulta previa”, son las peticiones de la comunidad a la concesionaria YUMA, la Alcaldía Municipal y al Gobierno nacional.
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