Un estudio ha demostrado que esto la música tiene una relació estrecha con la actividad sexual.
La música tiene un sinnúmero de efectos en nuestras emociones, nuestra inteligencia e incluso en nuestra salud. Recientemente, un estudio demostró que esto también aplica a nuestra vida sexual.
De acuerdo con el estudio realizado por los psicólogos Anne Blood y Robert Zatorrela, la música estimula las mismas regiones cerebrales que regulan los impulsos sexuales y a su vez, las zonas del cerebro humano activadas durante el orgasmo son las que tienen un rol fundamental en la elaboración de los sonidos musicales.
Por su parte, un estudio realizado por la Universidad de Londres analizó los resultados de una encuesta hecha a 2.000 usuarios de Spotify con el fin de crear una playlist ideal para tener relaciones sexuales.
El estudio arrojó que las canciones tranquilas que mantienen un ritmo continuo, sin más distracciones son las más adecuadas para acompañar los encuentros íntimos.
Al parecer la música puede ayudar a liberar dopamina en nuestro cerebro. Si escuchas heavy metal, te gusta el sexo duro, estos acordes te llevan al éxtasis total en los hombres que segregan más testosterona y embrutece el deseo sexual.
El estudio señala que, a pesar de que el reggeaton es el llamado “ritmo del sexo”, en realidad no es tan afrodisíaco como parece. Mientras que la sensación de practicar sexo mientras se escucha rock es parecida al efecto embriagador del alcohol.
En caso de querer un sexo relajado y tranquilo se recomienda escuchar música clásica o jazz, ritmos ideales para disfrutar de un sexo pausado, duradero, sensorial y relajante. Además, tienen el poder de unir de forma emocional a la pareja.
Un estudio ha demostrado que esto la música tiene una relació estrecha con la actividad sexual.
La música tiene un sinnúmero de efectos en nuestras emociones, nuestra inteligencia e incluso en nuestra salud. Recientemente, un estudio demostró que esto también aplica a nuestra vida sexual.
De acuerdo con el estudio realizado por los psicólogos Anne Blood y Robert Zatorrela, la música estimula las mismas regiones cerebrales que regulan los impulsos sexuales y a su vez, las zonas del cerebro humano activadas durante el orgasmo son las que tienen un rol fundamental en la elaboración de los sonidos musicales.
Por su parte, un estudio realizado por la Universidad de Londres analizó los resultados de una encuesta hecha a 2.000 usuarios de Spotify con el fin de crear una playlist ideal para tener relaciones sexuales.
El estudio arrojó que las canciones tranquilas que mantienen un ritmo continuo, sin más distracciones son las más adecuadas para acompañar los encuentros íntimos.
Al parecer la música puede ayudar a liberar dopamina en nuestro cerebro. Si escuchas heavy metal, te gusta el sexo duro, estos acordes te llevan al éxtasis total en los hombres que segregan más testosterona y embrutece el deseo sexual.
El estudio señala que, a pesar de que el reggeaton es el llamado “ritmo del sexo”, en realidad no es tan afrodisíaco como parece. Mientras que la sensación de practicar sexo mientras se escucha rock es parecida al efecto embriagador del alcohol.
En caso de querer un sexo relajado y tranquilo se recomienda escuchar música clásica o jazz, ritmos ideales para disfrutar de un sexo pausado, duradero, sensorial y relajante. Además, tienen el poder de unir de forma emocional a la pareja.