Con las manos aún cubiertas de ceniza, Julio Gómez, administrador de la Distribuidora Super Mario, recorre lo que quedó de su patrimonio familiar. La madrugada de este viernes 5 de diciembre, las llamas que consumieron cinco locales en la carrera 8 con calle 18 en pleno centro de Valledupar, también alcanzaron el negocio que, por 16 años, ha sostenido a su familia.
El local, que comenzó como una pequeña dulcería y luego creció hasta convertirse en un punto de venta de muebles, colchones, juegos de sala y artículos para el hogar, quedó reducido a ruinas. “Eso nos afecta al mil por uno”, resume Gómez, quien aseguró que las pérdidas ascienden a $500 millones de pesos, una cifra que golpea especialmente por tratarse de la temporada decembrina.
Según cuenta, todo comenzó cerca de la medianoche. “Mi hijo estaba aquí a las 12. Sintió humo, creyó que eran los loquitos de la calle. Cuando vino a mirar, ya el local estaba prendido. Llamó a la Policía y de inmediato llegaron los muchachos”, relató.
Lea también: Los 38 internos que lograron graduarse en La Tramacúa: así buscan reconstruir sus vidas desde el penal: “Era la esperanza de diciembre”: administrador de distribuidora Super Mario relata pérdidas millonarias tras incendio en el centro de ValleduparEl fuego avanzó rápido. Pese a la respuesta de los bomberos, las pérdidas fueron totales. “Aquí no quedó nada. Más o menos perdimos unos $500 millones de pesos. De esos, 100 eran nuestros… los otros 400 son de mercancía que debemos. Esto era la esperanza de diciembre para sacar deudas y ver ganancias”, lamentó.
Gómez confiesa que aún no encuentra la manera de explicarle a su familia lo que pasó. Su hijo y su nuera, quienes también trabajaban en el negocio, no han tenido fuerzas para regresar al lugar. “Hoy vinieron y eso era puro llanto. Es que era nuestro patrimonio”, cuenta mientras mira el humo que aún sale de una pared calcinada.
Otros negocios también resultaron afectados
Justo al lado, el local La Amistad, dedicado igualmente a la venta de colchones y demás, también sufrió pérdidas totales. Luz Marina Ayala, empleada del establecimiento, llegó minutos después de iniciada la emergencia.
“Me llamaron a la 1:20 de la mañana. Cuando llegué ya las llamas estaban arriba. No sabemos por qué ocurrió. Las autoridades aún no dicen la causa”, explicó.
El impacto, dice, golpea tanto a los propietarios como a quienes dependen de estos trabajos. “A nosotros como empleados nos afecta mucho. Ahora, en plena temporada de diciembre, se viene lo más difícil. Los dueños lo perdieron todo”, señaló con preocupación.
Investigaciones continúan
El Cuerpo de Bomberos de Valledupar logró controlar el incendio con apoyo de 14 unidades y varias máquinas, evitando que las llamas se extendieran a otras estructuras. Por ahora, las causas del siniestro permanecen bajo investigación.
Mientras tanto, comerciantes como Julio Gómez intentan asimilar una tragedia que les arrebató años de esfuerzo. “Aquí se perdió todo… ahora toca ver cómo empezamos de nuevo”, concluyó.












