El presidente Gustavo Petro resaltó logros históricos de su Gobierno relacionados con empleo y salario mínimo, refutando las críticas sobre el aumento al salario mínimo y los efectos negativos que traería al mercado laboral colombiano. “Embustes, mentiras…, en los dos últimos meses hemos logrado la tasa de desempleo más baja de todo el siglo XXI: que lo digan en la prensa, dice el vallenato, que lo digan”, refiriéndose a que la tasa nacional de desempleo en julio de 2025 se situó en 8,8 %.
En este marco nacional, Valledupar presenta una dinámica positiva similar. Según datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) para el trimestre mayo-julio de 2025, la tasa de desempleo en la ciudad fue del 9 %, lo que implica una reducción significativa de 2,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo de 2024, equivalentes a aproximadamente 4.000 desocupados menos.
La ciudad concentra unos 203.000 trabajadores, con sectores clave como comercio y reparación de vehículos (51.000), administración pública, salud y defensa (33.000), actividades artísticas y recreativas (25.000), transporte (19.000) y construcción (17.000). No obstante, la informalidad se mantiene alta, con un 64,2 % de trabajadores en empleos sin condiciones plenas, lo cual representa un desafío importante para lograr empleo digno y estable en la capital mundial del vallenato.
ciudades en informalidad. / FOTO: DANE.
De lo nacional a lo local
Ante el panorama nacional, la economista vallenata Daniela Díaz comentó a EL PILÓN que “el descenso de la tasa de desempleo es una buena postura, refleja que la economía sigue generando oportunidades y que el país alcanza la cifra más baja en más de dos décadas para este mes”. Sin embargo, analiza la joven, la celebración no puede ser plena mientras persistan retos estructurales: “la brecha de género, con un desempleo femenino muy superior al masculino; el difícil panorama para jóvenes, que enfrentan un 15 % de desocupación; y la alta informalidad, que aún supera el 50 %”.
Díaz agregó: “Colombia no solo necesita más empleos, sino empleos dignos, estables y con garantías. El verdadero desafío es convertir esta tendencia positiva en un cambio estructural que reduzca desigualdades y fortalezca la calidad de vida”. Con relación a los datos de Valledupar, Díaz enfatizó que la caída ha sido posible “gracias a la reactivación de sectores como el comercio, el turismo y la construcción”.
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Ahora bien, la informalidad es una de las más altas del país, superando el promedio nacional, por lo tanto señaló: “Se requieren más incentivos a la contratación formal, programas que busquen capacitar y faciliten que pequeños empresarios, emprendedores, trabajadores ambulantes y de la calle se vinculen a la seguridad social, lo que garantizaría a muchas familias una vida digna y de calidad”.
