Muchas son las historias que sobreviven al que es considerado aun como el “robo del siglo”, el saqueo de dinero en efectivo más grande en el planeta, fue realizado en el Banco de la República, sede Valledupar.
Ningún vallenato menor de 20 años sabe que en esta ciudad se cometió el asalto a un banco y robo en efectivo más grande del país, considerado por los medios de comunicación como el “robo del siglo 20” en el mundo y todo sucedió en el centro de Valledupar.
Aunque un número considerable de esos billetes quedaron rodando en las calles, es difícil hallar en la ciudad los de ´Rafael Núñez´ o de 5.000 pesos, y de la India de la comunidad indígena Embera, del Chocó, también llamados “la chinita de 10 mil” que en esa época, apenas llevaban dos años circulando en el país.
Algunos protagonistas de ese suceso ocurrido el 15 de octubre de 1994, narraron a EL PILÓN algunos detalles íntimos de lo que sucedió ese puente festivo, detalles y cosas que quedaron en el aire y la reflexión sobre un robo que cambió la historia de la seguridad bancaria colombiana.
En la calle 16 con carrera 9, del centro de Valledupar queda el Banco de la República, tal cual como aquellos días, sólo algunos cambios menores a su fachada, pero en el interior de las bóvedas muchas cosas cambiaron.
Una banda integrada por personas de Cali, Barranquilla, Bogotá y por supuesto del Cesar, además miembros de la Policía y el Ejército, planeó durante meses el golpe que según el Fiscal Fredy Rivero, pudo haberse cometido un fin de semana antes de la fecha que se conoce hoy, debido a un cambio de última hora en la nómina criminal.
La plata salió por el sur del Cesar, pasó por Curumaní y Aguachica, en donde sucedió esa reconocida historia sobre la cantidad de dinero que le dieron a los ‘chirrincheros’ o lo que se conocía entonces como ‘El Resguardo’, un grupo armado de hombres que en retenes decomisaban mercancía de contrabando. Por ahí pasó el reguero de billetes.
El Fiscal
“Con indicaciones de personal del Banco de la República y yo conozco de computación, pude acceder al sistema e imprimir todo el movimiento en la alarma de ese fin de semana y eso motivo a que indudablemente estuviese una persona del banco involucrada”, dijo el Fiscal.
Los delincuentes sentaron a uno de sus miembros en un computador del banco, era al parecer a un celador, para que desactivara la alarma una vez se disparara y no fuera detectada por las autoridades. Cada cinco minutos sonaba el dispositivo por la cantidad de humo y calor que se producía con la rotura al interior del Banco de la República.
El elemento utilizado para penetrar la bóveda se conoció como ‘Lanza Térmica’, una herramienta que producía unos seis mil grados de temperatura. Los ladrones introdujeron tanques de agua para bañarse constantemente y no afectarse con la sofocación.
Los 45 días de investigación
La Unidad Previ Permanente de la Fiscalía en Valledupar, fue la que asumió la investigación que se desarrolló durante 45 días en la capital del Cesar, hasta que se conformó la Unidad de Fiscalías en Bogotá, y todo fue trasladado a la capital del país.
Según el Fiscal Rivero, en sus días de investigación se alcanzaron a recuperar unos 4 mil millones de pesos en esos 45 días, vincular 15 personas y condenar a la mayoría. También se recuperaban grandes cantidades de plata en allanamientos realizados a viviendas de Bogotá, Cali, Medellín, entre otras.
“No recuerdo cuántas tutelas instauraron, pero fueron tantas que a nivel central se dispuso un número de abogados para poderlas contestar en nuestra contra, eran sobretodo receptadores que de buena fe recibieron billetes y los perdieron. Ninguna de esas tutelas surtió sus efectos”, dijo el Fiscal, refiriéndose a los ciudadanos que lo entutelaron por la plata perdida.
Agregó el Fiscal, que “de igual manera se vincularon a orgánicos a la Policía Nacional en esa época, pertenecientes a vigilancia y la Sijín”, además que en esa oportunidad alcanzó a vincular a uno de los determinadores del robo.
Una semana después del robo, el Fiscal Rivero emanó la prohibición a los comerciantes y entidades bancarias de comercializar con esos “billetes vallenatos”, como se les conoció entonces y la única entidad encargada de poderlos cambiar era el Banco de la República, que en la época era Recaudador – Pagador. La suma más o menos sustraída fue de 24.092 millones de pesos, según el arqueo de caja en el banco.
La colchonería
La Fiscalía estableció que el dinero lo sacaron en una camioneta Dodge 300, pero las pruebas técnicas determinaron que el peso que representaban los 24 mil millones de pesos, era físicamente imposible sacarlos en ese vehículo. Eso significó dos cosas: A menos que fuera modificada la estructura del vehículo, parte de ese dinero que no era detectable porque no se determinó la serie, salió del banco días antes. Eran cerca de 8 mil millones de pesos.
Abelardo Flórez, es un trabajador de la colchonería Colchoflex que laboraba junto a otros 20 obreros y que hoy aún permanece en el lugar, comentó que, “aquí guardaron el camión, y después lo sacaron, todo el mundo supo eso. Nosotros no trabajamos esa semana después del robo, y antes, nos pagaron el viernes y nos dieron el puente festivo de descanso, y a los ocho días nos enteramos que aquí había sido el lugar”.
En la colchonería Colchoflex que en ese momento se tomó la base de las operaciones de los delincuentes, fue objeto de investigaciones y se determinó que desde ahí, salieron llamadas el fin de semana del robo, hacia Cali, Bogotá y otras ciudades, comunicaciones que fueron contestadas en lugares asociados con notables personalidades del país, pero el tema nunca fue ahondado.
El día que nació “La Chiva”.
Taryn Escalona, cronista y periodista que en la época trabajaba en el noticiero TV Hoy, pasaba por el banco aquel lunes festivo, en un carro y además en compañía de Juan Carlos Carrillo, que era Teniente de la Policía. La periodista fue la primera en observar que algo sucedía en el banco porque había “movimiento”, entonces se bajó del vehículo y se encontró con un coronel que comandaba la Policía del Departamento.
“El coronel me dijo que habían robado el banco, llamé a mi hermano Rafa y le dije que mandara a un camarógrafo urgente, el coronel ni siquiera había entrado; cuando ingresamos, encontramos a los vigilantes amarrados con cables y tubos que simulaban explosivos pero después se dieron cuenta de que no era tal cosa. Luego bajamos a la bóveda, había billetes tirados por todas partes”, dijo Escalona.
Los delincuentes no tuvieron tiempo o espacio para llevarse la plata. Según narró la periodista el coronel no daba crédito a lo que veía y con las manos en la cabeza y a punto de llorar, observaba el reguero de billetes extravagantes que componían nuestra moneda nacional.
“Yo dije que aquí se habían robado más de 10 mil millones de pesos, y él me dijo que no dijera eso a la opinión pública porque lo echaban de la Policía”, dijo la periodista.
Taryn agregó que en esa época el periodismo era unido y no se afanaba por ‘La Chiva’. Le preguntaron en la dirección del noticiero acerca de otros medios de comunicación, que de sorpresa no hacían presencia en el lugar, de manera que las únicas imágenes que se conocieron sobre la bóveda, los amordazados guardias y la lluvia de billetes, las tenía TV Hoy, y por supuesto, prohibió que se compartieran.
Perro caliente de 24 mil millones
El Teniente Carrillo, por su cercanía con la periodista Escalona, reveló que fue el primero en reconocer su participación en el “Robo del Siglo”, afirmó que él y otros oficiales que trabajaron con la banda de delincuentes, se arrepintieron pero fueron amenazados. Carrillo fue el encargado de entretener a los policías de vigilancia del sector, para que el camión abarrotado de billetes saliera del banco. Unos perros calientes y otras distracciones utilizadas por el oficial, retiraron a los uniformados y la plata salió rumbo a Colchoflex, en donde fue repartido y sin saber qué cantidad, se supo que el camión emprendió viaje al sur del Cesar.
Fueron varias las capturas que se dieron por este robo, uno de los primeros aprehendidos fue Jaime Bonilla Esquivel, a quien por muchos años lo identificaron como el cerebro de este asalto, de igual forma el gerente del banco en ese entonces también fue a prisión, estuvo cuatro años preso siendo inocente.
Curiosidades
La cantidad de humo que la “Lanza Térmica” generó en el interior del banco, tuvo que haberse filtrado por las puertas externas del edificio, de tal manera que aunque las calles quedaban solitarias el fin de semana, alguien tuvo que haberse dado cuenta, pero nadie dijo nada al parecer.
En la colchonería Colchoflex que en ese momento se tomó la base de las operaciones de los delincuentes, fue objeto de investigaciones y se determinó que desde ahí, salieron llamadas el fin de semana del robo, hacia Cali, Bogotá y otras ciudades, comunicaciones que fueron contestadas en lugares asociados con notables personalidades del país, pero el tema nunca fue ahondado.
Tiempo después del robo, se conoció que las autoridades encontraron una caleta con una gran cantidad de esos billetes, enterrada en una de las fincas de Lucas Gnecco, dirigente político del Cesar.
Grandes sumas de dinero fueron recuperadas en diligencias de allanamiento en Bogotá, Cali y Medellín.
Por Andrés Llamas Nova
Muchas son las historias que sobreviven al que es considerado aun como el “robo del siglo”, el saqueo de dinero en efectivo más grande en el planeta, fue realizado en el Banco de la República, sede Valledupar.
Ningún vallenato menor de 20 años sabe que en esta ciudad se cometió el asalto a un banco y robo en efectivo más grande del país, considerado por los medios de comunicación como el “robo del siglo 20” en el mundo y todo sucedió en el centro de Valledupar.
Aunque un número considerable de esos billetes quedaron rodando en las calles, es difícil hallar en la ciudad los de ´Rafael Núñez´ o de 5.000 pesos, y de la India de la comunidad indígena Embera, del Chocó, también llamados “la chinita de 10 mil” que en esa época, apenas llevaban dos años circulando en el país.
Algunos protagonistas de ese suceso ocurrido el 15 de octubre de 1994, narraron a EL PILÓN algunos detalles íntimos de lo que sucedió ese puente festivo, detalles y cosas que quedaron en el aire y la reflexión sobre un robo que cambió la historia de la seguridad bancaria colombiana.
En la calle 16 con carrera 9, del centro de Valledupar queda el Banco de la República, tal cual como aquellos días, sólo algunos cambios menores a su fachada, pero en el interior de las bóvedas muchas cosas cambiaron.
Una banda integrada por personas de Cali, Barranquilla, Bogotá y por supuesto del Cesar, además miembros de la Policía y el Ejército, planeó durante meses el golpe que según el Fiscal Fredy Rivero, pudo haberse cometido un fin de semana antes de la fecha que se conoce hoy, debido a un cambio de última hora en la nómina criminal.
La plata salió por el sur del Cesar, pasó por Curumaní y Aguachica, en donde sucedió esa reconocida historia sobre la cantidad de dinero que le dieron a los ‘chirrincheros’ o lo que se conocía entonces como ‘El Resguardo’, un grupo armado de hombres que en retenes decomisaban mercancía de contrabando. Por ahí pasó el reguero de billetes.
El Fiscal
“Con indicaciones de personal del Banco de la República y yo conozco de computación, pude acceder al sistema e imprimir todo el movimiento en la alarma de ese fin de semana y eso motivo a que indudablemente estuviese una persona del banco involucrada”, dijo el Fiscal.
Los delincuentes sentaron a uno de sus miembros en un computador del banco, era al parecer a un celador, para que desactivara la alarma una vez se disparara y no fuera detectada por las autoridades. Cada cinco minutos sonaba el dispositivo por la cantidad de humo y calor que se producía con la rotura al interior del Banco de la República.
El elemento utilizado para penetrar la bóveda se conoció como ‘Lanza Térmica’, una herramienta que producía unos seis mil grados de temperatura. Los ladrones introdujeron tanques de agua para bañarse constantemente y no afectarse con la sofocación.
Los 45 días de investigación
La Unidad Previ Permanente de la Fiscalía en Valledupar, fue la que asumió la investigación que se desarrolló durante 45 días en la capital del Cesar, hasta que se conformó la Unidad de Fiscalías en Bogotá, y todo fue trasladado a la capital del país.
Según el Fiscal Rivero, en sus días de investigación se alcanzaron a recuperar unos 4 mil millones de pesos en esos 45 días, vincular 15 personas y condenar a la mayoría. También se recuperaban grandes cantidades de plata en allanamientos realizados a viviendas de Bogotá, Cali, Medellín, entre otras.
“No recuerdo cuántas tutelas instauraron, pero fueron tantas que a nivel central se dispuso un número de abogados para poderlas contestar en nuestra contra, eran sobretodo receptadores que de buena fe recibieron billetes y los perdieron. Ninguna de esas tutelas surtió sus efectos”, dijo el Fiscal, refiriéndose a los ciudadanos que lo entutelaron por la plata perdida.
Agregó el Fiscal, que “de igual manera se vincularon a orgánicos a la Policía Nacional en esa época, pertenecientes a vigilancia y la Sijín”, además que en esa oportunidad alcanzó a vincular a uno de los determinadores del robo.
Una semana después del robo, el Fiscal Rivero emanó la prohibición a los comerciantes y entidades bancarias de comercializar con esos “billetes vallenatos”, como se les conoció entonces y la única entidad encargada de poderlos cambiar era el Banco de la República, que en la época era Recaudador – Pagador. La suma más o menos sustraída fue de 24.092 millones de pesos, según el arqueo de caja en el banco.
La colchonería
La Fiscalía estableció que el dinero lo sacaron en una camioneta Dodge 300, pero las pruebas técnicas determinaron que el peso que representaban los 24 mil millones de pesos, era físicamente imposible sacarlos en ese vehículo. Eso significó dos cosas: A menos que fuera modificada la estructura del vehículo, parte de ese dinero que no era detectable porque no se determinó la serie, salió del banco días antes. Eran cerca de 8 mil millones de pesos.
Abelardo Flórez, es un trabajador de la colchonería Colchoflex que laboraba junto a otros 20 obreros y que hoy aún permanece en el lugar, comentó que, “aquí guardaron el camión, y después lo sacaron, todo el mundo supo eso. Nosotros no trabajamos esa semana después del robo, y antes, nos pagaron el viernes y nos dieron el puente festivo de descanso, y a los ocho días nos enteramos que aquí había sido el lugar”.
En la colchonería Colchoflex que en ese momento se tomó la base de las operaciones de los delincuentes, fue objeto de investigaciones y se determinó que desde ahí, salieron llamadas el fin de semana del robo, hacia Cali, Bogotá y otras ciudades, comunicaciones que fueron contestadas en lugares asociados con notables personalidades del país, pero el tema nunca fue ahondado.
El día que nació “La Chiva”.
Taryn Escalona, cronista y periodista que en la época trabajaba en el noticiero TV Hoy, pasaba por el banco aquel lunes festivo, en un carro y además en compañía de Juan Carlos Carrillo, que era Teniente de la Policía. La periodista fue la primera en observar que algo sucedía en el banco porque había “movimiento”, entonces se bajó del vehículo y se encontró con un coronel que comandaba la Policía del Departamento.
“El coronel me dijo que habían robado el banco, llamé a mi hermano Rafa y le dije que mandara a un camarógrafo urgente, el coronel ni siquiera había entrado; cuando ingresamos, encontramos a los vigilantes amarrados con cables y tubos que simulaban explosivos pero después se dieron cuenta de que no era tal cosa. Luego bajamos a la bóveda, había billetes tirados por todas partes”, dijo Escalona.
Los delincuentes no tuvieron tiempo o espacio para llevarse la plata. Según narró la periodista el coronel no daba crédito a lo que veía y con las manos en la cabeza y a punto de llorar, observaba el reguero de billetes extravagantes que componían nuestra moneda nacional.
“Yo dije que aquí se habían robado más de 10 mil millones de pesos, y él me dijo que no dijera eso a la opinión pública porque lo echaban de la Policía”, dijo la periodista.
Taryn agregó que en esa época el periodismo era unido y no se afanaba por ‘La Chiva’. Le preguntaron en la dirección del noticiero acerca de otros medios de comunicación, que de sorpresa no hacían presencia en el lugar, de manera que las únicas imágenes que se conocieron sobre la bóveda, los amordazados guardias y la lluvia de billetes, las tenía TV Hoy, y por supuesto, prohibió que se compartieran.
Perro caliente de 24 mil millones
El Teniente Carrillo, por su cercanía con la periodista Escalona, reveló que fue el primero en reconocer su participación en el “Robo del Siglo”, afirmó que él y otros oficiales que trabajaron con la banda de delincuentes, se arrepintieron pero fueron amenazados. Carrillo fue el encargado de entretener a los policías de vigilancia del sector, para que el camión abarrotado de billetes saliera del banco. Unos perros calientes y otras distracciones utilizadas por el oficial, retiraron a los uniformados y la plata salió rumbo a Colchoflex, en donde fue repartido y sin saber qué cantidad, se supo que el camión emprendió viaje al sur del Cesar.
Fueron varias las capturas que se dieron por este robo, uno de los primeros aprehendidos fue Jaime Bonilla Esquivel, a quien por muchos años lo identificaron como el cerebro de este asalto, de igual forma el gerente del banco en ese entonces también fue a prisión, estuvo cuatro años preso siendo inocente.
Curiosidades
La cantidad de humo que la “Lanza Térmica” generó en el interior del banco, tuvo que haberse filtrado por las puertas externas del edificio, de tal manera que aunque las calles quedaban solitarias el fin de semana, alguien tuvo que haberse dado cuenta, pero nadie dijo nada al parecer.
En la colchonería Colchoflex que en ese momento se tomó la base de las operaciones de los delincuentes, fue objeto de investigaciones y se determinó que desde ahí, salieron llamadas el fin de semana del robo, hacia Cali, Bogotá y otras ciudades, comunicaciones que fueron contestadas en lugares asociados con notables personalidades del país, pero el tema nunca fue ahondado.
Tiempo después del robo, se conoció que las autoridades encontraron una caleta con una gran cantidad de esos billetes, enterrada en una de las fincas de Lucas Gnecco, dirigente político del Cesar.
Grandes sumas de dinero fueron recuperadas en diligencias de allanamiento en Bogotá, Cali y Medellín.
Por Andrés Llamas Nova