La memorable actuación del patinador vallenato Carlos Jesús Pisciotti Martínez en Italia no para. Este lunes, el deportista de 17 años, siguió escribiendo su nombre en la historia del patinaje colombiano al colgarse una nueva medalla de oro en el Campeonato Mundial de Patinaje de Velocidad.

La segunda hazaña dorada se materializó en la competencia de Relevos 3 kilómetros, categoría juvenil, en la que el deportista vallenato fue el encargado de rematar hasta la meta del patinódromo del centro deportivo Alte Ceccato, de la localidad Montecchio Maggiori.

Pisciotti ya había sumado una presea dorada en la prueba de 10.000 metros puntos-eliminación y otra de plata en los 10.000 metros eliminación.

AMOR POR VALLEDUPAR Y EL CESAR

Su gran presentación en Italia es también un premio al amor de Pisciotti por Valledupar y el Cesar, ya que en un gesto que habla de su amor por su tierra y su gente eligió representar a su departamento en lugar de aceptar tentadoras ofertas de otras regiones con mejores condiciones deportivas y laborales.

“Desde pequeño he querido ser campeón del mundo, pero representando a mi departamento. Por eso quizás me han ofrecido irme a otros lados, aunque acá el apoyo es poco, he insistido en ser campeón del mundo representando a mi departamento”, dijo Pisciotti en una entrevista con EL PILÓN antes de partir a tierras europeas.

DEL BALÓN A LOS PATINES

Desde sus primeros pasos en el club Midas a los 5 años, guiado por el profesor Robertico Cuesta Murillo, hasta su arduo entrenamiento bajo la dirección de Javier Trespalacios, Pisciotti se ha forjado como un atleta de élite.

Un proceso que inició en las canchas de fútbol cuando su papá, Carlos Pisciotti, lo inscribió en una escuela, pero que rápidamente cambió de rumbo por cuenta de sus hermanas que lo fueron enamorando de los patines. Por eso estas preseas de oro también son un homenaje al club de patinaje Midas, donde encontró su pasión y su familia deportiva.

SIN APOYO LOCAL, PERO CON MUCHA PASIÓN

A pesar de las dificultades y la falta de apoyo gubernamental, Pisciotti demostró amor por Valledupar y su persistencia en quedarse en su terruño para desarrollar su carrera son testimonio del arraigo a sus raíces.

“Debes tener claro qué es lo que quieres y qué es lo que tienes que hacer para llegar donde quieres. Todo se trata de esfuerzo y si quieres hacerlo debes dar todo de ti”, cuenta Pisciotti a manera de consejo a quienes tienen el sueño que él también tuvo alguna vez.
Para colgarse los dos oros mundiales, Pisciotti llena sus días de intensos entrenamientos, sesiones en el gimnasio y dedicación en el patinódromo. El poco tiempo libre, lo disfruta jugando y viendo partidos de fútbol, su otra pasión, aunque su compromiso total está hoy con el patinaje.
“Si tengo tiempo libre, juego fútbol, pero en mi rutina diaria, cuando no estoy entrenando, estoy durmiendo o comiendo. En una semana fuerte, hago bicicleta, voy al gimnasio, duermo, voy a entrenar al patinódromo y a dormir”, señala el orgullo del barrio Primero de Mayo de Valledupar.

ORO Y PLATA

El bachiller del colegio Loperena Garupal de Valledupar no solo demostró su habilidad en el asfalto en las pruebas de sábado y lunes, sino que también acuñó su nombre en la competencia de este domingo.  En esta prueba, Pisciotti cedió la punta a Poujol Quentin, de Francia, pero derrotó a Jílek Metodej, de República Checa, para bañarse del metal plateado.  

Al ‘Rey Midas’ vallenato, como fue apodado por algunos comentaristas a nivel nacional, ratificó en Italia su buena temporada, pero aún le quedan 2 competencias más donde podrá seguir resonando el nombre de Valledupar en el mundo, como un campeón que eligió llevar sus raíces a la cima del deporte mundial.

POR: JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ / EL PILÓN