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El relato de ‘Solís Almeida’ sobre el asesinato de Consuelo Araujonoguera

Aberlardo Caicedo, exjefe guerrillero. Foto: Sergio Mcgreen

En el marco del evento Hablemos de Verdad, llevado a cabo en Valledupar por Colombia 2020 del Espectador, fue posible ver en la misma mesa sentados codo a codo a Aberlardo Caicedo, exjefe guerrillero conocido como ‘Solís Almeida’ comandante del Bloque Caribe de las Farc, y a Óscar José Ospino, alias ‘Tolemaida’, exjefe de las Autodefensas.

En medio del diálogo surgieron preguntas difíciles que los excombatientes respondieron ante el público, integrado por líderes gremiales, sociales, miembro del Estado, periodistas, entre otros, una de ellas formulada la directora del programa Colombia 2020, Gloria Castrillón Julio, quien expresó: “La sociedad vallenata tiene un interrogante”, refiriéndose al secuestro y posterior asesinato de la exministra Consuelo Araujonoguera, el 30 de septiembre de 2001 en zona rural de Valledupar.

Abelardo Caicedo, excomandante de las Farc en medio de un abrazo con Oscar Ospino, exjefe de las Autodesfensas. Foto: Sergio Mcgreen.

En una intervención de más de cinco minutos, así fue la respuesta del excomandante del Bloque Martín Caballero, ‘Solís Almeida’. Por su relevancia para el pueblo vallenato la transcribimos con precisión: “No tenía en ese momento el mando de esas unidades que hicieron esas actividad, no estaba cerca de ellos, no estuve en el momento en que ocurrieron los hechos, en el desenlace fatal, y lo que puedo decir es lo que conozco por haber estado dentro de la organización, la dirección del Bloque Caribe o Bloque ‘Martín Caballero’, y por lo tanto quiero expresar hasta donde puedo porque nosotros estamos haciendo un acercamiento con la familia a través de la Comisión de la Verdad, aspiramos a hacer un acto de reconocimiento y, por qué no, de reconciliación.

Yo quisiera aclarar esto: lo que sucedió allí, que es una acción, que podríamos decir fortuita, es decir, algo que no estaba planificado. Lo que se planificó en ese momento fue la presencia de un comando nuestro en esa carretera entre Patillal y Valledupar, para que se dieran cuenta que nosotros estábamos presentes, además para provocar el movimiento del Ejercito o de los paramilitares que estaban ubicados por Badillo para combatir.

Hay que decir que ese comando especial que se metió allí desde el Frente 59 estaba vestido igualito al Ejército: ahí no había ni una mujer y todos tenían uniformes, botas, gorras, incluidos los fusiles, o sea que cualquiera podía pasar desapercibido que era del Ejército. Lo que comentan los compañeros es que cuando estaban en ese reten la doctora Consuelo venía de Patillal y ella al ver que era el Ejército se bajó a decirles que era Consuelo Araújo, que le dieran paso. Lo que hicieron esos compañeros no fue autorizado: ellos la capturan, se la llevan hasta Guatapurí y ahí se quedan.

En un hecho, como no estaba planificado ellos no tenían ni siquiera la noción de qué era lo que estaban haciendo, del error tan grande que habían cometido, no solamente con llevársela sino con tenerla ahí, y cuando se dieron cuenta en la mañana ya tenían al Ejercito bien cerca, helicópteros por encima, desembarcando, y de ahí en adelante surgió una operación que prácticamente terminó cuando ella murió.
Ahí no hubo descansos ni de día ni de noche, ni para ellos ni para ella. Y digo lo siguiente: esto no fue autorizado por la dirección del bloque porque nosotros estamos totalmente seguros y ustedes pueden creerme que nosotros no teníamos nada absolutamente en contra de la doctora Consuelo Araújo, más bien, nosotros como organización, teníamos mucho más que agradecerle que criticarle porque fue ella, en el año 1985, quien propició aquí en el Cesar el lanzamiento del partido político Unión Patriótica (‘en Pueblo Bello’, mencionó el público), en Pueblo Bello, exactamente.

Ella recibió al camarada Adán Izquierdo, quien venía del Secretariado en ese momento y después fue comandante del 19 Frente, por ella se propició el diálogo con el entonces gobernador Rodríguez Valera, quien garantizó no solamente la seguridad de Adán, sino que además garantizó que se pudiera garantizar el evento en Pueblo Bello.

De la misma manera que colaboró para que también hubiese un encuentro entre Adán Izquierdo y los gobernadores de la costa, entonces por esto repito que tenemos muchas más cosas que agradecerle que criticarle. Ustedes dirán que si eso fue así por qué esos que la capturaron no sabían, o no respetaron lo que pudiera pensar la dirección, porque en nuestro caso en una organización como la nuestra la compartimentación de la información era total y absoluta, es decir, esos jóvenes que estaban allí, al mando esas unidades, no tenían por qué saber qué lazos o qué sentimientos de amistad podríamos tener nosotros con X o Y persona, y eso hacía parte también de la seguridad incluso de ella misma”.

Este y otros relatos fueron escuchados gracias a la iniciativa de Colombia 2020 de El Espectador, apoyada por la Embajada Alemana y en asocio con la Unión Europea, se realizó la mañana de este jueves en el hotel Sonesta.

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