Tengo que sacar a pasear el perro de mi hermana todas las noches porque siempre le dan ganas de hacer sus necesidades alrededor de las diez, parece que tuviera un reloj este animal. Le quito la correa y me siento en la banca del parque a esperar que termine de hacer su cometido.
Saco un libro y comienzo a leer tranquilamente hasta que los ladridos de Rocky me sobresaltan, salgó en su búsqueda para ver qué le pasa y lo encuentro frente a un árbol corriendo alrededor de él.
Me acerco para tratar de calmarlo pero no deja de ladrar, miro hacia el árbol y lo veo, horrorizada caigo sentada en el césped y me tapo la mano con la boca evitando que un grito brote de mi garganta.
Trato de ponerme de pie pero no lo consigo. Mis piernas tiemblan y el miedo se apodera de mi cuerpo a un ritmo acelerado que me deja catatónica.
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Abre sus horripilantes alas y me revela sus puntiagudos colmillos el terrorífico murciélago que me observa con mirada amenazante. Rocky huye asustado y de un momento a otro mis piernas reaccionan y me levanto trastabillando para escapar, pero antes de que pueda darme la vuelta para salir corriendo me muerde el cuello.
Caigo boca abajo y las lágrimas brotan de mis ojos por el desgarrador dolor. Volteo la cabeza a duras penas y su asqueroso rostro es lo último que ven mis ojos antes de quedar inconsciente y despertar en una nueva vida como una vampira.
El relato que usted acaba de leer es una de las tantas historias que durante décadas los cesarenses han transmitido por medio de la oralidad sobre el peligro de los murciélagos, su relación con el vampirismo y el terror que infunden esos mamíferos que en realidad son quienes conservan la biodiversidad porque en sus desplazamientos llevan todo tipo de semillas que contribuyen a la extensión de los bosques en las latitudes medias y tropicales.
Pueden dispersar más de 30.000 semillas en una noche, son polinizadores y se encargan de controlar por medio de su dieta alimenticia el número de mosquitos e insectos dañinos para la agricultura y el ser humano según Jesús Pacheco, biólogo de la Universidad del Tolima.
El murciélago es el único mamífero volador que tiene hábitos nocturnos debido a que sale de su refugio al atardecer para recorrer el espacio donde habita en busca de alimento o pareja, luego regresa antes del amanecer para descansar durante el día.
De acuerdo con Pacheco en la ciudad de Valledupar esta especie vive: en los techos de las casas, en rendijas, ladrillos huecos, cornisas, y entre vigas y tejas. Al aire libre se les encuentra debajo de los puentes, en los huecos de árboles viejos y sus follajes.
Estos animales que también son llamados quirópteros son maltratados por la ciudadanía porque les temen por su particular aspecto, arraigadas creencias provenientes de Europa que exponen a esta especie como la personificación de Satanás, objeto de hechicería; además de la representación de hombres mitológicos que se transforman en murciélagos para chupar la sangren de las personas.
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La ciudadana Camila Estrada, asegura que en su niñez le temía a estos mamíferos porque familiares y amigos contaban historias terroríficas sobre vampiros que tomaban la forma de esta especie para atacar a la gente.
LOS MAMÍFEROS VOLADORES
Los murciélagos pertenecen a la familia de los quirópteros que son mamíferos nocturnos cuyas extremidades superiores son alas y utilizan la ecolocalización, debido a que su vista es limitada.
Este sistema de percepción consiste en la emisión de sonidos que producen ecos que a su retorno transmiten al cerebro a través del sistema nervioso auditivo del animal la ubicación de obstáculos, la localización de las presas o encontrar pareja según el experto.
Esta familia cuenta con más de 1.100 especies que representan el 20 % de los mamíferos de la tierra. Viven en la mayoría de las regiones del planeta con excepción de algunas islas oceánicas aisladas y las zonas más frías de los hemisferios debido a que habitan generalmente en lugares de clima tropical y templado.
Viven en países como: Portugal, Irlanda, Noruega, Japón, Australia, Indonesia, Venezuela, México, entre otros. De acuerdo con el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt, Colombia es el segundo país en el mundo con mayor diversidad de especies de murciélagos debido a que alrededor de 200 viven en el territorio nacional.
El 70 % de esta especie se alimenta de frutas, flores, hojas, néctar, y polen. El 30 % son insectívoros, pueden llegar a comer aproximadamente de 300 a 400 insectos por hora porque su dieta se basa principalmente en invertebrados. La bióloga Emilia Vargas, asegura que solo existen tres especies que son hematófagas las cuales consumen sangre de ganado. La más común es la Desmodus rotundus, que suelen llamarlo el vampiro común.
Los murciélagos se reproducen en cualquier época del año pero generalmente lo hacen durante la primavera cuando tienen mayor posibilidad de encontrar comida. Mayoritariamente nace una sola cría que depende de seis a cuatro meses de la leche de su madre.
Cuando las alas del murciélago están completamente desarrolladas se va del nido en busca de alimento. Las hembras tienen la capacidad de almacenar semen y utilizarlo para su ovulación cuando haya las condiciones ambientales favorables para las crías según Pacheco.
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UN ASPECTO ‘TERRORÍFICO’ DE CINE
Sus alas cartilaginosas con pequeñas cantidades de calcio que tienen similitudes con los huesos de los dedos humanos, su rostro prominente con diminutos pelos, colmillos y orejas puntiagudas, su capacidad para dormir suspendido de cabeza en los techos, además de ser un cazador nocturno que vuela sigilosamente en la noche son las principales características que asustan a los vallenatos según la ciudadana Helena Camargo.
Camargo comentó que esta especie es juzgada por su apariencia por la mayoría de la población debido a que tiene similitudes con un roedor que tiene la capacidad de volar. Asegura que cuando era niña sus abuelos le contaban que los murciélagos que “le chupaban la sangre” a las personas morían. Dijo que durante muchos años les tuvo temor.
Por otro lado José Vergara estudiante del programa de Derecho de la Universidad de Santander, Udes, afirma que el cine ha influenciado en las creencias de las personas con respecto a este animal.
Por medio de películas de terror como Drácula los ciudadanos han adoptado mitos y leyendas de los países europeos que se han convertido en los enemigos de los murciélagos porque los asocian con el mal, la oscuridad y con seres de otros mundos que toman la forma de esta especie.
De acuerdo con los cesarenses desde que Bram Stoker en 1897 publicó su novela que lleva por nombre Drácula, sobre hombres que se alimentan de sangre para sobrevivir y tienen la capacidad de transformarse en murciélagos que cazan en las noches a sus víctimas, el temor hacía los quirópteros se propagó en la población.
Esta novela inspirada en la historia del conde rumano Vlad “El Empalador”, sembró un rechazo hacia estos mamíferos que en su mayoría se alimentan de insectos y frutas según Jesús Pacheco, biólogo de la Universidad de Tolima.
UNOS ALADOS INCOMPRENDIDOS
Por el desconocimiento de la población sobre las cualidades y funciones de los murciélagos en la ciudad de Valledupar son atacados indiscriminadamente según Camargo. Esta especie que se alimenta principalmente de frutos es el mamífero distribuidor de semillas y polinizador del cual dependen las plantas para reproducirse en otras áreas y asegurar el equilibrio ecológico en un bosque como también en el área urbana.
El quiróptero que vive alrededor de 20 años también regula las poblaciones de insectos y mosquitos que su mayoría afectan a la población de acuerdo con la bióloga Emilia Vargas.
Los expertos aseveran que el vampiro común Desmodus rotundus, de patas peludas Diphylla ecaudata y el de alas blancas Diaemus youngi son las únicas tres especies de murciélagos que consumen sangre de ganado u otros animales de finca. De las más de 1.000 especies solo el 0,3 % es vampiro o hematófago, los demás consumen insectos o varios tipos de frutas según los expertos.
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Dentro de la saliva de estos quirópteros hay una proteína anticoagulante que tiene por nombre ‘Draculina’ la cual está siendo estudiada porque podría contar con características que podrían contribuir al tratamiento de enfermedades circulatorias y vasculares de acuerdo con Pacheco.
Investigadores de las universidades de Leeds y Southampton en Inglaterra y Strathclyde en Escocia, están investigando cómo los murciélagos utilizan los sonidos para localizar objetos para crear sistemas médicos de ultrasonido más sensibles, desarrollar nuevas técnicas para la búsqueda de petróleo y fabricar implantes para personas sordas.
La especie mitificada por el cine y las leyendas, constantemente es vista por los cesarenses con temor y en algunos casos con repudio porque desconocen los beneficios que brinda, su valor en el ecosistema y su labor como regulador de las plagas de insectos y mosquitos que producen enfermedades perjudiciales como el dengue que afectan la salud de los cesarenses.
Las creencias populares son las principales enemigas de este mamífero que se ha desplazado por la destrucción de su hábitat a la ciudad y se ha adaptado al área urbana como un huésped que vive en la oscuridad para beneficiar con su dieta y propiedades a la humanidad.
POR: NAMIEH BAUTE BARRIOS/ EL PILÓN
NAMIEHDAYANA@GMAIL.COM