Para nadie es un secreto que el buscador virtual Google, es el aliado número uno de los estudiantes a la hora de investigar.

Constantes campañas de motivación para que los estudiantes se acerquen a los libros de consulta, adelantan las pocas bibliotecas públicas de Valledupar, cuyos administradores coinciden en que la poca asistencia se debe al auge del internet.

Alfonso Arrieta, gerente de la Biblioteca de la sede Consuelo Araujo Noguera, del Banco de la República de Valledupar, quien lleva 12 años en el cargo, dijo que ha generado distintas actividades para generar motivación y entusiasmo en los niños y jóvenes para que investiguen en los libros.
Talleres, conferencias y seminarios, que además de ser gratis, incentivan a los jóvenes a la lectura, se promueven en las distintas áreas de la biblioteca del banco que cuenta con una Sala de referencia, una Sala general donde se encuentran, además la oficina de préstamo externo, cuatro computadores tres cubículos de audio y video, así como sillas y mesas para 120 personas cómodamente sentadas.

Este lugar también tiene una Sala infantil con capacidad para 50 niños y un pequeño taller de artes infantil con capacidad para 20 donde se programan todo tipo de actividades relacionadas con las artes plásticas y las manualidades.
Existe asimismo una Sala múltiple, donde se realizan actividades como talleres, seminarios, conversatorios, conferencias, presentación de libros y exposiciones itinerantes.

¿Qué le hace falta a las bibliotecas de Valledupar?
Arlis Beltrán, encargada de la sala patrimonial de la biblioteca Rafael Carrillo Luque, asegura que “a las bibliotecas de la ciudad lo que les hace falta es crear más cultura de pertenencia en las personas, en los ciudadanos y usuarios, muchas personas a pesar de la divulgación que tenemos, del auge no se apropian de lo que tenemos, de todo lo que representamos; acá en la biblioteca realizamos talleres, presentamos actividades para el bienestar de los jóvenes e incentivar la lectura”.

El Gerente del Banco de la República sostiene que la ciudad debería abrir más bibliotecas en zonas de barrios con bajos recursos, ya que muchos no tienen los recursos suficientes para acercarse a las bibliotecas ubicadas en el centro.

La licenciada experta en temas educativos y columnista de este medio, Giomar Guerra Bonilla, frente al alejamiento que ha generado el internet hacia los libros por parte de los niños y jóvenes, señala que “estos medios como todo, tiene sus ventajas, pero el gran problema es que no hay una dirección ni control de parte de la familia, ni de las instituciones”.
A la vez lamentó que se haya perdido en muchos estudiantes el espíritu investigativo y se hay perdido la magia de meterse horas y horas en una biblioteca a escudriñar libros y matándose la cabeza por buscar una tarea.

Dijo la educadora que “Muchos padres se sienten encantados cuando dicen “mi hijo tienen un computador o una tablet, pero no miden que se afecta la unidad familiar, ya no es como antes que padres e hijos se reunían en torno a la mesa a compartir. Ya eso no se da porque el niño esta en sus juegos entretenido y los papás en el trabajo”.

Otro de los aspectos que tocó Guerra Bonilla, tiene que ver con el idioma. “Los aparatos pero sobre todo, las redes sociales, influyen en el idioma porque hay muchos sustantivos que los jóvenes los han convertido en verbos y eso va a influir en su expresión oral y en su escritura porque no es la misma lectura la que hace el equipo, que la que el estudiante hace directamente de los libros. En un computador, no se degusta la lectura”.

Finalmente dijo Giomar que con el internet, además se coarta la relación social. “Ahora piden hasta permiso por el teléfono o el computador”.