En los días recientes, Valledupar y otras ciudades del departamento del Cesar han sentido con intensidad varios sismos originados en Venezuela, específicamente en la zona de Mene Grande, estado Zulia. Este fenómeno ha generado preocupación en la población y una revisión urgente de los protocolos de prevención y respuesta.
Para entender las causas de estos movimientos, sus implicaciones y las recomendaciones para la comunidad, EL PILÓN entrevistó a Carolina Martínez Mendoza, geóloga vallenata, magíster en Geología de Curtin University (Australia), estudiante doctoral y docente del Departamento de Física y Geociencias de la Universidad del Norte.
¿Por qué se sienten tan intensos los sismos con epicentro en Venezuela?
Carolina Martínez explica que “el sismo fue somero y cercano a la frontera, lo que facilita que las ondas sísmicas viajen con mayor intensidad a través del margen norte andino caribeño, conocido como el Sistema de Fallas de Oca-Ancon, que conecta el área de Maracaibo con el Caribe colombiano”.
Además, la geóloga señala que “la cuenca del Cesar-Ranchería y la planicie aluvial de Valledupar tienen sedimentos más blandos, los cuales amplifican el movimiento de las ondas, y por eso se sienten con más fuerza estos movimientos”. Esta amplificación en suelos blandos hace que la percepción local sea de movimientos más fuertes.
Profundidad superficial y posibles daños en Valledupar
Respecto a las implicaciones del sismo por su profundidad, Martínez comenta que “el que sea superficial genera que se sientan como intensos; sin embargo, el potencial de daños sería ligero a moderado, especialmente en estructuras no reforzadas y en suelos muy blandos“.
La geóloga enfatiza la vulnerabilidad existente en zonas con edificaciones sin refuerzo adecuado, que pueden sufrir daños importantes aunque el sismo no sea de gran magnitud.
Martínez afirma que “no significa un peligro inminente para Valledupar, sino que existe una probabilidad de percibir más temblores si vuelve a temblar en Zulia”. La vulnerabilidad local está más relacionada con la exposición a ondas amplificadas en el terreno que con la ocurrencia de grandes sismos en la región.
¿Por qué no hay sismos frecuentes en Valledupar, pero sí se perciben fuertes?
Martínez esclarece que “no hay sismos generados directamente en Valledupar, pues es una planicie aluvial sin fallas activas de ruptura frecuente como las de los bordes de placas tectónicas”. Sin embargo, añade que “las ondas superficiales de eventos regionales someros, sumadas al tipo de suelo, amplifican la energía liberada, y por eso se perciben como fuertes”.
Mitos sobre sismos y temperatura
Finalmente, la geóloga desmonta la creencia de que hay relación entre percepción de calor o altas temperaturas y los sismos, indicando que “no hay una relación demostrable entre el calor y los sismos; estos son producto de movimientos tectónicos donde profundidad y fallamiento son los factores que los controlan”.
Los fenómenos sísmicos que, aunque no frecuentes, requieren vigilancia constante en Valledupar y la región del Cesar. La acción coordinada entre autoridades y sociedad es esencial para minimizar riesgos y garantizar la seguridad de todos.
Recomendaciones para Valledupar y la región
Cuando una persona percibe un temblor, una técnica fundamental para protegerse es buscar un espacio seguro siguiendo el concepto del “Triángulo de la Vida”. Esta estrategia consiste en situarse junto a un objeto robusto y estable, como un mueble fuerte o una columna, donde se forma un espacio triangular que puede quedar libre de escombros durante el colapso parcial de una estructura. En ese lugar, el cuerpo queda protegido de posibles aplastamientos. Es importante cubrirse la cabeza y el cuello con los brazos para evitar lesiones.
Esta recomendación está basada en recomendaciones de la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (UNGRD) y experiencias sísmicas y es especialmente útil en entornos donde los edificios no cuentan con refuerzos adecuados. Además, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) resalta como fundamental evitar ubicarse debajo de ventanas o puertas, mantenerse alejado de objetos que puedan caer y, en la medida de lo posible, refugiarse en zonas abiertas o diseñadas para proteger a las personas en caso de sismos.
La geóloga recomienda a las autoridades que “se realice una microzonificación sísmica urbana y se revisen y refuercen edificaciones esenciales como hospitales y colegios”. Además, Martínez sugiere que “desde los colegios se realice educación sobre la generación de sismos y cómo actuar durante un terremoto“.
También solicita que “la alcaldía integre reportes del Servicio Geológico Colombiano (SGC) y de otras entidades para evaluar intensidades y realizar monitoreos post-evento”. En Colombia, el SGC mantiene una red de reportes que recopila información diaria de eventos sísmicos en el país y facilita la gestión local.
Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN










