X

Despedida

Próximos al final de la guerra fratricida ya se vislumbra en el horizonte la llegada de la reconciliación y el inicio del proceso para consolidar la paz. La ejecución de los acuerdos será más un desafío regional, departamental y local que nacional, y exigirá mandatarios comprometidos, capaces de construir equidad, inclusión y bienestar.

Algunas amigas y amigos me han postulado como precandidato a la alcaldía de Valledupar por considerar, amablemente, que reúno el perfil del gobernante que requiere la ciudad para estos tiempos. He aceptado esta designación y entro, con entusiasmo y la nariz tapada, a enfrentar con coraje esta vorágine de ofensas, calumnias y chantajes en que se han convertido las campañas electorales.

Vuelvo a cabalgar sobre Rocinante por las calles, barrios y corregimientos de mi tierra, acompañado de jóvenes, amas de casa, profesionales, empresarios, campesinos, trabajadores, vendedores ambulantes, indígenas y afrodescendientes dispuestos a ejercer el enorme poder del voto en su propio beneficio.

No es tiempo de aprensiones sino de compromiso con la ciudad que me vio nacer y con su gente laboriosa y alegre. Yo creo en Valledupar. Sueño con sus niños y niñas disfrutando de buenas guarderías y oportunidades, a sus mujeres con iguales derechos que los hombres, y a su gente caminando segura, sin temor a un atraco, por amplios andenes arborizados.

Sé que será una tarea ardua, temeraria, porque me tocará enfrentar a fuerzas que no le tienen miedo a nada, ni siquiera a la Ley. Pero me motiva el deseo de cambio de los vallenatos y la sabiduría de esa mujer que me susurró al oído: -Rodo, no importa que algunos no te conozcan. A los politiqueros los conocen más, pero a ellos y a los pañales hay que cambiarlos con frecuencia y por la misma razón.

A los pesimistas que me dan pocas posibilidades de éxito, les recuerdo aquella simpática anécdota de Alejandro Durán quien viajando en un bus rumbo a Valledupar le comentó, a la señora sentada a su lado, que iba a presentarse al Festival, y esta le dijo: -Usted manda cáscara, ¿Va a competir con Luis Enrique, Colacho y Alejo? El Negro Durán le contestó con socarronería: -Voy es a exhibirme.

Así las cosas, no puedo continuar escribiendo en este importante medio. No quiero ningún tipo de ventajas frente a mis competidores. Ni que se ligue mi candidatura a algún grupo familiar. Soy un hombre decente, moderno. Un ciudadano autónomo, libre e independiente, que aspira a compartir estos rasgos con todos los vallenatos.

Mil gracias a El Pilón por su generosa hospitalidad y mi gratitud enorme con los lectores de esta columna por su infinita paciencia. La prensa debe ser independiente y libre. Distante de las triquiñuelas politiqueras y de los que tienen o buscan el poder.
@rodoquinteromer

Rodolfo_Quintero_Romero: