El departamento del Cesar enfrenta una preocupante crisis de desnutrición infantil que se ha intensificado en lo que va del año 2025. Hasta el 2 de julio, se han registrado 512 casos de desnutrición aguda moderada y severa en niños menores de cinco años, lo que representa un aumento del 4 % en comparación con el mismo período del año 2024, según datos del Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila).
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Este incremento ubica al Cesar en el octavo lugar a nivel nacional entre 31 entidades territoriales en número de casos de desnutrición infantil, reflejando un problema de salud pública que afecta a una población vulnerable y que requiere atención urgente.
Municipios con mayor incremento de casos
El aumento de casos no es homogéneo en todo el departamento. Algunos municipios presentan incrementos alarmantes en comparación con el año anterior. Por ejemplo, Curumaní pasó de 1 a 12 casos, lo que representa un aumento del 1.100 %. Pailitas también registró un crecimiento significativo, pasando de 3 a 7 casos, con una variación del 133 %. La Paz incrementó sus casos de 4 a 9, un aumento del 125 %.
De igual forma, El Paso y Tamalameque vieron cómo sus cifras subían de 6 a 13 casos, lo que equivale a un 117 % más. Río de Oro duplicó sus casos, pasando de 2 a 4. Chimichagua aumentó de 8 a 14 casos, mientras que La Gloria pasó de 3 a 5. Bosconia también reportó un incremento, de 7 a 11 casos, y Manaure de 2 a 3.
En Aguachica, los casos subieron de 18 a 26. Chiriguaná presentó un leve aumento, pasando de 3 a 4 casos. Por último, Valledupar, la capital del departamento, registró un incremento considerable, pasando de 108 a 144 casos en el último año. Este panorama refleja un desafío importante para la salud pública local, especialmente en municipios rurales y con población indígena.
Prevalencia y factores asociados
La prevalencia de desnutrición en el Cesar es alta en comparación con el promedio nacional. Con 512 casos entre 118.438 niños de 0 a 4 años, la tasa es de 0,43, mientras que la prevalencia nacional es de 0,32. Además, el 92 % de los niños afectados pertenecen al estrato socioeconómico 1, y el 94 % están afiliados al régimen subsidiado de salud, lo que evidencia la relación directa entre pobreza, exclusión social y desnutrición.
Un dato preocupante es que el 21% de los casos son reincidentes, es decir, 108 niños que han sido diagnosticados persisten con desnutrición aguda, lo que indica dificultades en el seguimiento y tratamiento efectivo de estos menores.
Barreras para la atención y estrategias
La secretaria de Salud del Cesar, Georgina Sánchez, explicó a EL PILÓN que el aumento en los casos se debe en parte a “una mejor detección en zonas rurales, donde el equipo de salud ha logrado llegar con programas de seguimiento intensivo”. Sin embargo, muchos de estos niños y poblaciones enfrentan barreras culturales y logísticas, como la falta de asistencia de las familias a las citas médicas y nutricionales, y la dificultad para acceder a comunidades indígenas en la Sierra Nevada y la Serranía del Perijá debido a problemas de idioma y documentación. Información que corrobora IPSI Wintukwa en su rendición de cuentas 2024.
Para superar estas dificultades, la Secretaría de Salud ha implementado un programa semanal de revisión de casos, que involucra a EPS, secretarías municipales y departamentales, y médicos tradicionales indígenas, buscando una mayor aceptación y seguimiento en estas comunidades.
Impacto y respuesta institucional
Aunque el Cesar ha logrado avances en la reducción de la mortalidad infantil por desnutrición, el problema persiste con cifras preocupantes. En lo que va de 2025, se han reportado muertes infantiles asociadas a desnutrición, sumándose a un contexto nacional donde la región Caribe, incluyendo Cesar, es una de las más afectadas en Colombia.
El Gobierno del Cesar ha presentado estrategias para combatir la desnutrición, enfocadas en la coordinación interinstitucional, educación a las familias y fortalecimiento de la atención en salud, con el objetivo de reducir la mortalidad y mejorar la nutrición infantil.
No obstante, la Secretaría de Salud de Valledupar, la capital del departamento y municipio que presenta incremento de casos, no ha respondido aún a solicitudes de información sobre las acciones específicas que está ejecutando para enfrentar el incremento de la desnutrición.
La desnutrición infantil en el Cesar es una crisis que requiere atención urgente y coordinada. El aumento de casos, especialmente en municipios rurales y con población indígena, junto con las barreras culturales y de acceso a servicios de salud, complican la situación. Las estrategias implementadas por la Secretaría de Salud departamental buscan mejorar la detección y el tratamiento, pero es necesario fortalecer aún más la articulación institucional y la educación comunitaria para garantizar que los niños afectados reciban la atención adecuada y evitar que esta problemática siga cobrando vidas en el departamento.
Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN
