La discapacidad, según la Real Academia Española, es una condición que enfrenta a una persona a barreras significativas que limitan su participación plena en la sociedad. Cada 3 de diciembre, el mundo conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad para reconocer esos desafíos, pero también para visibilizar los procesos de inclusión y los esfuerzos de quienes trabajan por una sociedad más accesible.
En Colombia
En el país, alrededor de 2,65 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad. En el Cesar, según datos de la Secretaría de Salud Departamental, cerca de 60 mil ciudadanos presentan alguna limitación física, sensorial o cognitiva. En este escenario, el deporte adaptado se ha convertido en un puente hacia la participación y el reconocimiento.
Entre las organizaciones que sostienen ese trabajo silencioso destaca Livicesar, la Liga Deportiva de Limitados Visuales del Cesar, cuyo rol cobra aún más relevancia ahora que Valledupar será sede de los Juegos Parasuramericanos 2026.
Livicesar: un proyecto que abre caminos
Livicesar es la liga departamental encargada de promover disciplinas para personas con discapacidad visual, tales como el ajedrez, judo, fútbol 5 para ciegos o golbol. A lo largo del último año, la organización ha logrado avances significativos pese a las dificultades de acceso y apoyo institucional.
El presidente de la liga, Albeiro Castro, explica que en 2024 Valledupar fue sede de un zonal nacional asignado por la Federación de Deportes de Personas con Discapacidad Visual. “Entre finales de junio y comienzos de julio desarrollamos aquí el evento de fútbol y goalball. Fue un logro enorme para una liga que está apenas consolidándose”, señala.
La liga ha representado al Cesar en múltiples Juegos Nacionales Paralímpicos y acumula en su trayectoria medallas de oro, plata y bronce en distintas ediciones.
La motivación, explica Albeiro, es tan sencilla como profunda: “A pesar de que tenemos una limitación, queremos estar incluidos. El deporte nos permite mostrar que también podemos y que merecemos los mismos espacios”.
La historia del goalball: un deporte que llegó para quedarse
El goalball, considerado hoy el deporte bandera para personas con discapacidad visual, nació en Europa después de la Segunda Guerra Mundial como herramienta de rehabilitación. Las competencias oficiales comenzaron en la década del 70 y su expansión llegó a América a través de Brasil, el país más dominante de esta disciplina.
En Colombia, las prácticas iniciaron hacia el año 2000 y hoy forma parte estable del calendario paralímpico nacional. En el Cesar, sin embargo, el proceso es reciente y está lleno de retos.El golbol cambia vidas
El impacto del deporte adaptado va más allá de la competencia. Para muchos atletas de Livicesar, el golbol ha sido una forma de reconstruir identidad, ganar autonomía y desafiar los estigmas que pesan sobre la discapacidad visual.
“Lo más bonito del golbol es que permite demostrar capacidades y no barreras”, comenta Carmen Elena Andrade, jugadora de goalball. Su compañera Ludis Daza coincide: “Yo pensaba que no tenía la capacidad, pero Albeiro insistió. Hoy agradezco que me haya motivado, porque este deporte me cambió la vida”.
“El golbol nos permite sentir que vemos: vemos con las manos y con los oídos”, explica Carmen Elena. Para ella, el deporte se ha convertido en un espacio donde las barreras dejan de importar: “Aquí no existen límites. Todos estamos en igualdad de condiciones y eso llena muchísimo”.
Para otros, como Cristóbal Ospino, el golbol fue incluso una puerta de regreso a la vida después de perder la visión. “Ese día me pasó de todo, me pegaron balonazos por todos lados, pero ahí me enamoré del deporte”, recuerda entre risas. “Me enseñó que con exigencia se pueden lograr resultados”.
Los desafíos
Sin embargo, el camino no ha sido fácil. Los atletas han tenido que pagar de su propio bolsillo elementos como arcos, vallas y balones. La falta de escenarios adecuados ha sido uno de los mayores obstáculos.
“No hay una cancha específica para golbol o fútbol 5. Podemos entrenar, pero solo cuando queda un espacio libre. Lo único que pedimos es que se nos tenga en cuenta”, reclama Albeiro Castro.
Expectativa parasuramericana: Valledupar frente a un reto histórico
Valledupar será sede de los Juegos Parasuramericanos 2026, un evento continental que reunirá a miles de deportistas con discapacidad. Para Livicesar, esta oportunidad puede marcar un antes y un después.
“Vamos a aprovechar esa circunstancia. El golbol y el fútbol 5 vienen como deportes bandera”, afirma Albeiro. El impacto no será solo deportivo: los líderes de la liga coinciden en que la visibilidad que traerá este evento puede derribar estigmas profundamente arraigados.
Además de competir, Livicesar espera que estas justas sirvan como presión positiva para que el municipio y el departamento avancen en infraestructura deportiva adaptada. “Se necesita una cancha específica, con medidas y adaptaciones. Ya estamos gestionando, pero falta más apoyo”, puntualiza el presidente de la liga.












