La banda de cuatreros llega a las fincas por la tardecita en las zonas de San Diego y Codazzi, llegan hombres con armas de fuego reducen a la impotencia a los trabajadores y salen por la vías nacionales.
Ganaderos de los municipios de San Diego y Codazzi piden más acompañamiento de las autoridades para evitar que se sigan presentando los casos de abigeato por parte de una banda de cuatreros que tiene azotada la zona.
Los predios más afectados son los que colindan con las vías públicas, que deberían ser más fáciles vigilar por parte de la fuerza pública. El caso más reciente ocurrió en la finca Los Delirios, donde los delincuentes sacrificaron varios animales en los corrales.
“Antes de anoche fui víctima del hurto de seis novillos de un lote de ganado que tengo en una finca arrendada ubicada en la vía que de San Diego conduce a Codazzi. La banda de cuatreros llega a las fincas por la tardecita y con armas de fuego reducen a la impotencia a los trabajadores, recogen los ganados y de inmediato sacrifican todo el que pueden, y luego salen en vehículos por las vías nacionales hasta los expendios clandestinos”, manifestó el propietario del predio.
Los ganaderos reclaman a la fuerza pública controles más eficaces y labores de inteligencia para contrarrestar ese flagelo.
La banda de cuatreros llega a las fincas por la tardecita en las zonas de San Diego y Codazzi, llegan hombres con armas de fuego reducen a la impotencia a los trabajadores y salen por la vías nacionales.
Ganaderos de los municipios de San Diego y Codazzi piden más acompañamiento de las autoridades para evitar que se sigan presentando los casos de abigeato por parte de una banda de cuatreros que tiene azotada la zona.
Los predios más afectados son los que colindan con las vías públicas, que deberían ser más fáciles vigilar por parte de la fuerza pública. El caso más reciente ocurrió en la finca Los Delirios, donde los delincuentes sacrificaron varios animales en los corrales.
“Antes de anoche fui víctima del hurto de seis novillos de un lote de ganado que tengo en una finca arrendada ubicada en la vía que de San Diego conduce a Codazzi. La banda de cuatreros llega a las fincas por la tardecita y con armas de fuego reducen a la impotencia a los trabajadores, recogen los ganados y de inmediato sacrifican todo el que pueden, y luego salen en vehículos por las vías nacionales hasta los expendios clandestinos”, manifestó el propietario del predio.
Los ganaderos reclaman a la fuerza pública controles más eficaces y labores de inteligencia para contrarrestar ese flagelo.