Una delegación de más de 15 jóvenes del programa Jóvenes en Paz de Valledupar participó en la Asamblea Nacional de Juventudes, desarrollada entre el 19 y 21 de diciembre en Barranquilla. El encuentro reunió a más de 3.000 participantes de todo el país, quienes debatieron propuestas en mesas temáticas sobre educación, arte y paz.
El evento se desarrolló en medio de la transición administrativa del programa, que en Valledupar cuenta con cerca de 1.620 beneficiarios en etapa de preingreso, según Jorge Bustos, enlace regional en el Cesar.
Bustos explicó que la iniciativa es un programa de atención integral dirigido a jóvenes de 14 a 28 años en zonas históricamente olvidadas por el Estado. “Una vez superan ese mes 12, firman un acuerdo de voluntariedad para continuar, porque el programa no se acaba, sigue adelante”, aclaró Bustos, quien destacó que esta participación en la Asamblea Nacional de Juventudes es una fiel muestra de su continuidad.
Bustos relató que, aprovechando el retorno a la presencialidad en los territorios, capacitaron a los jóvenes sobre herramientas de participación juvenil, el subsistema nacional y el Estatuto de Ciudadanía Juvenil. Esto permitió seleccionar a 15 líderes de diversos puntos de Valledupar para asistir al encuentro en Barranquilla. “Es un hecho inédito que jóvenes de la ruralidad y sectores estigmatizados lleguen a una asamblea con más de 3.000 participantes de todos los estratos y partidos, aportando argumentos e ideas con voz representativa. Nos emociona ver el impacto social en sus vidas, y acciones como esta combaten la estigmatización que aún persiste por desconocimiento”, enfatizó.
Propuestas desde economías creativas
Ailyn Mendoza, de 19 años y residente en el corregimiento de Atánquez, intervino en la mesa de Economías creativas, populares y comunitarias. Propuso laboratorios creativos con educación, financiamiento y acompañamiento estatal.
“Planteamos crear economías desde la iniciativa de los jóvenes. Todo debe comenzar con educación: capacitaciones sobre cómo crear emprendimientos”, explicó Mendoza. Destacó la necesidad de visibilidad para artesanos locales: “En Atánquez hay talento en mochilas y tejidos, pero falta marketing para vender nacionalmente”.
Mendoza, estudiante de Licenciatura en Lenguas Extranjeras en la Universidad del Magdalena, impulsa un emprendimiento de accesorios hechos a mano. Invitó a otros jóvenes a unirse: “Es una labor bonita en las comunidades. Los invito a conocer y apoyar el programa”.
Apoyo al talento artístico local
Simón Andrés Zuleta, conocido como Simón Rap, de 22 años y del barrio Lorenzo Morales, participó en la mesa de Arte y expresiones culturales. Criticó la preferencia por artistas foráneos en eventos locales y propuso un comité de monitoreo.
“No cabe que contraten artistas de afuera y olviden el talento local. Propusimos que el 50% de los participantes en eventos sean del territorio, pagándoles lo que valen”, afirmó Zuleta, estudiante de psicología y técnico en cocina del SENA.
En Lorenzo Morales operan unos 50 jóvenes del programa, donde Zuleta ejerce liderazgo artístico mediante freestyle para influir positivamente.
Diálogos por la paz en barrios
Osvaldo Camacho, de 22 años y del sector Nando Marín, defendió en la mesa de Juventud, Paz y Seguridad la creación de mesas de diálogo para resolver conflictos. “Si no hay canales para hablar, la violencia aumenta. En Nando Marín hay 100 a 120 jóvenes en el programa“, dijo.
Camacho señaló cambios positivos: “Antes había consumo y hurtos; ahora los jóvenes se ocupan y dialogan con la comunidad“. Aspira a estudiar Ingeniería de Sistemas en la UNAD.










