En un potrero del corregimiento de Mariangola, zona rural de Valledupar, fueron hallados sin vida la tarde del miércoles 24 de septiembre, Nelson García Quintero, de 54 años, administrador de un parqueadero, y Juan Pablo Pacheco Navarro, de 35, de oficio mulero, ambos oriundos de Ocaña, Norte de Santander. Los cuerpos permanecen en las instalaciones de Medicina Legal de Valledupar mientras avanzan las investigaciones para esclarecer el crimen.
De acuerdo con las primeras versiones, García había viajado al municipio de Bosconia en compañía de Pacheco, con el propósito de comprar un vehículo, pero en el trayecto habría sido interceptado y despojado de una fuerte suma de dinero. El automóvil en el que se movilizaba fue encontrado abandonado en ese mismo municipio. Se conoció que las cámaras de seguridad de un hotel de Bosconia captaron el momento en que ambos hombres abordaron otro carro, al parecer, en compañía de las personas que les iban a vender el vehículo.
El teniente coronel Hernán Mauricio Torres, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Valledupar, informó que el hallazgo se produjo el miércoles hacia las 5:00 de la tarde en el kilómetro 72, a unos 400 metros de la vía principal. “Al llegar las patrullas se encontraron los cuerpos en un potrero. La Policía Judicial inició los actos urgentes y la recolección de pruebas para establecer las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrieron estos hechos”, indicó el oficial.
Lea: Caen 12 del Clan del Golfo: usaban menores para distribuir drogas y estarían ligados a 15 homicidios en el Cesar: Crimen en zona rural de Valledupar: doble homicidio de ocañeros vinculado a presunta estafa por compra de vehículoFamiliares de Nelson García descartaron que el hombre tuviera vínculos con actividades ilegales y pidieron respeto por su memoria. “Era un hombre muy trabajador y honrado. Queremos que se limpie el nombre de mi papá y que se haga justicia”, expresó su hija.
Otra pariente agregó que García era ampliamente conocido en Ocaña por su labor en un parqueadero, donde trabajaba día y noche, también relató los últimos movimientos de la víctima: “El vehículo que iban a comprar era para negocio, compra y venta. Esa fue la última comunicación que tuvimos con él; al día siguiente lo llamábamos y no contestaba”.
Las autoridades no descartan que el doble homicidio esté relacionado con un robo durante la presunta negociación del vehículo y continúan recopilando material probatorio para dar con los responsables.
Redacción judicial / EL PILÓN











