AP — El médico de Michael Jackson fue declarado culpable de homicidio involuntario luego de un juicio que lo mostró como un profesional imprudente que administró la dosis letal de un poderoso anestésico que mató al superastro del pop. El veredicto contra el doctor Conrad Murray marcó el último capítulo en una de las tragedias […]
AP — El médico de Michael Jackson fue declarado culpable de homicidio involuntario luego de un juicio que lo mostró como un profesional imprudente que administró la dosis letal de un poderoso anestésico que mató al superastro del pop.
El veredicto contra el doctor Conrad Murray marcó el último capítulo en una de las tragedias más espeluznantes de la cultura pop: la muerte del Rey del Pop en la víspera de una serie de conciertos que marcaría su regreso a los escenarios.
Varios integrantes de la familia Jackson, incluyendo su hermana LaToya lloraron después de que el veredicto fue leído.
“Michael estaba viéndonos”, dijo La Toya, ayer a The Associated Press al salir de la corte.
La madre del cantante, Katherine Jackson, dijo que siempre pensó que este sería el resultado del juicio.
Murray apenas reaccionó ante su sentencia. Fue esposado y arrestado sin derecho a fianza hasta su sentencia el 29 de noviembre. Parecía tranquilo cuando los policías lo retiraron de la sala de la corte.
Hubo un alarido en la sala cuando se leyó el veredicto, y la multitud fuera de la corte estalló. El jurado deliberó menos de nueve horas, tras las cuales el cardiólogo, de 58 años, fue declarado culpable por cada uno de los integrantes.
Murray enfrenta hasta cuatro años de cárcel y podría perder su licencia para ejercer la medicina.
Los abogados del médico se retiraron de la Corte sin hacer declaraciones.
Jackson murió el 25 de junio de 2009 y los detalles de sus últimos días fueron inciertos varios meses.
La historia completa, empeoró, finalmente emergió durante el juicio de seis semanas. La historia colocó a Jackson como un genio atormentado a punto de realizar lo que habría sido su máximo triunfo pero con un impedimento en su camino: el insomnio extremo.
AP — El médico de Michael Jackson fue declarado culpable de homicidio involuntario luego de un juicio que lo mostró como un profesional imprudente que administró la dosis letal de un poderoso anestésico que mató al superastro del pop. El veredicto contra el doctor Conrad Murray marcó el último capítulo en una de las tragedias […]
AP — El médico de Michael Jackson fue declarado culpable de homicidio involuntario luego de un juicio que lo mostró como un profesional imprudente que administró la dosis letal de un poderoso anestésico que mató al superastro del pop.
El veredicto contra el doctor Conrad Murray marcó el último capítulo en una de las tragedias más espeluznantes de la cultura pop: la muerte del Rey del Pop en la víspera de una serie de conciertos que marcaría su regreso a los escenarios.
Varios integrantes de la familia Jackson, incluyendo su hermana LaToya lloraron después de que el veredicto fue leído.
“Michael estaba viéndonos”, dijo La Toya, ayer a The Associated Press al salir de la corte.
La madre del cantante, Katherine Jackson, dijo que siempre pensó que este sería el resultado del juicio.
Murray apenas reaccionó ante su sentencia. Fue esposado y arrestado sin derecho a fianza hasta su sentencia el 29 de noviembre. Parecía tranquilo cuando los policías lo retiraron de la sala de la corte.
Hubo un alarido en la sala cuando se leyó el veredicto, y la multitud fuera de la corte estalló. El jurado deliberó menos de nueve horas, tras las cuales el cardiólogo, de 58 años, fue declarado culpable por cada uno de los integrantes.
Murray enfrenta hasta cuatro años de cárcel y podría perder su licencia para ejercer la medicina.
Los abogados del médico se retiraron de la Corte sin hacer declaraciones.
Jackson murió el 25 de junio de 2009 y los detalles de sus últimos días fueron inciertos varios meses.
La historia completa, empeoró, finalmente emergió durante el juicio de seis semanas. La historia colocó a Jackson como un genio atormentado a punto de realizar lo que habría sido su máximo triunfo pero con un impedimento en su camino: el insomnio extremo.