Una semana después de haber salido del Hospital Psiquiátrico San Camilo en Bucaramanga, Santander, donde recibió su tratamiento de rehabilitación contra las drogas, el rey vallenato 1991, Julián Rojas, se reencontró con su familia en Valledupar y ahora se define como “un hombre nuevo” que quiere salir adelante dejando de lado sus problemas del pasado.
Lee también: “Estoy muy triste, no tienen por qué difamarme”: Julián Rojas
Durante tres meses el acordeonero asistió a terapias psicológicas, psiquiátricas y de trabajo social, entre otras, que lo ayudaron a ‘levantarse de las cenizas’ como el ave Fénix y lo motivaron a regresar para continuar con sus proyectos personales y profesionales.
“En este tratamiento yo mismo me puse las normas, disciplina y mucha conducta. No fue como otros tratamientos que fracasaron porque fui un mentiroso, un manipulador, una persona que no le gustaba asistir a ninguna terapia psicológica, psiquiátrica, ni de trabajo social, ni de nada; en el pasado hice lo que me dio la gana, pero en este tratamiento me puse en las manos del Señor, le dije que tomara el control de mi vida y que me diera la valentía y fortaleza para salir de mi problema y para hacerme un buen tratamiento”, recaló Rojas a EL PILÓN.
El artista contó que “se puso las pilas en este tratamiento” al darse cuenta que algo estaba fallando y que si seguía con esa vida desordenada se pasaría el resto de su vida “metido en un centro de rehabilitación”. Con orgullo reveló que tuvo una calificación de 9.9 en el Hospital San Camilo, por lo que fue dado de alta el pasado 17 de enero.
“Yo no estaba haciendo las cosas bien y ahora mis calificaciones fueron de 99.9 porque allá califican como si uno estuviera en una universidad, tenemos nuestros cuadernos y nos dejan tareas de psicología, psiquiatría, trabajo social… Es un tratamiento muy completo, la alimentación la cuidan minuciosamente; bajé 10 kilos”, agregó.
No dejes de leer: Presidente de la Fundación del Festival Vallenato, hospitalizado por covid-19
Por otro lado, dijo que en este nuevo tratamiento afrontó la prueba más dura: estar alejado de su familia y no disfrutar con ellos las fiestas decembrinas. “Eso me enseñó a valorar esa parte familiar. Ellos no estuvieron el 7 de diciembre, día de Velitas; el 24 y 31 de diciembre tampoco… Eso me fortaleció mucho y aproveché al mismo tiempo para trabajar todo eso y pedirle a Dios sabiduría y bendiciones para fortalecerme… Tengo que estar vigilante y pendiente de los pensamientos porque para recaer primero se cae mentalmente por el pensamiento del consumo, de lugares peligrosos y estoy preparado para enfrentar eso”, anotó.
¿QUÉ VIENE PARA JULIÁN ROJAS?
En el plano profesional, Julián Rojas quiere “organizar” su proyecto de la Academia Virtual de Música para dictar clases de acordeón a niños y jóvenes seguidores del folclor vallenato.
“Comenzaré a organizar mi plan de vida; voy a organizar mi academia virtual nuevamente para dictar clases de acordeón a los niños y jóvenes de la nueva generación y de todas las personas que estén interesadas en aprender a tocar acordeón de alto nivel, acordeón con todos sus secretos, todo lo referente al abecedario del acordeón”, explicó.
Al tiempo quiere transmitirles a los jóvenes sus enseñanzas, considerando: “Con esta escasez de melodías y de armonías, el vallenato está pasando por un momento difícil; ha habido un daño muy grande y el vallenato auténtico tiene que volver. Eso es cómo hacer un sancocho de gallina criolla y echarle mortadela y salchichón; tengo que ser ejemplo de la nueva generación”.
Rojas también dijo que aprovechará sus clases para dar su testimonio y lograr de esa manera que los jóvenes talentos se alejen de las drogas, tabaquismo y alcohol. “Aprovecho esta gran oportunidad para alentar a los niños, adolescentes y jóvenes para que no consuman drogas, alcohol, no fumen y se alejen de todos los vicios y más bien se proyecten en actividades positivas y estén juntos a sus familiares compartiendo cosas lindas”, subrayó.
“QUIERO VER UNA RADIANTE SONRISA DE MIS SEGUIDORES”
El sanandresano aseguró que es el momento de ver una sonrisa en sus seguidores y agradeció a estas personas que han estado pendiente de su estado de salud y de su trayectoria artística, en la que por más de 30 años ha acompañado con su acordeón a cantantes de la talla de Jorge Oñate y Silvestre Dangond.
No dejes de leer: “No me ayudas para nada espiritualmente”: Julián Rojas responde a Fabio Zuleta
“La gente ha estado pendiente y he podido cultivar el apoyo de mis seguidores. Siempre he sido un hombre muy humano y me gusta interactuar con la gente. La gente siente que tiene el derecho de decirme muchas cosas y me presto para ello porque son cosas muy buenas; me bendicen, oran por mí, me dan buenos consejos y sufren. He visto seguidores y seguidoras llorando en los momentos en los que he estado en malos momentos en el pasado, pero ahora no quiero el llanto de ellos, quiero una radiante sonrisa”, indicó.
Sobre la polémica que tuvo con Fabio Zuleta antes de ingresar al centro de rehabilitación en octubre pasado, en la que el humorista le recomendaba que se devolviera de Bucaramanga y que lo que estaba haciendo era “un parapeto”, el rey vallenato expresó: “Con respecto al vídeo de Fabio Zuleta le quiero decir que lo bendigo mucho y que muchas de las cosas que dijo, de pronto no las supo expresar, pero mucho de ello me sirvió como para que yo me pusiera pilas y me pusiera en un tratamiento”.
CRITICÓ VIDEO EN REDES SOCIALES
El músico habló también del video que circuló en redes sociales en el 2020 donde se ve bajo los efectos de las sustancias alucinógenas. El artista aseguró conocer a la persona que lo grabó y aseguró que eso le causó un daño moral a él y a su familia. Además, criticó el hecho de que el contenido audiovisual haya sido difundido.
“Eso no se hace; yo lo vi que estaba filmando, me acuerdo perfectamente, era Jairo Hernández Villazón, dueño de la Fundación Hombres de Bien, centro de rehabilitación aquí en Valledupar. Según tengo entendido y me lo dijo la psiquiatra y la psicóloga, eso no se hace porque es atentar contra la dignidad, contra la moral, contra la familia y eso afectó mucho a mis familiares, eso le baja la autoestima a la persona”, expresó.
Calificó el hecho como una “difamación” y dijo que aunque fue un episodio doloroso, trabajó muchísimo para superarlo.
Te puede interesar: Jorge Oñate continúa hospitalizado por infección respiratoria aguda
Por último, Julián Rojas dijo que se siente tranquilo, en paz y que hará las cosas paso a paso, pensando solo en el día a día. “Lo primero es comenzar a levantarme de mis cenizas como el ave Fénix, paso por paso. Estoy en las manos de Dios y nunca me ha abandonado y nunca lo hará, pero sé que no puedo fallarle. No soy fanático de ninguna religión, pero Dios me ha dado muchas oportunidades y nunca me van a faltar”.
Por: Carmen Lucía Mendoza Cuello/ EL PILÓN.