El comedor de la sede del colegio 20 de Julio está incompleto, los docentes me dijeron furiosas que no hay suficientes sillas para los niños y les toca comer sentados en el suelo.
Los profesores del colegio Loperena Garupal, sede 20 de Julio, dictan las clases a 300 estudiantes de distintos sectores de Valledupar como La Nevada, Brisas de la Popa, entre otros.
Me dio mucha alegría ver tantos niños alegres, corriendo por toda la institución sin complicarse por las precarias condiciones en las que se encuentra su colegio.
El grado tercero da clases al aire libre con un salón improvisado, porque el plantel requiere una urgente ampliación y no hay un parque, ni canchas recreativas para que los niños puedan divertirse sanamente.
Nasly Mosquera, coordinadora encargada de la sede del 20 de Julio, me confesó que la institución necesita el apoyo de los mandatarios. La educadora que lleva 23 años como docente en la institución, me contó que necesitan pupitres, salones de clases, libros y pintura.
“Los niños de tercero dan clases en este salón improvisado, hace faltan dos salones; uno para los de tercero y otro para la sala de informática. Los niños juegan con lo que tiene, un monte que es peligroso y nos toca estar pendientes para que no se vayan para allá”, me contó la educadora.
Agregó William Vides, profesor de cuarto de primaria, me contó que el colegio inició con la jornada única y no da abasto para la demanda estudiantil. “Hay nueve salones en total y en cada salón entran 30 niños”, dijo el docente.
Los niños del colegio Loperena Garupal, sede 20 de Julio, no tienen un salón de informática, los pequeños dan esta clase teórica y pueden ver un computador cuando van esporádicamente a la sede principal.
Un comedor a medias
El comedor de la sede del colegio 20 de Julio está incompleto, los docentes me dijeron furiosas que no hay suficientes sillas para los niños y les toca comer sentados en el suelo. “No hay sillas para los niños en el comedor, sin mencionar el techo incompleto, cuando llueve los niños se mojan mientras comen, esto es un desastre”, docentes.
El comedor de la sede del colegio 20 de Julio está incompleto, los docentes me dijeron furiosas que no hay suficientes sillas para los niños y les toca comer sentados en el suelo.
Los profesores del colegio Loperena Garupal, sede 20 de Julio, dictan las clases a 300 estudiantes de distintos sectores de Valledupar como La Nevada, Brisas de la Popa, entre otros.
Me dio mucha alegría ver tantos niños alegres, corriendo por toda la institución sin complicarse por las precarias condiciones en las que se encuentra su colegio.
El grado tercero da clases al aire libre con un salón improvisado, porque el plantel requiere una urgente ampliación y no hay un parque, ni canchas recreativas para que los niños puedan divertirse sanamente.
Nasly Mosquera, coordinadora encargada de la sede del 20 de Julio, me confesó que la institución necesita el apoyo de los mandatarios. La educadora que lleva 23 años como docente en la institución, me contó que necesitan pupitres, salones de clases, libros y pintura.
“Los niños de tercero dan clases en este salón improvisado, hace faltan dos salones; uno para los de tercero y otro para la sala de informática. Los niños juegan con lo que tiene, un monte que es peligroso y nos toca estar pendientes para que no se vayan para allá”, me contó la educadora.
Agregó William Vides, profesor de cuarto de primaria, me contó que el colegio inició con la jornada única y no da abasto para la demanda estudiantil. “Hay nueve salones en total y en cada salón entran 30 niños”, dijo el docente.
Los niños del colegio Loperena Garupal, sede 20 de Julio, no tienen un salón de informática, los pequeños dan esta clase teórica y pueden ver un computador cuando van esporádicamente a la sede principal.
Un comedor a medias
El comedor de la sede del colegio 20 de Julio está incompleto, los docentes me dijeron furiosas que no hay suficientes sillas para los niños y les toca comer sentados en el suelo. “No hay sillas para los niños en el comedor, sin mencionar el techo incompleto, cuando llueve los niños se mojan mientras comen, esto es un desastre”, docentes.