Durante el primer fin de semana de marzo, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar retomó sus esfuerzos en la extinción de incendios forestales en la zona urbana y corregimental de Valledupar. Esto ocurrió tras un aguacero el 26 de febrero que dejó suelos húmedos y redujo temporalmente el riesgo de incendios.
“Se trata de un incendio forestal que inició ayer en la región de Buenos Aires, Caracolí, porque los campesinos ya inician la preparación de terrenos para cultivos”, explicó el sargento Julio Ramírez.
Los bomberos celebraron las recientes lluvias por su ayuda en el control de otros incendios en los corregimientos. “Ya se controló el de Mariangola, región del Diluvio, corregimiento de La Mesa y el de Valencia de Jesús. Aunque nos ayudó el apoyo divino de Dios con las lluvias, la gente no entiende y ya iniciaron con otro”, aseguró Ramírez.
A pesar de estas leves lluvias, el llamado es a no bajar la guardia dentro y fuera del casco urbano de Valledupar. Según el Boletín 61 del Ideam, la ciudad registra las máximas temperaturas del país en las estaciones Villa Rosa (38.4 °C) y el Aeropuerto Alfonso López (36.8 °C). “En las últimas horas se presentaron incendios en lotes “enmontados” dentro de la ciudad que amenazaron la integridad de personas y casas”, publicaron en las redes sociales de los bomberos.
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Aunque el Cesar pasó a estar en alerta naranja, especialmente Valledupar, en amenaza por incendios de cobertura vegetal, la situación sigue siendo de peligro latente. “Esto significa que existe el riesgo de que un evento físico de origen natural o causado por la acción humana se presente con suficiente severidad para causar pérdidas de vidas, lesiones, daños a la salud, infraestructura, medios de sustento, servicios y recursos ambientales”, advierte el boletín del Ideam.
Por: Redacción EL PILÓN
