El arte, la creatividad, el colorido, la originalidad y autenticidad de la decoración serán calificadas en este concurso.
Con los elementos que integran el folclor vallenato como acordeón, guacharaca y caja, piloneras y piloneros, la parranda típica, así como el instrumento con que las abuelas pilaban el maíz, árboles de cañaguate, sombreros vueltiaos, hamacas, taburetes o asientos, trinitarias, camas de tijeras, fogón de leña, tinajas, entre otros, son parte de la decoración de las tres casas festivaleras que se inscribieron este año a la máxima festividad del Cesar.
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Jorge Luis Cuello, quien vive en la calle 7E No. 19C -1-44 del barrio La Esperanza, presenta ‘Mi casa vallenata’, adornada principalmente por elementos de madera tallados por él; Martha Ligia Bernal Garay, quien reside en la calle 3N No. 19B – 253 del barrio Villalba, se inscribió con ‘Añoranzas de mi viejo Valle’, donde hace una remembranza de cómo era la capital del Cesar con diversos objetos que conserva su familia; y Aideth Mendoza Guerra, ubicada en la carrera 15 No. 9A-50 del barrio San Joaquín, concursa con ‘Sigue en firme el Festival’, con una serie de muñecos en tela elaborados por ella misma.
“Son personas que vienen trabajando hace días o meses en la decoración con elementos de añoranza, de cosas que se usaban antes en la región, elaborados de manera manual. Me llamó la atención una señora que dice que apenas se acaba el festival se imagina los elementos con los que decorará el próximo año. Se nota el espíritu festivalero en cada uno de ellos; creo que todos se merecen una exaltación especial”, manifestó María Elvira Araújo, coordinadora de este concurso.
Cuello Maestre, de 62 años, es la segunda vez que participa en este certamen motivado por el amor al folclor y su habilidad en el tallaje de madera. “He trasnochado y madrugado decorando la terraza de mi hogar, valiéndome de la creatividad o todo aquello que se viene a mi imaginación para que las nuevas generaciones conozcan en un solo espacio lo que inspira el Festival de la Leyenda Vallenata”, manifestó.
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Bernal Garay, quien tiene 46 años, es la primera vez que participa en el concurso; aunque siempre tenía la motivación de hacerlo, por sus ocupaciones laborales no podía. Este año lo logró por el trabajo en casa que implica la pandemia. “Involucré a toda la familia en este sueño, quienes me prestaron elementos que poco se ven en el mercado. Aquí no importa tanto el premio que uno obtenga, sino el reconocimiento”, expresó.
Mendoza Guerra, de 61 años, es el tercer año que participa en la Casa Festivalera y ostenta el primer lugar del año pasado. Frente a su participación en el 2020 dijo: “El Festival me fascina, es un orgullo para los que habitamos en esta tierra. Con mi decoración demuestro el inmenso amor que le tengo al folclor vallenato”.
La génesis de la Casa Festivalera se dio en el 2003 cuando ‘La Polla’ Monsalvo era presidenta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, percibiendo que para el Día de las Brujitas la gente en muchas ciudades del país decoraba la casa con elementos propios de esta fiesta y en el Carnaval de Barranquilla las casas son adornadas con motivos carnavaleros, por lo que creyó conveniente hacer algo parecido en Valledupar en el marco del Festival.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]
El arte, la creatividad, el colorido, la originalidad y autenticidad de la decoración serán calificadas en este concurso.
Con los elementos que integran el folclor vallenato como acordeón, guacharaca y caja, piloneras y piloneros, la parranda típica, así como el instrumento con que las abuelas pilaban el maíz, árboles de cañaguate, sombreros vueltiaos, hamacas, taburetes o asientos, trinitarias, camas de tijeras, fogón de leña, tinajas, entre otros, son parte de la decoración de las tres casas festivaleras que se inscribieron este año a la máxima festividad del Cesar.
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Jorge Luis Cuello, quien vive en la calle 7E No. 19C -1-44 del barrio La Esperanza, presenta ‘Mi casa vallenata’, adornada principalmente por elementos de madera tallados por él; Martha Ligia Bernal Garay, quien reside en la calle 3N No. 19B – 253 del barrio Villalba, se inscribió con ‘Añoranzas de mi viejo Valle’, donde hace una remembranza de cómo era la capital del Cesar con diversos objetos que conserva su familia; y Aideth Mendoza Guerra, ubicada en la carrera 15 No. 9A-50 del barrio San Joaquín, concursa con ‘Sigue en firme el Festival’, con una serie de muñecos en tela elaborados por ella misma.
“Son personas que vienen trabajando hace días o meses en la decoración con elementos de añoranza, de cosas que se usaban antes en la región, elaborados de manera manual. Me llamó la atención una señora que dice que apenas se acaba el festival se imagina los elementos con los que decorará el próximo año. Se nota el espíritu festivalero en cada uno de ellos; creo que todos se merecen una exaltación especial”, manifestó María Elvira Araújo, coordinadora de este concurso.
Cuello Maestre, de 62 años, es la segunda vez que participa en este certamen motivado por el amor al folclor y su habilidad en el tallaje de madera. “He trasnochado y madrugado decorando la terraza de mi hogar, valiéndome de la creatividad o todo aquello que se viene a mi imaginación para que las nuevas generaciones conozcan en un solo espacio lo que inspira el Festival de la Leyenda Vallenata”, manifestó.
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Bernal Garay, quien tiene 46 años, es la primera vez que participa en el concurso; aunque siempre tenía la motivación de hacerlo, por sus ocupaciones laborales no podía. Este año lo logró por el trabajo en casa que implica la pandemia. “Involucré a toda la familia en este sueño, quienes me prestaron elementos que poco se ven en el mercado. Aquí no importa tanto el premio que uno obtenga, sino el reconocimiento”, expresó.
Mendoza Guerra, de 61 años, es el tercer año que participa en la Casa Festivalera y ostenta el primer lugar del año pasado. Frente a su participación en el 2020 dijo: “El Festival me fascina, es un orgullo para los que habitamos en esta tierra. Con mi decoración demuestro el inmenso amor que le tengo al folclor vallenato”.
La génesis de la Casa Festivalera se dio en el 2003 cuando ‘La Polla’ Monsalvo era presidenta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, percibiendo que para el Día de las Brujitas la gente en muchas ciudades del país decoraba la casa con elementos propios de esta fiesta y en el Carnaval de Barranquilla las casas son adornadas con motivos carnavaleros, por lo que creyó conveniente hacer algo parecido en Valledupar en el marco del Festival.
POR: ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN
[email protected]