María Ibeth Figueredo Polanía, conocida como ‘La Chiqui', seguramente por su baja estatura, pero con un gran espíritu humanitario, es una licenciada en educación especial, quien además de amar a los niños, le brinda el mismo calor humano a los animales...
María Ibeth Figueredo Polanía, conocida como ‘La Chiqui’, seguramente por su baja estatura, pero con un gran espíritu humanitario, es una licenciada en educación especial, quien además de amar a los niños, le brinda el mismo calor humano a los animales, en este caso a los perros y gatos callejeros sin importarle el estado de salud en que se encuentren, estén maltratados, fracturados, o con sarna.
Para ella, lo importante es cuidarlo, brindarle comodidad en su casa localizada en la urbanización OGB, parte posterior de la Terminal de Transportes.
En su vivienda le ofrecerles comida, médico veterinario, amor, cariño y ternura a estos animales y una vez los recupera, les busca un hogar, es decir lo regala a la persona o a la familia que esté dispuesta a ofrecerle un buen bienestar y tratarlo como un ser humano.
Decenas de perros y gatos han estado bajo su cariñoso cuidado, animales que son recogidos en las calles de Valledupar, otros que se los dejan abandonados al frente de su casa, o el mismo barrio. “Mire ya la gente tiene conocimiento que yo recojo esos animales y me los tiran cerca a mi casa. La gente los observa, me llaman y salgo enseguida a recogerlos sin ningún temor, ni asco. Así estén llenos de pulgas, sarnosos, enfermos o ‘llevados’, yo los recojo y me los llevo para mi casa, para ponerlo bajo tratamiento médico y ofrecerle la comida como a un ser humano, porque así deben ser tratados estos animales, a quienes solo le falta es que hablen, para que tengan similares características nuestras”, asegura la mujer, tras acariciar a ‘Marianita’, una pequeña perra y a dos más adultas, a quienes les está buscando un nuevo hogar sea en Valledupar, o en cualquier ciudad. Estos animales, están adiestrados por ella, les habla y le hacen caso; les abre la puerta para que salgan un rato al frente de la casa y rehúsan hacerlo, porque muy seguramente, no quieren ser más de la calle venían siendo, debido a los maltratos a que fueron sometidos por los vándalos.
Quiere más protección para los animales
Ante la proliferación de animales callejeros, exhortó a las autoridades locales para que sean protegidos, mediante la construcción de una perrera o un coso, para el albergue temporalmente de estos animales, por cuanto no existe en la ciudad y se requiere con suma urgencia, para brindarle protección a esos animales que no tienen dueño y andan deambulando por las calles de esta capital.
Anunció que en su albergue temporal, tiene cuatro animales ya recuperados, que están buscando quienes los adopten y serán entregados sin ningún costo. Ella reside en la entrada de la urbanización OGB, en la vía Valledupar – La Paz.
María Ibeth Figueredo Polanía, conocida como ‘La Chiqui', seguramente por su baja estatura, pero con un gran espíritu humanitario, es una licenciada en educación especial, quien además de amar a los niños, le brinda el mismo calor humano a los animales...
María Ibeth Figueredo Polanía, conocida como ‘La Chiqui’, seguramente por su baja estatura, pero con un gran espíritu humanitario, es una licenciada en educación especial, quien además de amar a los niños, le brinda el mismo calor humano a los animales, en este caso a los perros y gatos callejeros sin importarle el estado de salud en que se encuentren, estén maltratados, fracturados, o con sarna.
Para ella, lo importante es cuidarlo, brindarle comodidad en su casa localizada en la urbanización OGB, parte posterior de la Terminal de Transportes.
En su vivienda le ofrecerles comida, médico veterinario, amor, cariño y ternura a estos animales y una vez los recupera, les busca un hogar, es decir lo regala a la persona o a la familia que esté dispuesta a ofrecerle un buen bienestar y tratarlo como un ser humano.
Decenas de perros y gatos han estado bajo su cariñoso cuidado, animales que son recogidos en las calles de Valledupar, otros que se los dejan abandonados al frente de su casa, o el mismo barrio. “Mire ya la gente tiene conocimiento que yo recojo esos animales y me los tiran cerca a mi casa. La gente los observa, me llaman y salgo enseguida a recogerlos sin ningún temor, ni asco. Así estén llenos de pulgas, sarnosos, enfermos o ‘llevados’, yo los recojo y me los llevo para mi casa, para ponerlo bajo tratamiento médico y ofrecerle la comida como a un ser humano, porque así deben ser tratados estos animales, a quienes solo le falta es que hablen, para que tengan similares características nuestras”, asegura la mujer, tras acariciar a ‘Marianita’, una pequeña perra y a dos más adultas, a quienes les está buscando un nuevo hogar sea en Valledupar, o en cualquier ciudad. Estos animales, están adiestrados por ella, les habla y le hacen caso; les abre la puerta para que salgan un rato al frente de la casa y rehúsan hacerlo, porque muy seguramente, no quieren ser más de la calle venían siendo, debido a los maltratos a que fueron sometidos por los vándalos.
Quiere más protección para los animales
Ante la proliferación de animales callejeros, exhortó a las autoridades locales para que sean protegidos, mediante la construcción de una perrera o un coso, para el albergue temporalmente de estos animales, por cuanto no existe en la ciudad y se requiere con suma urgencia, para brindarle protección a esos animales que no tienen dueño y andan deambulando por las calles de esta capital.
Anunció que en su albergue temporal, tiene cuatro animales ya recuperados, que están buscando quienes los adopten y serán entregados sin ningún costo. Ella reside en la entrada de la urbanización OGB, en la vía Valledupar – La Paz.