No aceptar regalos de desconocidos y no hablar con extraños, son algunas de las recomendaciones que los padres dan a sus hijos para protegerlos de los peligros a los que pueden verse expuestos cuando salen a la calle; recomendaciones que también son aplicables al mundo digital en el que actualmente transcurre gran parte de la vida de los menores, debido a que las amenazas que acechan en la web son tan peligrosas y dañinas como las que se experimentan en el mundo físico, por lo que las mismas reglas y cuidados pueden aplicarse en los dos espacios.

Casos como el ocurrido el pasado 4 de diciembre en el que una menor fue abordada por un adulto, que después de varios días de vigilarla logró ganarse su confianza, abusar de ella y acabar con su vida, se presentan también a través de internet. En el escenario digital el hecho recibe el nombre de grooming: acciones emprendidas por un adulto, con el objetivo de ganarse la amistad de un niño para crear una conexión emocional, disminuir sus inhibiciones y abusar sexualmente de él.

En la actualidad, los niños y jóvenes son nativos digitales, nacieron y crecieron frente a una computadora o equipo con conexión a internet y son muy pocos los menores que, aun sin llegar a la adolescencia, ya han tenido su primer contacto o usan habitualmente internet para comunicarse con sus amigos, pasar ratos de ocio o como herramienta de aprendizaje. Según el estudio Uso y Apropiación de las TIC, en Colombia el 76% de los jóvenes entre los 12 y los 17 años tiene un teléfono móvil propio con voz y datos, y según ESET Latinoamérica, compañía líder en detección proactiva de amenazas, 1 de cada 4 menores de la región acepta tener contacto con desconocidos en redes sociales.

Teniendo en cuenta el contexto, los padres deben abordar el desafío de convertirse en padres digitales para ayudar a sus hijos a desarrollar un pensamiento racional y crítico sobre lo que ven en la web, apoyándose en la comunicación, la tecnología, la educación y la supervisión.

A continuación se detallan las principales recomendaciones  para evitar que los más pequeños sean víctimas de amenazas como el grooming y para garantizar que vivan una experiencia sana y segura en la red:

Concientizar a los menores sobre los peligros de la red. El primer paso para evitar los peligros en Internet es conocer los riesgos a los cuales pueden enfrentarse los menores. Por ello, educar en este tema y saber la manera en la que pueden afectarlos, pero sobre todo cómo evitarlos, resulta fundamental para su protección.

Revisar el acceso de los niños a Internet y sus publicaciones. Es importante conocer lo que publican y orientarlos para que eviten brindar información personal y privada, como puede ser su dirección, teléfono o el nombre del colegio al que asisten. De la misma manera, evitar la comunicación con personas desconocidas es otra medida de seguridad.

Mantener un diálogo abierto entre padres e hijos. Una conversación libre y fluida entre padres e hijos contribuye a que los niños sientan la familiaridad necesaria para recurrir a un adulto en caso de ser necesario. Establecer una relación de confianza es quizá el punto más importante para tratar los problemas.

Utilizar herramientas de control parental. Las herramientas tecnológicas juegan un papel importe en la protección de los equipos, la información y por ende, de los usuarios. Inhabilitar aplicaciones por tiempo completo o predeterminado y mantener el control sobre la cantidad de tiempo de uso de las mismas, lo que ayuda a los padres a proteger a sus hijos de las amenazas informáticas como el grooming.