Desde que Gustavo Petro llegó a la Presidencia de Colombia cambiaron muchas cosas, principalmente, las relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso. Con la decisión del Gobierno de reducir el uso de cupos indicativos, también llamada ‘mermelada’, muchos congresistas vieron limitada su capacidad de gestión y se distanciaron de las reformas oficiales.
En medio de ese panorama, el representante conservador Alfredo ‘Ape’ Cuello supo actuar y mover su capital político para apoyar al Gobierno y, al mismo tiempo, lograr burocracia política, aunque no votó por el presidente Petro ni en primera ni en segunda vuelta.
Con cinco períodos en la Cámara de Representantes, desde el año 2002, Cuello lidera un grupo de congresistas conservadores que, a veces con quórum y otras con votos, han facilitado que el Gobierno tenga mayoría en la Cámara de Representantes y sean aprobadas sus reformas. Hacen parte de una disidencia o rebeldía a los lineamientos del partido azul.
Por ejemplo, en la reforma pensional su respaldo fue determinante para aprobarla en tiempo récord. Y en la reforma a la salud, luego de una reunión con el ministro del Interior, se quedaron en el recinto para lograr el quórum. Incluso, según la Revista Semana, votó negativo porque el Partido Conservador se opuso al proyecto por decisión de bancada, pero “habría hecho lobby entre congresistas de otras bancadas para congraciarse con Petro e invitarlos a respaldar esa iniciativa”. Cuello negó esa versión.
Sanciones y burocracia
Esta ‘rebeldía’ no ha pasado de agache en el interior del Partido Conservador. En noviembre del año pasado, la colectividad suspendió a Ape Cuello y a otros seis representantes por votar a favor de varios artículos de la reforma pensional impulsada por el presidente Petro. La medida incluyó la pérdida temporal de voz y voto dentro de las decisiones internas del partido.
A pesar de la sanción, Cuello ha mantenido su influencia en el Congreso y su capacidad de negociación con el Gobierno. Mientras la mayoría de los congresistas del Cesar se preparan para la campaña de 2026 sin el respaldo del Ejecutivo, más allá de nombramientos de segundo nivel, Cuello ha logrado gestionar millonarias obras para alcaldes cercanos, a través de la ministra del Deporte, Patricia Duque.
De hecho, según reveló el portal La Silla Vacía, el Gobierno Petro le ha aprobado a Ape Cuello cerca de $24.000 millones en proyectos de infraestructura deportiva para municipios como Codazzi, San Diego y La Paz, donde los alcaldes hacen parte de su línea política. Las obras están siendo ejecutadas por el Ministerio del Deporte, lo que ratifica la influencia directa del congresista sobre esa cartera.
La semana pasada, la ministra Duque estuvo en el departamento del Cesar para poner la primera piedra en una cancha del municipio de Codazzi, y aprovechando que cumplía años, el representante se lo celebró con una parranda vallenata.
Ese poder de organización y negociación en Cámara, más la alianza con el senador Didier Lobo, serían los motivos por los que Cuello no ha dado el paso a ser candidato al Senado de la República, a pesar de tener votación. Más ahora que logró recuperar la Alcaldía de Valledupar a través del alcalde Ernesto Orozco.
El respaldo de los disidentes conservadores liderados por el representante Ape Cuello será clave para el Gobierno nacional, sobre todo en este último año, cuando busca destrabar las reformas pendientes.











