Con la derrota por 1-0 en su visita a Independiente Santa Fe, Alianza Valledupar cerró otro semestre de manera agridulce y a las puertas de jugar sus primeros cuadrangulares finales en la Capital Mundial del Vallenato.
Tras un ‘todos contra todos’ con altas, bajas e ilusiones, vale la pena hacer un balance de lo demostrado y obtenido por el cuadro vallenato en todos los aspectos durante este semestre, para así poder determinar de la manera más precisa posible si Alianza Valledupar edición Clausura 2025 fue un éxito o un fracaso.
Los refuerzos
Alianza Valledupar se reforzó con menos efectivos de cara al Clausura 2025 en comparación al campeonato Apertura, como es normal en la mayoría de equipos colombianos; sin embargo, había que suplir las bajas de Misael Martínez, Royscer Colpa, Junior Jiménez, Diego Mendoza y Efraín Navarro.
Los vallenatos salieron al mercado para reemplazar cada salida. Llegaron el joven lateral Luis Mina, el volante de marca Fabián Mosquera, el joven volante colombofrancés Lucas Villa, el vallenato Jossy Pérez, el delantero Carlos Lucumí y la gran apuesta en ofensiva del semestre, el experimentado delantero Ayron del Valle.
Primera mitad del semestre
Durante la Liga BetPlay II-2025, el cuadro vallenato se mantuvo en la parte media de la tabla y coqueteó en varias oportunidades con la zona de cuadrangulares finales. Además, el equipo se mantenía vivo en la Copa BetPlay y tenía que medirse ante Santa Fe en octavos.
En la primera mitad del semestre el cuadro vallenato fue bastante irregular, tras empezar con 4 puntos de 6 posibles llegó una racha de 5 partidos sin ganar, que fue cortada con dos victorias consecutivas; victorias que fueron la antesala para la derrota de la fecha 10 ante Bucaramanga. Además, sufrió la eliminación de la Copa tras caer 4-1 ante Santa Fe en el global.
Alianza Valledupar terminó la primera mitad del ‘todos contra todos’ en la 10a posición a un punto del 8° lugar; con 12 puntos de 30 posibles, registrando un insuficiente 40% de efectividad, producto de haber ganado únicamente 3 partidos, empatado 3 y perdido 4, recibiendo 15 goles y anotando tan solo 10.
Al cuadro vallenato le faltó contundencia de local, sumando apenas 7 puntos de 15 posibles, registrando poco más del 46.67% de efectividad, producto de haber ganado 2 partidos, empatado uno y perdido otros 2, en los que anotó sólo 3 goles y recibió 4, cerrando la primera mitad del semestre como el 13° mejor local, muy lejos de lo esperado por su afición.
Por fuera de casa el panorama no fue más alentador. Alianza Valledupar fue el 13° mejor visitante del campeonato, tras sumar únicamente 5 puntos de 15 posibles en la primera mitad del semestre, producto de una victoria, 2 empates y 2 derrotas, dando como resultado una pobre efectividad del 33.33%, anotando 7 goles pero concediendo 11.
Sin embargo, hubo algunos puntos altos como el empate rescatado en la primera fecha en casa del DIM, que venía de ser subcampeón; la victoria con autoridad ante un rival directo como Pereira; la victoria en Santa Marta que significó el despertar goleador de Carlos Lucumí, y por supuesto, el triunfo en casa ante América de Cali.
Segunda mitad del semestre
Tras cerrar la primera mitad del ‘todos contra todos’ en una insuficiente 10a posición, la meta en el camerino vallenato fue clara: mejorar drásticamente y meterse a los cuadrangulares finales.
El cambio de mentalidad se vio reflejado en el campo, cuatro partidos sin perder entre las fechas 11 y 14, incluyendo dos victorias en casa ante Millonarios y Llaneros que permitieron al cuadro ‘aliancista’ cerrar la fecha 14 en la 8a posición con 20 puntos.
Sin embargo, tras la buena racha vinieron dos golpes contundentes, cayendo en las fechas 15 y 16, ante Junior en casa y ante Águilas Doradas en Rionegro, lo que les hizo caer a la 11a posición de la tabla a falta de únicamente 4 fechas. Lo que pasó después es bien conocido por todos, tres victorias seguidas ante La Equidad, Cali y Chicó, para después caer en la última fecha ante Santa Fe y quedar fuera de los cuadrangulares.
Tomando los resultados del cuadro vallenato desde la fecha 11 hasta la fecha 20, se puede observar una notable mejoría. Alianza Valledupar sumó 17 puntos de 30 posibles, lo que arroja una efectividad del 56.67%, producto de ganar 5 partidos, empatar 2 y perder 3, partidos en los que el cuadro vallenato mejoró su capacidad goleadora, anotando 14 goles y recibiendo únicamente 7. Los resultados mejoraron al punto que los vallenatos llegaron a la fecha 20 entre los ocho primeros.
Además, la producción en casa mejoró significativamente, sumando 12 puntos de 15 posibles en la segunda mitad del semestre, lo que arroja una efectividad del 80%, producto de haber ganado 4 partidos y perdido sólo 1, compromisos en los que anotó 10 goles y recibió sólo 2.
Justamente la solidez en el estadio Armando Maestre fue uno de los puntos altos del equipo en la segunda mitad del semestre, destacando junto a la irrupción goleadora de Carlos Lucumí, que lo hizo pelear la bota de oro, la victoria en casa del Cali y el gran desempeño de jugadores como Edwin Torres.
Faltaron cinco para el peso
Pese a la evidente mejora en la recta final del campeonato, el desenlace no fue el esperado. Alianza Valledupar terminaría el ‘todos contra todos’ cayendo en el partido decisivo ante Santa Fe y terminó en la 9a casilla tras haber sumado 29 puntos, igualado con América que terminó 8° y siendo eliminado finalmente por la diferencia de gol.
Alianza Valledupar se quedó a sólo un punto de lograr la hazaña y regalarle sus primeros cuadrangulares finales de primera división a la ciudad; se quedó tan cerca, que de haber anotado un sólo gol en cualquiera de sus partidos que terminaron empatados o perdidos por la mínima diferencia, como ante Tolima, Junior, Envigado, Once Caldas o Águilas Doradas, hoy estuviera en los cuadrangulares finales.
Mejoró el promedio
Sin embargo, no todo fue amargo en el cierre de año del conjunto vallenato, ya que los 58 puntos obtenidos entre enero y noviembre de este 2025 le sirvieron inmensamente a Alianza Valledupar para asentarse cada vez más en la primera división de nuestro fútbol.
El cuadro vallenato terminó el año en la 14a posición de la tabla del descenso, registrando un promedio de 1,263 puntos por partido. Además, en los cálculos del periodista José Orlando Ascencio, el cuadro vallenato iniciará el 2026 en la 14a casilla de la tabla del descenso, con un promedio de 1.17 puntos; esto se debe a que se dejarán de tomar sus buenos resultados obtenidos en Barrancabermeja en 2023.
¿Los refuerzos estuvieron a la altura?
El buen rendimiento del cuadro vallenato en el año se explica en la calidad de los nombres que llegaron; sin embargo, pocos de esos nombres corresponden a los que fueron contratados de cara a la segunda mitad del 2025.
El joven lateral Luis Mina llegó cedido y disputó únicamente 2 partidos en la Liga BetPlay, sin llegar a ser competencia. El volante Fabián Mosquera tuvo más regularidad y vio participación en 16 compromisos, en los que incluso dio una asistencia; sin embargo, sólo jugó 322 minutos y nunca le peleó el puesto a Rubén Manjarrés ni a Jair Castillo.
Una de las incorporaciones más celebradas en la ciudad fue la del vallenato Jossy Pérez, que pasó de la Primera C a la Liga BetPlay; lastimosamente vio participación únicamente en 4 compromisos, en los que no aportó goles ni asistencias.
El fichaje estrella de Alianza Valledupar este semestre sin lugar a dudas fue Ayron del Valle, que llegó procedente de La Equidad y prometía ser el ‘9’ de jerarquía que Alianza Valledupar necesitaba; no obstante, el atacante de 36 años jugó sólo 12 partidos, en los que anotó 1 gol, quedando a deber.
La gran figura de Alianza Valledupar en el semestre llegó como agente libre y con el arco cerrado hace casi un año, pero su astucia y potencia lo hizo merecedor de un lugar en el cuadro titular y en la lucha por la bota de oro. Se trata de Carlos Lucumí, que se ganó un lugar en el once y lo justificó convirtiendo 10 goles en 15 partidos, ganando el cariño de la afición.
Una hinchada en crecimiento
Uno de los puntos más destacados de Alianza Valledupar en este 2025, fue el crecimiento de la afición vallenata en compañía de una ilusión que estuvo a punto de convertirse en realidad.
El buen rendimiento mostrado en el 2025 acercó a la afición vallenata al estadio Armando Maestre Pavajeau, para algo más que ver al ‘grande’ de turno que estuvo de visita en Valledupar. Incluso, muchos vallenatos aficionados de otros equipos, ‘cambiaron de bando’ y le dieron su apoyo a Alianza Valledupar aún en los momentos complicados del semestre.
Muchas familias se acercaron al estadio Armando Maestre y llenaron de color la tribuna occidental en la fecha 19 del segundo semestre, dándole al equipo un aliento fundamental que fue reconocido por Hubert Bodhert: “Desde abajo es positivo porque es un aliento, es la gente empujando y eso nos anima, así que esperamos que esto siga creciendo”
