La vereda Tierra Grata es uno de los territorios que fue tomando forma luego de la firma de los acuerdos de paz con los excombatientes de la antigua guerrilla de las FARC. Desde entonces, quienes se acogieron a los procesos de paz han comenzado a rehacer su vida basándose en ser personas productivas para la sociedad.

Uno de los territorios en los que se ha visto reflejado el trabajo de sus habitantes a lo largo de los últimos siete años es la vereda Tierra Grata, que comenzó con 192 personas quienes se dieron a la tarea de hacer crecer el territorio en materia poblacional y hoy en día en materia productiva.

Miguel Martínez es uno de los firmantes de los acuerdos de paz y quien desde su llegada al territorio emprendió la lucha para que este comenzara a visionar como el terreno de las nuevas oportunidades, apoyado de sus coterráneos iniciaron una serie de obras llamadas proyectos productivos, las cuales hoy les ha permitido estar cada vez más cerca de ser un área autosostenible.

“Nuestro primer objetivo fue hacer la paz y en nuestra llegada a Tierra Grata comenzamos a visionar otras metas, tener viviendas dignas, luego comenzar a tener nuestro propio sustento, es cierto que aún tenemos los apoyos gubernamentales, pero nuestra meta es ser autosostenibles en el territorio”, expresó Miguel Martínez.

PROYECTOS PRODUCTIVOS

Una de las principales fuentes que fortalecieron a los habitantes de Tierra Grata fue el turismo. Al ser esta una zona montañosa, rodeada de imponentes paisajes, ha sido aprovechada para impulsarla. En ese sentido, una de las primeras empresas nacientes fue Tierra Grata Ecotour.

“Tenemos tiendas comunitarias, una organización piloto, la cooperativa Cooperpaz, encargada de liderar las unidades productivas. Poseemos además otras organizaciones que internamente hacen también su trabajo”, mencionó Martínez.  

Con el crecimiento poblacional en la vereda, así mismo fueron avanzando otros sectores económicos como la construcción, el textil e incluso el sector educativo a raíz de la necesidad que tenían los habitantes de brindarles un futuro a sus familiares.  El espacio territorial además cuenta con restaurantes, tiendas, taller de calzado y otros negocios que comienzan a impulsar la economía.

“Todas estas son unidades productivas, proyectos para que la misma comunidad se empodere de todo eso y así más adelante tengamos la posibilidad de manejar su propia sostenibilidad, que es la otra misión que estamos estructurando”, agregó.

LA CULTURA, OTRA PUERTA ABIERTA EN TIERRA GRATA

Además del factor económico, los habitantes de Tierra Grata poco a poco se han ido sumergiendo en los temas relacionados con la cultura y así como los mayores visionan tener su propia independencia económica, los menores proyectan su futuro a través de las artes.

Cabe recordar que en dicha vereda se trabajan varios proyectos, entre ellos la fotografía, las labores audiovisuales y taller musicales donde a la población juvenil se les enseña a interpretar diferentes instrumentos como las tamboras, la guitarra, entre otros.

Y así, con sus diferentes proyectos productivos, sociales y culturales, los habitantes de Tierra Grata siguen trabajando con el objetivo de que sean reconocidos por su capacidad laboral, por la belleza de su derritió y no por haber sido excombatientes en un pasado que dejó marcado a todo un país.

POR: ROBERT CADAVID / EL PILÓN