Se trata de la estrategia que busca materializar proyectos de generación de energía renovable de fuentes no convencionales desde las mismas comunidades.
El Ministerio de Minas y Energía priorizó 52 comunidades energéticas del corredor minero del departamento del Cesar, de las 62 propuestas totales realizadas para desarrollar esta estrategia que busca materializar proyectos de energía renovable de fuentes no convencionales con el fin de “democratizar” dicha energía.
Así lo dio a conocer Silvia Cuesta, directora de Minería Empresarial del Minminas, durante mesas de trabajo participativas que realizó el Gobierno nacional en los municipios de Becerril y El Paso este fin de semana, con el objetivo de validar el Pacto del Corredor de la Vida que pronto se firmaría entre diferentes actores e instituciones por el futuro de los municipios mineros del Cesar.
“La priorización de estas 52 comunidades energéticas es un triunfo significativo para las organizaciones sociales y las juntas de acción comunal. Es un logro de la comunidad y de los territorios, que han luchado incansablemente por democratizar la energía”, dijo Cuesta.
EL PILÓN conoció que las 52 comunidades postuladas están distribuidas de la siguiente manera: 12 en Agustín Codazzi; 4 en Becerril; 15 en Chiriguaná; 16 en El Paso y 5 en La Jagua de Ibirico.
La funcionaria subrayó que el proceso para desarrollar estos proyectos no es corto. “El camino es largo, pero unidos en pro de la comunidad, estamos cumpliendo”, dijo, y añadió que estas comunidades serán “fundamentales” en la implementación del gran distrito minero especial para la diversificación productiva Corredor de la Vida que agrupará a estos municipios.
Ahora bien, de acuerdo con una socialización sobre las comunidades energéticas, realizada meses atrás en Valledupar, estas comunidades no solo podrán satisfacer las necesidades en materia de energía, sino además aquellas que están relacionadas al desarrollo comunitario y económico en los territorios.
Es decir, esta generación y comercialización puede ser realizada por medio de 2 agentes: la autogeneración para viviendas, es decir, autoabastecimiento, y la distribución de manera colectiva.
Si las comunidades le apuestan a generar su propia energía con supervisión del Gobierno, las personas estratos 1, 2 y hasta 3 se beneficiarían, puesto que son quienes conforman gran parte de la población que más se quejan por la calidad del servicio y por los daños a sus electrodomésticos. La energía que sobre podría ser ‘inyectada’ al Sistema Interconectado Nacional.
Por otra parte, además del Minminas, durante en el más reciente encuentro de 200 personas también estuvieron representantes de los ministerios de Ambiente, Trabajo, Agricultura, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), el Servicio de Empleo, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, la Agencia de Desarrollo Rural y el Departamento Nacional de Planeación.
Todo este equipo se ha reunido con habitantes del corredor, pero también con gremios, sindicatos mineros, académicos y entidades para construir la hoja de ruta que tendrá el territorio para dejar de depender de la economía del carbón.
Se trata de la estrategia que busca materializar proyectos de generación de energía renovable de fuentes no convencionales desde las mismas comunidades.
El Ministerio de Minas y Energía priorizó 52 comunidades energéticas del corredor minero del departamento del Cesar, de las 62 propuestas totales realizadas para desarrollar esta estrategia que busca materializar proyectos de energía renovable de fuentes no convencionales con el fin de “democratizar” dicha energía.
Así lo dio a conocer Silvia Cuesta, directora de Minería Empresarial del Minminas, durante mesas de trabajo participativas que realizó el Gobierno nacional en los municipios de Becerril y El Paso este fin de semana, con el objetivo de validar el Pacto del Corredor de la Vida que pronto se firmaría entre diferentes actores e instituciones por el futuro de los municipios mineros del Cesar.
“La priorización de estas 52 comunidades energéticas es un triunfo significativo para las organizaciones sociales y las juntas de acción comunal. Es un logro de la comunidad y de los territorios, que han luchado incansablemente por democratizar la energía”, dijo Cuesta.
EL PILÓN conoció que las 52 comunidades postuladas están distribuidas de la siguiente manera: 12 en Agustín Codazzi; 4 en Becerril; 15 en Chiriguaná; 16 en El Paso y 5 en La Jagua de Ibirico.
La funcionaria subrayó que el proceso para desarrollar estos proyectos no es corto. “El camino es largo, pero unidos en pro de la comunidad, estamos cumpliendo”, dijo, y añadió que estas comunidades serán “fundamentales” en la implementación del gran distrito minero especial para la diversificación productiva Corredor de la Vida que agrupará a estos municipios.
Ahora bien, de acuerdo con una socialización sobre las comunidades energéticas, realizada meses atrás en Valledupar, estas comunidades no solo podrán satisfacer las necesidades en materia de energía, sino además aquellas que están relacionadas al desarrollo comunitario y económico en los territorios.
Es decir, esta generación y comercialización puede ser realizada por medio de 2 agentes: la autogeneración para viviendas, es decir, autoabastecimiento, y la distribución de manera colectiva.
Si las comunidades le apuestan a generar su propia energía con supervisión del Gobierno, las personas estratos 1, 2 y hasta 3 se beneficiarían, puesto que son quienes conforman gran parte de la población que más se quejan por la calidad del servicio y por los daños a sus electrodomésticos. La energía que sobre podría ser ‘inyectada’ al Sistema Interconectado Nacional.
Por otra parte, además del Minminas, durante en el más reciente encuentro de 200 personas también estuvieron representantes de los ministerios de Ambiente, Trabajo, Agricultura, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), el Servicio de Empleo, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, la Agencia de Desarrollo Rural y el Departamento Nacional de Planeación.
Todo este equipo se ha reunido con habitantes del corredor, pero también con gremios, sindicatos mineros, académicos y entidades para construir la hoja de ruta que tendrá el territorio para dejar de depender de la economía del carbón.