Lo que menos tenía pensado era escribir sobre el tema que voy a tratar, pues fue sorpresivo e imprevisto, al bajarme del carro a buscar un palo de mango lo más grande posible para sembrarlo en las nuevas instalaciones del famoso restaurante Patacón Pisao y en el futuro gozar de fresca y acogedora sombra, al llegar al Vivero de la carrera 17 con 15 me pegué una escarapelá que si no es porque todavía conservo alguna habilidad me hubiera contramatao, pero solamente me golpee las manos y me llevé un buen susto y todo porque aquí en el Valle no hay autoridad y todos hacemos lo que nos da la gana.
Por esa calle corre hace meses un chorro de agua, no sé si limpia o sucia que sale de la Clínica de Alta Complejidad y la lama o musgo verde muy resbaloso y hediondo ha cubierto el pavimento y lo ha convertido en una trampa mortal en donde a diario caen patas arriba ancianos, mujeres, indígenas y niños según me contó el dueño del Vivero. Ese arroyo lo ve hasta un ciego, menos las autoridades, entre ellas la Secretaría de Salud que queda por ahí cerca, Corpocesar o cualquier Inspector de los tantos que hay en la ciudad, con el señor Alcalde a la cabeza, lo estoy denunciando y espero la rápida intervención de la primera autoridad municipal y no vaya a pasar lo mismo que con los cráteres de la carrera 11 con 12, que no han querido mandar a arreglar a pesar de la cantidad de veces que lo hemos pedido por este medio, creyendo que con esto me perjudican, cuando los perjudicados son usted y el Valle “que tanto quiero”.
Y ya que tratamos de aguas fétidas y podridas, hablemos de agua potable y del alcantarillado, de Emdupar en lo referente a los precios del líquido y su manejo. ¿Saben qué? Emdupar, la Joya de la Corona es una entidad mentirosa que nos engaña y hace lo mismo que el tendero de las esquinas, que vende el arroz más barato, aún fiao, pero que para llevarlo tienen que comprar la manteca, la sal, la carne, los aliños, el bastimento, los huevos y la leche y ahí está el veneno, porque lo demás todo es más caro; dizque el agua no sube de precio desde hace mucho rato, mentira, no vale $ 400 el M3, cuesta el doble y al alcantarillado que le aumentaron el 70 % de un solo cascarazo no vale $ 1.200 sino $ 2.000, cuando ese aumento debe de ser progresivo de acuerdo con el índice de la inflación anual. Eso es lo que pagamos casi $ 3.000 por el consumo y tratamiento de 1M3, lo que sacamos del bolsillo, llámese de una u otra forma.
“Oímos muy tiesos y muy majo” al gerente de la empresa o algún funcionario de ella decir en una propaganda radial que el agua más barata que tiene el país y que hace muchos años no le suben el precio es la de aquí. Cínicos y embusteros, señor Alcalde la Junta de Emdupar es usted, pues los demás miembros la gran mayoría son sus subalternos ¿qué nos puede decir al respecto?
Esa fue la fórmula mágica de los costosos asesores que trajeron para salvar la empresa: subir inmisericordemente los precios del agua, yo lo hubiera hecho gratis.
Señores Concejales, mi pariente y amigo Eudes Orozco Daza, hagan algo y defiendan al pueblo, ese que depositó su voto para que los represente y tanta lengua les echa cuando se ven defraudados con sus actuaciones, ahí tienen un buen escenario para lucirse.
Por José M. Aponte Martínez