El impuesto a la sobretasa a la gasolina empieza a recuperarse y los buenos tiempos de este empiezan a aparecer, toda vez que después de una mala temporada en la que no se alcanzaban a recaudar ni los 2.000 millones de pesos al año, en los últimos tres años el repunte ha sido significativo.
A voz del secretario de Hacienda municipal, Eudes Fuentes, desde el 2015 y gracias al cierre de la frontera con Venezuela y la erradicación del contrabando de combustibles, el recaudo ha mejorado.
“En el 2016 recaudamos 10 mil millones de pesos, en 2017 un total de 9.700 millones de pesos y el año anterior 9.600 millones de pesos por este impuesto”, aseguró Fuentes.
La reducción entre 2016 a 2018 obedece, según el secretario, a que este impuesto se cobra por los derivados del petróleo, pero en Colombia se viene haciendo una combinación entre la gasolina y el alcohol, de ahí que el año pasado se haya reducido unos 900 millones de pesos.
Sin embargo, el impuesto pasa por un buen momento y atrás dejó unos de los períodos más difíciles como fue el del contrabando, que no le permitía al municipio recibir muchos recursos.
Muchos aún recuerdan que varias estaciones de servicio se vieron obligadas a cerrar sus puertas en Valledupar, debido a que lo que vendían no les alcanzaba para cubrir los gastos de los empleados y servicios públicos.
Incluso, hubo un momento que, en el caso de Valledupar, estuvieron a punto de quitar el impuesto porque no se recaudaba.
Hoy la situación es similar a la vivida en 2004 y años anteriores, cuando por este impuesto se recaudaban cerca de los 12 mil millones de pesos.
La crisis ocasionada por el combustible permitió también que Valledupar y algunos municipios del Cesar se beneficiaran de las medidas adoptadas en municipios fronterizos, trayendo consigo que el galón de gasolina sea más económico, por lo que se puede comprar combustible subsidiado que está en los 7 mil pesos, mientras que otras ciudades como Barranquilla y Bogotá cuesta entre 8 mil y 9 mil pesos.
Este impuesto al igual que el de industria y comercio, predial, entre otros, va a una bolsa del municipio para cubrir funcionamiento, inversión y pago a la deuda.
Por Sandra Santiago B. / EL PILÓN
Sandra.santiago@elpilon.com