La Universidad Popular del Cesar (UPC) lleva tiempo en manos de los clanes políticos que la utilizan como botín financiero y electoral. Esos clanes la han desangrado hasta el punto de ubicarla en los peores lugares de los rankings de universidades. ¿Por qué los estudiantes no dicen nada ante semejante desangre?, ¿por qué no se unen para darle una patada a los clanes y sacar su universidad adelante? Pues bien, finalmente lo hicieron.
Los estudiantes se pronunciaron en las recientes elecciones y eligieron representantes estudiantiles independientes que no contaban con la venia de ningún político. El resultado de las elecciones del pasado 15 de junio en la UPC es un viento de esperanza de cambio en la Universidad y con ello también en este departamento, que muchas veces es inhóspito para generar transformaciones.
En las elecciones para escoger a los representantes estudiantiles hubo maquinaria y plata a la trocha y mocha. Circularon mensajes de personas presionando a estudiantes a votar por determinado candidato para no tener consecuencias negativas en procesos académicos y disciplinarios. El mismo día de la votación se movió el dinero entre comités de logística, comida, publicidad, mochilas terciadas de caciques y compra de votos. Hasta concejales, diputados y congresistas se aparecieron a las afueras del parque de la Vallenata donde se llevó a cabo la elección.
Sin embargo, nada de eso pudo amedrentar o cambiar la decisión de la mayoría de estudiantes de votar por candidatos independientes. Ante el río de dinero que se movió, parece ser que muchos estudiantes le aplicaron a los clanes políticos el fenómeno Vargas Lleras: les cogieron la plata y votaron por otro. La supieron hacer y les dieron donde más les duele: derrotándolos en las urnas. Ya vemos que los estudiantes fueron coherentes: no solo se limitaron a expresar su inconformidad protestando en las calles, sino también con el voto.
En consecuencia, las elecciones dieron como ganador a Juan Nacimiento como representante de estudiantes ante el Consejo Superior Universitario. Juan es un líder brillante, con una vida académica impecable, de gran prestigio y con un amplio recorrido dentro del liderazgo juvenil. No tendrá el camino fácil, entra a un órgano colegiado donde se mueven muchos intereses pero tengo la certeza que los estudiantes tendrán la garantía de estar bien representados por él.
Otra gran noticia es el triunfo de Juliana Guerrero en Bienestar Universitario e Himer Torres en Consejo Académico. Ambos lideraron la campaña “el aguante de la popu”, sin dinero, trabajando con las uñas, a costa incluso de la seguridad de ellos, se pararon ante la maquinaria y los estudiantes los respaldaron. Son líderes aguerridos que también están llamados a hacer un gran papel. Por otro lado, no se puede pasar por alto el triunfo de candidatos interesantes en los Consejos de Facultad.
Ahora, esto no quiere decir que ya todo vaya a cambiar en la UPC, pero por lo menos los estudiantes ya marcaron la pauta. Es cuestión de todos los actores acompañar y coadyuvar en el rescate de esa alma mater de los cesarenses. La UPC necesita recuperar estabilidad institucional y comenzar a proyectarse como uno de los mejores centros de educación superior del Caribe, con investigación y acreditación de alta calidad.
¿Aprenderemos los vallenatos y cesarenses del ejemplo de los estudiantes de la UPC para las próximas elecciones al Congreso, alcaldías y Gobernación? Amanecerá y veremos.