El conductor que moviliza a los ciudadanos, los pasajeros que se bajan del bus, y los ciclistas o motociclistas que se despojan del medio de transporte, se convierten en algún momento de sus vidas en peatones. Esta condición, de caminante de la ciudad, es una de las más frágiles y vulnerables de la movilidad y continuamente los convierte en víctimas de accidentes de tránsito en Valledupar.
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De acuerdo al Observatorio Nacional de Seguridad Vial, ONSV, el año pasado con 10 casos los transeúntes fueron los segundos actores viales que más aportaron muertos en accidentes de tránsitos en la capital del Cesar, es decir, fueron el 17,9 % de las 56 víctimas que se presentaron en la ciudad.
Un panorama que de acuerdo al análisis de la ONSV refleja que durante los años 2017, 2018 y 2019, la mortalidad en los peatones presentó una variación porcentual del 66,6 %, registrándose por año 10, 6 y 10 víctimas, respectivamente.
En el presente año, según la entidad, en los dos primeros meses murieron cuatro peatones, dos víctimas más que en el 2019 para la misma fecha. Entre las víctimas están los adultos mayores Juan José Toloza Novoa, de 77 años, arrollado por una moto en el barrio La Victoria, el pasado dos de febrero, y Dominga Criado de Rodríguez, de 68 años, embestida el pasado 24 de febrero por una motocicleta en el barrio Don Carmelo.
Para las autoridades, los incidentes que involucran a los peatones son producto de la falta de compromiso de muchos ciudadanos que no respetan el espacio destinado para caminar o cruzar la vía.
“El peatón debe minimizar sus riesgos transitando por donde debe pero todas las personas en Valledupar deben proteger al peatón, facilitarle la circulación. Podemos ver cómo hace unos días un constructor estaba colocando bolardos en el andén de su casa, dificultando la circulación de los peatones y aparte pone una camioneta al fondo”, manifestó Roberto Carlos Daza, secretario de Tránsito y transporte municipal.
La importancia de ser buen peatón
Las malas conductas del caminante también influyen en los accidentes. Por eso, la importancia de aplicar lo establecido en el artículo 58 del Código Nacional de Tránsito Terrestre, el cual advierte como malas prácticas cruzar en sitios no permitidos, caminar a orillas de la carretera u otra zona destinada a vehículos, pararse detrás o delante de un carro encendido y remolcarse o bajarse de un automotor en movimiento.
Olvidar las recomendaciones puede dejar secuelas fatales en la salud física, pues en un accidente los transeúntes son los más vulnerables por no contar con protección corporal.
Según la ONSV, el año pasado 358 personas resultaron heridas por accidentes de tránsito en Valledupar, de las cuales, 44 eran peatones, es decir, nueve casos más en comparación del 2018 que solo presentó 35 lesionados.
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Sin embargo, esa cifra podría ser mayor, teniendo a consideración que no todos los lesionados son atendidos por el Instituto de Medicina Legal (entidad que facilita el análisis a la ONSV) sino aquellos que entraron en pleitos penales o querellas.
La infraestructura, un factor determinante
La adecuada infraestructura como la señalización de tránsito, la demarcación vial y reductora de velocidad influye positivamente en la movilidad y los niveles de accidentalidad de los que caminan en las calles.
Por ejemplo, para María Isabela Angulo realizar diligencias a pie en muchas oportunidades resulta tormentoso porque, asegura, algunos semáforos no funcionan o no hay cebras.
“A veces no hay señales de tránsito, semáforos o pares. Hay ocasiones en que quieren llevarse a uno por delante porque no respetan ni que uno vaya con una embarazada”, manifestó Angulo.
EL PILÓN recorrió varios sectores de la capital del Cesar evidenciando que importantes calles carecen de marcaciones viales como la carrera 12 con calle 10 donde hay cuatro esquinas, y la carrera 19 con calle 14 donde está ubicado un centro de salud asistencial y el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena).
En condiciones similares están otras áreas como la calle 16 con carrera 11 del centro, una importante zona en la que está localizada el Colegio Nacional Loperena y entidades bancarias.
Al respecto, el secretario de tránsito y transporte municipal, Roberto Daza, explicó que desarrollarán un proyecto para darle solución a esas carencias.
“Tenemos pronosticado colocar alrededor de 700 señales de tránsito y demarcar cerca de 50 mil metros cuadrado a lo largo y ancho de Valledupar. Para hacerlo primero se debe tener los proyectos realizados y el principal es el Plan de Desarrollo Municipal, el cual estamos debatiendo en el Concejo Municipal”, explicó.
La cultura ciudadana: el reto
María Isabela Angulo, ciudadana. Jairo Daza Fuentes.
Tanto las autoridades como los ciudadanos consideran que además del acondicionamiento de la infraestructura, es esencial trabajar en virtud de la cultura ciudadana.
“No hay tolerancia, no hay cultura ciudadana porque cualquiera tumba a otro. Hace falta que el Gobierno departamental, municipal y entre todos pongamos de la mano para ver cómo se puede mejorar”, comentó Carlos Calderón, transeúnte. Otro ciudadano, Jairo Daza, considera que a las autoridades gubernamentales les ha faltado trabajar por cambiar la mentalidad del ciudadano.
“No hay el convencimiento en las personas de que si está el semáforo en rojo, pueden pasar y que lo tienen que hacer por la cebra, eso no lo respetan porque no ponen la debida responsabilidad que hay en esta”, acotó.
Por ahora la Alcaldía Municipal mediante la Secretaría de Tránsito y Transporte tiene pronosticado entablar la ‘Cátedra de tránsito’ encaminada a la población de primera infancia hasta la media vocacional para propiciar la cultura ciudadana.
Por: Marllelys Salinas Mercado / El Pilón