El jazz en Valledupar ha comenzado a tomar un papel importante en la cultura musical de la región, promoviendo no solo un género musical, sino una filosofía que promete enriquecer el ambiente cultural. Tras el Primer Festival de Jazz, organizado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Popular del Cesar, el miércoles 13 de noviembre en el restobar Guacaó, se pudo saborear lo que podría ser la capital mundial del vallenato atravesada por otros sonidos que exploran la evolución hacia el jazz.
Carlos Russo, docente en la carrera de música, quien bajo la cobertura de la Universidad Popular del Cesar (UPC); el decano de Bellas Artes, Yesid Acevedo, y el jefe de departamento, Walter Muegues, abrió un espacio para que músicos experimentados pudieran mostrar la filosofía del jazz en la ciudad.
“Tocar jazz requiere años de estudio y práctica; los músicos deben dominar escalas y armonías complejas. A menudo, un músico de jazz pasa meses perfeccionando una sola escala, mientras que un músico de vallenato puede aprender una canción en poco tiempo”, explica Russo al preguntarle sobre por qué crear un festival de otro tipo de música en la ciudad. “Sin embargo, otros géneros como el jazz, el rock y la salsa enfrentan serias dificultades para encontrar espacios en nuestra ciudad. La música folclórica y el vallenato predominan, dejando a los músicos de jazz sin oportunidades para expresarse”, agrega.
Orígenes y evolución del jazz en Valledupar
El jazz, originado en Estados Unidos a finales del siglo XIX, ha influido en múltiples géneros musicales alrededor del mundo. En Valledupar, este género ha comenzado a florecer precisamente en el transcurso del 2024, impulsado por iniciativas académicas y eventos culturales que buscan educar y promover su apreciación. Russo, destaca que el jazz “es más que un género; es una estructura que se estudia en muchas universidades al mismo nivel que la música clásica”.
La influencia del jazz se puede observar en la manera en que ha permeado otros estilos musicales locales. José Carmona, trombonista y docente de la UPC, menciona que “el jazz ha empezado a germinar en la ciudad” durante el conversatorio realizado previo a la presentación de siete agrupaciones durante el festival, con motivo de la receptividad del público durante los dos eventos que se han promovido de jazz por parte de los músicos y el público.
Impacto cultural y social
“Esto es algo sobrenatural, porque aquí en Valledupar siempre vallenato, vallenato y vallenato, hasta yo me canso de tanto vallenato y ahora que el maestro Carlos Russo se le ocurre hacer festival, desde ya creo que es algo algo excelente. Algo que oxigena aquí en Valledupar”, dijo Jhonatan Vélez, asistente al festival.
La cantidad de público presente fue tal que las sillas faltaron, aparecieron extranjeros como Walter “de Estados Unidos”, que esperaron encontrar jazz en cualquier lugar del mundo menos en su visita por la ciudad: “Yo siendo estadounidense, debe parecer impresionante la calidad de música que tiene (el festival). Carlos Russo, uno de los músicos que están tocando en este momento, pues verlo con mis propios ojos y tener la experiencia de disfrutar, escuchar el acordeón y la banda musical que tiene me parece una cosa demasiado demasiado rica (sic) y pues estoy muy agradecido por haber tenido esa experiencia”.
El jazz no solo es un estilo musical; también actúa como un vehículo para la expresión cultural. Según Russo, “es bueno generar incentivos en los músicos hacia el estudio académico musical para mejorar la técnica instrumental”. Y agrega: “Es fundamental crear festivales que integren diferentes géneros musicales, desde el vallenato hasta el jazz y el rock. No se trata de eliminar la cultura vallenata, sino de enriquecerla con nuevas influencias. La música clásica es la base de todos los géneros y debe ser parte de esta inclusión”.
Además, Carmona enfatiza cómo el jazz promueve cualidades importantes como el trabajo en equipo: “la interpretación de este género fortalece el trabajo de equipo de las personas”. Este aspecto colaborativo es la base en el jazz, donde la improvisación y la interacción entre músicos crean una experiencia musical única e irrepetible. Cada interpretación en jazz es un momento singular, ya que lo que se toca en esos minutos no puede ser replicado en otro instante.
Eventos y festivales
El Primer Festival de Jazz se organizó en el restobar Guacaó, un lugar que además empieza a crear tendencia en el mundo cultural y sonoro vallenato, por eso ha comenzado a permear en la agenda cultural vallenata. La participación de numerosas bandas diferentes permite una fusión que demuestra la riqueza sonora del jazz. Carmona menciona que “los festivales son muy abiertos para dejar participar a bandas de diferentes géneros musicales”.
Estos festivales también sirven como plataforma para nuevos talentos. Muchos jóvenes músicos han tenido la oportunidad de presentarse y aprender de artistas más experimentados. Russo lo explica desde la necesidad de valorar los talentos y mostrarles que aquí también hay público que los valore: “Es preocupante que muchos músicos talentosos no reciban el reconocimiento que merecen. ¿Quién valora su música? ¿Quién organiza festivales para ellos? A menudo, los premios se otorgan basándose en la fama del artista más que en su habilidad técnica. Esto crea una cultura donde se valora más la popularidad que la calidad musical”.
El secretario de cultura departamental, Manuel Rangel, aprovechó la tarima del evento para expresar su agradecimiento: “Quiero agradecer de manera especial a la Universidad Popular del Cesar por abrir estos espacios para la reflexión. También quiero hacer un llamado a los artistas y músicos del municipio y de todo el departamento del Cesar, para que juntos podamos enriquecer el patrimonio cultural de nuestra región. Creo firmemente que géneros musicales como el jazz ofrecen la oportunidad de consolidar a Valledupar como una verdadera capital cultural”.
Rangel también destacó la importancia del festival: “Este primer festival de jazz, aunque no sea el paso más grande, es sin duda un hito importante en la historia musical de Valledupar. Podemos observar ejemplos cercanos, como Mompox, que ha convertido el jazz en un atractivo turístico que ofrece grandes oportunidades a sus habitantes. Valledupar, conocido por su tradición vallenata, también puede abrirse a otros géneros musicales que integren y diversifiquen su cultura”, afirmó.
Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN