Muchos días antes de que se supiera que la Corte Suprema de Justicia iba a llamar a indagatoria al Senador Álvaro Uribe Vélez, los acólitos del susodicho informaron que éste se había caído de un caballo en su hacienda y se había roto unas costillas y se afirma que le dieron más de un mes de incapacidad (dicen que la caída fue un pretexto).
A Uribe se le veía campante, dando declaraciones, y por esos días renunció de su curul al Senado, en lo que fue considerado otra patraña. A los pocos días recusó a los de la Corte y el proceso se fue dilatando. Vimos por los medios de comunicación a varios de sus áulicos políticos justificando la posición del senador y luego el mismo Uribe reversó su determinación. Quedó en la memoria de todos los colombianos otro mamarracho del antioqueño.
Cuando se iba a cumplir el llamamiento de la Corte, Uribe esgrimió otro as bajo la manga: recusó a los de la Corte y el proceso seguía dilatándose.
Anteayer, volvió Uribe a trinar su celular echando nuevamente reversa: “Hoy desistiré de la recusación en contra de los magistrados que me investigan, que se propuso hace varias semanas. Pediré mantener fecha de indagatoria y que sea pública. Nunca tengo ánimo de dilatar, tengo responsabilidades con la opinión pública además de los deberes ante la justicia (SIC)”, dijo.
Pareciera que Uribe sabe todo lo que pasa en la Corte, que iba a tomar decisión desfavorable en su recusación, como ocurrió. El periódico El Heraldo publicó ayer: “Los magistrados José Luis Barceló, Luis Antonio Hernández y Fernando Alberto Castro, encargados de la investigación contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez, por presunta manipulación de testigos, decidieron no aceptar la recusación interpuesta por el exmandatario, por lo que ahora el recurso será analizado por los magistrados de la Sala de Instrucción 3 de la Corte Suprema de Justicia”.
Mis consejeros periodísticos Tíochiro y Tíonan creían que las chuzadas ya era pasado, pero no. Al parecer, se sabe más acá afuera que allá adentro de la misma Corte Suprema.
Para recordar que la Corte llamó a indagatoria a Uribe, por un caso de falsos testigos, en lo que deberá responder por soborno y fraude procesal. Los delitos en mención pudieron haber sido cometidos después de que la Corte cerró un proceso contra el Senador del Polo, Iván Cepeda y, en su lugar, compulsar copias contra Uribe por supuestamente intentar manipular testimonios.
Lo cierto es que Uribe deberá acudir a la cita de la Corte el próximo 3 de septiembre y según mis consejeros existe la mayor probabilidad que quede detenido por los delitos que se le acusan.
Lo que piden mis consejeros es que la Corte debe decidir cuanto antes este proceso y si hay que enviar a la cárcel al Senador que lo haga, para que pague y si debe quedar libre que lo haga. La verdad es que ya estamos hastiados de Uribe y la Corte, cada día hay un nuevo agarrón, mientras que la institucionalidad pierde credibilidad por la falta de seriedad y ponderación. Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta -tiochiro@hotmail.com @tiochiro