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Un reconocimiento a las 160 mil víctimas del Cesar

Hoy nueve de abril es un día en el que convergen muchas situaciones. Por un lado se conmemora el aniversario 64 de la muerte del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, el país se divide en opiniones por la propuesta de marchar por la paz, y además se conmemora el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas.

 

Los tres temas tienen relación entre sí, pero a EL PILÓN le interesa en especial hacer un reconocimiento a las víctimas en este día que ya ha sido institucionalizado por la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, como reconocimiento de los hechos que han victimizado a los colombianos y colombianas. De acuerdo con el Programa de Desarrollo y Paz del Cesar –PDP- esta fecha se perfila como uno de los días con mayor significación para la Nación, “por cuanto resalta la importancia de la Memoria en un país de grandes abusos, injusticias, afectaciones pero sobre todo de grandes amnesias colectivas”.

 

Las cifras de víctimas aterrorizan y a su vez motivan a las instituciones a visibilizar cada vez más los hechos, que sólo en el Cesar, en las últimas cuatro décadas, ha dejado a más de 160 mil víctimas y sólo en Valledupar superan las 81 mil víctimas, según estadísticas de la Personería Municipal que cumple un papel orientador en el Centro de Atención a las Víctimas de Valledupar y brinda asesorías jurídicas a este grupo poblacional. Por eso es importante resaltar la labor de atención en el último año a 1.991 víctimas que han requerido asesorías jurídicas, siendo la mayoría población desplazada de diferentes puntos del Cesar y otras partes del país.

 

Este año es la segunda conmemoración del Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas en todo el territorio nacional, con el lema ‘Por la dignidad, la verdad, las garantías de no repetición y la paz’. Aunque es una fecha que conmemoran con diferentes actos, que bien valen la pena, el tema debe trascender esas fronteras de visibilizar por un día la situación de las víctimas, y por el contrario debe existir un compromiso serio y permanente de las organizaciones de víctimas y defensoras de víctimas, para que se conviertan en veedoras de la verdad, la reparación y la no repetición para las víctimas.

 

De hecho hacemos eco a las organizaciones convocantes a conmemorar este Día, que de manera pública deploran la intolerancia de algunos sectores que se niegan a reconocer los derechos y diferencias, “llegando a extremos de proferir amenazas a líderes y lideresas de organizaciones de víctimas en el departamento del Cesar, pretendiendo con ello sumir al conjunto de la sociedad en el desconcierto y terror, que justamente es lo que queremos superar”.

 

Este es un nueve de abril para que cada ciudadano y ciudadana decida a cuál horizonte mirar!

 

Categories: Editorial
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