Por: Hernán Maestre Martínez
Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia. Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí y Cesar. Hagamos causa común para que el embalse Los Besotes sea una realidad, es agua para la vida en Valledupar, La Paz y San Diego.
Para abordar este tema, se exige construir un concepto de desarrollo adecuado, desde el punto de vista de su universalidad y desde el de su capacidad para facilitar una lectura plural de las realidades. Al mismo tiempo, es deseable que dicha noción tenga también un nivel de comprensión que permita manejar unos elementos para responder a la problemática ambiental.
El desarrollo entendido como la capacidad de una sociedad para dar desenvolvimiento a sus potencializadades, es un concepto que debe construirse a partir de diferentes elementos que ofrece la realidad y desde las distintas perspectivas de la ciencia. Pero básicamente, es un concepto de carácter eticopolítico en cuanto que muestra un sentido de finalidad a una actividad social. En ese sentido, cuando una sociedad da desenvolvimiento a sus potencialidades esta desarrollándose.
Dicha potencialidades se encuentran definidas, por su patrimonio biofísico y cultural, y están consolidadas en un patrimonio que puede pensarse desde el punto de vista biofísico como, por ejemplo, la diversidad eco sistémica, organísmica y genética a nivel territorial, y desde el punto de vista cultural como las respuestas adaptativas presentadas por los grupos humanos; incluye también valores eticopolíticos, instituciones, ciencia, tecnología y formas de organización de la actividad social.
En consecuencia permitir el desenvolvimiento de las potencialidades tiene como fin principal garantizar la permanencia en el tiempo y en el espacio de la población humana. Para tal fin es necesario satisfacer las necesidades de la población a través de la construcción de unas condiciones sociales de equidad que lo permitan.
De esta forma no es posible considerar un desarrollo que no incluya una dimensión ambiental y una conservación per se del medio biofísico, que sacrifique a la población presente o futura. La ventaja del concepto de desarrollo es que es sintético, encierra la dimensión ambiental y la interacción con el sistema cultural. Si el desarrollo no permite la realización de las potencialidades a nivel cultural, entre otras, ni es equitativo, ni permite la permanencia en el tiempo de la población, sencillamente no es desarrollo.
En estas circunstancias, el desarrollo como tal no puede considerarse un fenómeno o hecho particular, de orden únicamente pragmático, sino un concepto universal porque es aplicable a cualquier situación, a cualquier población, aunque tiene la particularidad de ser relativo para cada comunidad, para cada grupo humano. Por este motivo, el concepto tiene que ser construido colectivamente por medio de procesos que involucren el conocimiento científico, el saber de las comunidades y los procesos de conservación y participación; es en consecuencia una propuesta eticopolitíca.
El desarrollo tiene que ver con los problemas ambientales, la forma en que se expresan y pueden ser leídos. En el medio biofísico original o ecosistema particular, en donde se desarrolla una población humana que crece, aumenta y multiplica sus demandas, se evidencian los problemas ambientales.
Esto se debe a que las interacciones de la población con sus elementos constitutivos son cada vez mayores, al punto de que en muchas ocasiones se desborda la capacidad de los ecosistemas, alterando o interrumpiendo de forma sustancial los flujos de materia y energía y las redes tróficas. Cuando la demanda social aumenta en cantidad y calidad supera la oferta natural del ecosistema y lo agota progresivamente. (Continuará).
Especialista en Gestión Ambiental
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