En estos días se manifiestan los consabidos buenos propósitos, en medio de la reflexión y el guayabo de las fiestas( las del río Guatapurí, los 51 años del Cesar, la Navidad, la inauguración de la plaza de Patillal y su festival, y las venideras de fin de año y de Valledupar).
Una iniciativa que promovió Dickson Quiroz y que acompañó el ministro Malagón, y las universidades, se materializó el pasado día 20 de diciembre con el encuentro de talentos cesarenses en el Club Valledupar. Se diseñó invitando a personalidades con asiento en los poderes del Estado, empezando por los jóvenes que desarrollan cargos importantes en el ejecutivo nacional, los congresistas, y hasta altos magistrados en cortes de la rama jurisdiccional. En el nivel sub-nacional el gobernador, el alcalde de la capital, algunos funcionarios, gremios productivos, medios; en fin, una constelación de influyentes en el curso actual y futuro del departamento. Después de la lúcida bienvenida del promotor, se hicieron las presentaciones centrales del director de Cesore, Fernando Herrera y del ministro Malagón. El diagnóstico ha sido presentado en nuestras páginas en sesudos análisis y mencionamos cómo nos recordaron que aprovechar los próximos años será una oportunidad única. Todos participaron con entusiasmo y se concitó la atención en las redes sociales.
Se identificaron puntos de consenso, primero el de obtener para la sede de los Juegos Nacionales, como aprovechamiento de escenarios deportivos y de construcción de otros, de promoción de la actividad saludable para la juventud, de transporte, renovación urbana, de empleo y de turismo de la ciudad y sus alrededores. Nos parece apropiado el esfuerzo, pues han sido ellos recientemente vitales para Santa Marta y Barranquilla. Aún queda en la memoria cómo transformaron el Valle del Cauca y Cali los Panamericanos de 1971. Tenemos unos competidores, frente a los que hay que mostrar nuestra capacidad y atractivos; solo identificar y trabajar esa meta ha justificado ese concurrido encuentro.
Pero las personas – líderes públicos y sociales de una comunidad- se parecen en los propósitos y se diferencian en los resultados. Hacemos unas cordiales reflexiones en el ánimo de no desfallecer en la convenida senda:
-Hay temas de coincidencia como las obras de infraestructura, las de servicios, las de preservar las fuentes hídricas para acueductos y agricultura, sembrar las regalías, etc. Sobre los que es difícil hallar desacuerdos, que se tornan en elementos de una visión del departamento y su gente, de planeación, que el llamado a liderar es el señor gobernador; el camino exige un alto nivel de presupuesto, coordinación y norte, y de ejercicio de la política y el lobby a nivel de las altas esferas gubernamentales acompañado de argumentos y documentos. No solo para ese ejercicio de planeación y resultados por supuesto, sino para alcanzar la sede deportiva.
– Ese encuentro es de una élite de gobernantes y personalidades pero no se ha hecho extensivo a diferentes sectores sociales y sub-regionales, siempre excluidos de las esferas de poder departamental. Responde a una visión de aquélla, la que debe discutirse y complementarse. Es notable que la dirigencia política tradicional no interpreta a una nueva clase media que tiene otras preocupaciones y ve con desconfianza a aquella empresa electoral, hastiada ( aunque es en todo el país) de sus afanes de vanagloria personal y enriquecimiento.
– Debe dejarse claro hasta donde llegan los objetivos de gobierno nacional, que se manifiestan en todos los departamentos y en todos los aspectos de bienestar, servicios y obras, y lo que se puede y debe alcanzar dentro de las competencias del territorio y sus entidades públicas y sector privado.
Buen propósito, requerimos establecer el cómo lograrlo y qué transformación debemos hacernos, es el llamado siempre contributivo de EL PILÓN.