Sabroso algunas personas que no han tenido o una delicia o una pesadilla en sueños, que jamás han sufrido de guayabo, o les ha dado un dolor de cabeza y menos una fiebre u otros que no han tenido el martirio de amanecer con los bolsillos limpios y varios cobra diarios en la puerta, o sentir los terribles dolores de muela u oído. Son seres privilegiados o embusteros, lo uno y lo otro.
Yo sí sueño bastante, como anoche que anduve por toda la carrera 11 sin un huequito y de pronto, ¡la pesadilla!, el hueco de la 11 con 12 en donde caí en forma estrepitosa. También soñé con problemas de tránsito, tal vez con la afinidad de esa actividad y también porque bien temprano al salir a la calle veo tantas arbitrariedades, desafueros y abusos de parte de los conductores y pasividad y tolerancia extrema de los agentes de tránsito, dedicados casi todos a engordar más por la falta de movimientos, parados en las esquinas para evitar que las motos entren al Centro, mientras que a pocos metros de ellos hay toda clase de desorden vehicular; hay necesidad de reorientar y reubicar muchas señales de tránsito mal ubicadas en todas partes de la ciudad, pero sería bueno comenzar por el elegante barrio Los Cortijos y determinar que las carreras son preferenciales y no haya que parar en una esquina y en la otra no, sino que haya continuidad.
Vaya sorpresa cuando me puse a leer El Pilón y leí y releí, porque no lo creía que el Tránsito tiene en bodega más de 200 señales que esperan ser instaladas y no me explico que esperan para hacerlo, así como también algunos reducidores, pues no solamente el barrio Obrero tiene derecho a ellos. ¡Vamos hombe!, hagan algo que ayude a recuperar la buena imagen del señor Alcalde Tuto Uhía, que si no se avispa se le va a llenar la cara de barros y espinillas como la tiene el Valle, repleta de huecos y huequitos o troneras por todas partes, sin que se vea la aplicación de ningún remedio. Carajo, hablando lo mismo, me he vuelto monotemático y aburridor, tengo fastidiaos a mis pobres y escasos lectores, menos al Alcalde y su Secretario de Obras Públicas que no oyen, ni ven, ni entienden, ni menos leen El Pilón, lo hacen de cholla para demostrar que hacen lo que les da la gana y no lo que un pobre e iluso columnista les sugiere para el beneficio y bienestar de la ciudad.
Como mi colega, de columna lógicamente y amigo de siempre Beto Herazo, otra cosita: ¿será que el Balneario El Chorro de Pepe Castro en La Paz, los Kioscos en Manaure, Hurtado y La Pedregosa aquí en el Valle y otros sitios de recreación con piscinas y aguas naturales, tienen pararrayos instalados para evitar desgracias? Si no los tienen deben de proceder a hacerlo en forma inmediata porque lo que viene es invierno, tronadera y rayo que matan gente y sería muy lamentable que por esa falta de previsión sucedieran desgracias.
La cultura y las letras están de plácemes en Valledupar con los lanzamientos de los libros Escritos I y Los Secretos del Vallenato de los doctores Jaime Calderón Brugés y mi primo Julio Oñate Martínez, felicitaciones a ellos por el enorme aporte cultural que le hacen a la región y mi más sincera petición para que sigan en la brega de escribir, que no es cosa fácil.
La Paz, como su Alcaldesa, está bonita y será el tema de mi próxima columna.
Por José M. Aponte Martínez