Posibilidades de alivio económico que les permitan sostenerse y lograr solventar los pagos de nóminas para los pequeños y medianos empresarios de hoteles y restaurantes de Valledupar, fue la solicitud realizada al ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, por parte de representantes de estos sectores en conjunto con Cámara de Comercio y el representante Cristian Moreno.
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Lo anterior se da ante el estado de emergencia declarado en el país por el coronavirus que afecta procesos y el desarrollo de los diferentes sectores.
De la misma manera, desde el punto de vista tributario piden medidas en materia de arrendamiento comercial y servicios públicos, de tal manera que no sean promediados, sino que estos sean por consumo.
“Luego de reuniones virtuales con los afectados pasamos la misiva al ministro de Comercio, quien informó que el Gobierno nacional lanzará un plan de reactivación económica donde está planteado por ejemplo realizar el desmonte del IVA hotelero al sector turístico; además, están realizando el estudio a la sobretasa de energía. Hice la petición que el plan de reactivación económica esté focalizado para las microempresas, que representan el 80 % del comercio”, explicó el representante a la Cámara, Cristian José Moreno.
Por su parte, el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón Márquez, aseguró que le siguen insistiendo al Gobierno nacional habilitar a Bancoldex como banco de primer piso para que los microempresarios puedan acceder a créditos bancarios con años de gracia y buenas condiciones en cuanto a intereses “y no dejarlos a los criterios mezquinos del sector financiero, de los que se exceptúa Bancolombia que ha atendido las peticiones de SOS de los microempresarios”.
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HOTELES
Los empresarios hoteleros aseguran que cuando piden préstamos a los bancos se encuentran con que son denominados de “alto riesgo”, por lo que les niegan sus solicitudes y los ‘créditos blandos’ de los que habla el Gobierno nacional ningún hotel de la ciudad los ha recibido.
María Fernanda Villabona, gerente del hotel Sonesta, que tiene 108 habitaciones y 70 empleados, con una nómina cercana a los 150 millones de pesos, aseguró que sufren una “cascada de cancelaciones de las reservas” porque la gente está temerosa a corto y mediano plazo.
“Tenemos perdidas millonarias. En marzo dejamos de recaudar más o menos 300 millones de pesos y en abril cerca de 800 millones de pesos, teniendo en cuenta que para Semana Santa y Festival de la Leyenda Vallenata nos cancelaron todas las reservas, por lo que el flujo de caja solo nos alcanza para pagar hasta esta quincena”, manifestó.
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Entre tanto, Cristina Zapata, representante de dos hostales de la ciudad, que cuenta con 15 habitaciones, y quien hace parte del proyecto Magia Vallenata (que lo conforman 13 hostales y cuatro agencias de turismo) asegura que les siguen llegando las facturas y como no tienen huéspedes no tienen cómo pagar.
“Nos dicen que debemos pagar el 50 % de las facturas de servicios públicos y el resto lo difieren a tres meses; eso no es ayuda porque cuando nos cancelan las reservas debemos devolver el 100 % de lo que han abonado. En mi caso me llegó la factura de energía por cuatro millones de pesos ¿Cómo es posible que llegue ese total como si las habitaciones estuvieran ocupadas? Parece que estuvieran haciendo lectura promedio. Para rematar los créditos no son asequibles al sector”.
RESTAURANTES
Por otro lado, los restaurantes de la región también han sido golpeados por la pandemia, puesto que solo funcionan por domicilios y ante la falta de circulación de dinero en la ciudad este servicio es muy bajo, por lo que se han visto obligados a alternativas como ‘2 por 1’, domicilios gratis, o bajarle el precio a sus productos.
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Ulises Guerra, representante de una cadena de restaurantes de la ciudad, plantea que existen más de 100 establecimientos de este tipo en Valledupar (de los cuales según Cámara de Comercio el 30 % son formales y el 70 % son informales) y que, en su caso, los domicilios solo les están representando el 4 % de las ventas del mes.
“Nos tocó recurrir a vacaciones colectivas, pero ya estamos pensando en licencias no remuneradas. Hemos recurrido a préstamos de la banca para subsanar algunas obligaciones, pero si las ventas son bajas no podremos seguir”, sustentó.