Vivimos, por estos tiempos, una etapa crítica para el país, punto de inflexión que exigirá la mejor de las reflexiones, no tanto teologales sino filosóficas, éticas y socioeconómicas. Esta etapa es una campaña electoral que, en un país tercermundista, parece una guerra y se sabe que en esta la primera víctima es la verdad. Muchos repiten lo que les han contado sin tamizar o poner las alarmas de la lógica.
Toda información es susceptible de análisis por creíbles que sean los informantes. Por eso se dice: “nunca creas en nada de lo que te dicen y solo en la mitad de lo que vieres”, las apariencias engañan. Este paradigma no es nuevo, el apóstol Tomás así lo creía. Cada día leemos y escuchamos personas afirmando retahílas que otros han dicho acerca de un contrario, muchas veces denigrantes, para disminuir sus posibilidades; para ellos, el fin justifica los medios es una de las herramientas utilizadas, filosofía central del nacismo.
Sin ser abogado del diablo para darle sanidad a la democracia, uno tiene que entrar a develar ciertas falacias del adversario cuando de agredir al contrario se trata. Un ejemplo claro de esto es lo que sucede con Petro a quien sus enemigos, propios e inducidos, tratan de reducir a un punto infinitesimal. Este país no ha estado gobernado por arcángeles, muchos de los magnicidios quizás los han planificado ellos; ahora el único pecador es G.P. y existe una cartilla para desprestigiarlo. Hay que reconocerle a Rodolfo Hernández su objetividad y transparencia para calificar al adversario.
A las personas no se les mide por lo que los medios digan sino con indicadores comprobables. Para estos, G.P. pasó por la alcaldía de Bogotá sin pena ni gloria y todo su accionar es perverso y destructor de patria. Serviré de intermediario para ilustrar sobre algunos indicadores evaluados en 2015 por organismos internacionales y nacionales. Sostenibilidad y calidad de vida: Bogotá es la 5ª mejor entre 148 ciudades del mundo. (IECE, Centro de Estudios Superiores de la Empresa). Atracción para la inversión: Bogotá mejor estrategia en Latinoamérica y 8ª a nivel mundial (Financial Times). Competitividad: Bogotá la más competitiva de la región andina (América Economía Inteligence y CEPEC de la U. del Rosario). Ciudades globales: Bogotá 4ª de las capitales latinas (Cámara de Comercio de Bogotá). Manejo de las finanzas: Bogotá, calificación triple A (BRC, Standar & Poor´s). Destino de negocios: 52% del destino de extranjeros que vinieron al país, llegó a Bogotá. (Cámara de Comercio de Bogotá). Pobreza multidimensional: bajó de 11.9 a 5.4% entre 2012 y 2014 (Dane). Pobreza monetaria: 10.1%, la segunda más baja después de Bucaramanga (Dane). Muerte por desnutrición infantil: cero muertes entre 2014 y 2015 (Alcaldía de Bogotá). Red pública hospitalaria: superávit de $3.821 millones contra un déficit de $235 mil millones en 2011. (Alcaldía de Bogotá). Índice de homicidios: bajó de 22.6 en 2012 a 16.4 por 100 mil habitantes en 2014. Salió de la lista de las 50 ciudades más violentas del mundo. (Centro de Estudio y Análisis de Convivencia y Seguridad Ciudadana).Tasa de desempleo: 7.7% en el último trimestre de 2014, siendo Bogotá la 3ª ciudad con mayor empleo en todo el país (Dane). Acciones de la ETB: subieron durante la administración de G.P. Oportunidades a los recicladores: 14.000 familias fueron vinculadas con salarios. Expropiación: ninguna, ni por interés público. Esta información es verificable y le permitiría a los rábulas adversos a Petro, revisar sus apreciaciones gratuitas y sus falacias. Invito a los columnistas de este diario para que, con cifras serias, califiquen, p.ej., la gestión de Duque o la de ‘Fico’.