Con el objetivo de fomentar el uso de las bicicletas como medio de transporte alternativo en Valledupar, se estructuraron en la ciudad dos proyectos que no han tenido en la comunidad el efecto esperado: las ciclorrutas y las bicicletas públicas.
Uno de los proyectos recientes y que está en ejecución es el de las bicicletas públicas, con 60 de estos vehículos no motorizados que el Ministerio de Transporte entregó en octubre pasado a la Alcaldía de Valledupar, sistema que operará la Oficina de Tránsito Municipal.
Para poner en funcionamiento las bicicletas públicas la administración municipal diseñó tres estaciones en sitios estratégicos de la ciudad, con ciclo parqueaderos y 22 kilómetros nuevos de ciclorruta. Las estaciones estarán ubicadas en la Gobernación del Cesar, la Plaza Alfonso López y el Parque del Viajero.
Sin embargo, más de cinco meses han pasado y esta iniciativa que hace parte del programa nacional ‘Sistema Públicos de Bicicletas’ que desarrolla el Ministerio de Transporte y el cual favoreció 28 municipios del país, entre ese Valledupar, continúa sin implementación.
Según el jefe de la Oficina de Planeación Municipal, Aníbal Quiroz, este proyecto que nació como parte de la construcción del plan de desarrollo, no presta aún el servicio debido que están en trámite los permisos relacionados con la instalación de las estaciones.
“Tenemos que ser responsables con este tema de las autorizaciones, por eso se están gestionando los permisos de la plaza Alfonso López, que está dentro del centro histórico de la ciudad, necesitamos una resolución del Ministerio de Cultura para dejar cimentado este sistema de bicicletas públicas”, afirmó el funcionario.
Asimismo, Quiroz indicó que otro aspecto de este retraso se debe a un rediseño forzado por las obras del Sistema Estratégico de Transporte (SIVA) en inmediaciones de la Gobernación del Cesar.
Sin embargo, el funcionario anunció que está proyectado poner en funcionamiento la primera estación, del Parque El Viajero, antes del Festival Vallenato (26 de abril).
El lío de las ciclorrutas
En Valledupar, el 8 % de la población utiliza la bicicleta como medio de transporte, según informó la Oficina Asesora de Planeación Municipal, pero movilizarse en ellas por algunos sectores del centro de la ciudad, pese a tener millonarias inversiones para su circulación, es una misión casi imposible.
En 2015, el entonces alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás, invirtió $1.253 millones en ciclorrutas o ciclocarriles en la calle 17 y la carrera novena, pero el proyecto no tuvo el efecto esperado.
“Las motos que se meten y no dejan transitar bien, uno va andando y las motos se le meten a uno”, manifestó Robinson Granados, quien frecuenta el sector en bicicleta.
“Por la amplitud no tenemos donde estacionarnos, no tenemos donde recoger pasajeros porque todo lo tienen ocupado los vendedores, se meten las motos; así es que está mala la circulación aquí”, agregó Donaldo Domínguez, conductor de bus de servicio público.
Esta ciclorruta fue construida hace dos años, pero la actual administración adelanta los trámites jurídicos para hacer una nueva (contemplada en el proyecto de las bicicletas públicas) al considerar que esta no cumple con las condiciones técnicas.
El jefe de Planeación Municipal aseguró que esta ciclorruta es un “monumento a la improvisación, ya que era más fácil implementar la ciclorrutas ampliando el andén en la carrera 9 hasta la calle 17 y encima de ese corredor hacer el carril para las bicicletas”.
“Hay un concepto de la Contraloría Municipal del año pasado, estamos esperando que un juez de la república se pronuncie para no entrar en un tema de detrimento patrimonial, porque estamos hablando de una inversión previsiblemente improvisada”, afirmó Aníbal Quiroz.
Para los comerciantes de la carrera novena esta obra ha sido un perjuicio porque al afectar la movilidad ha tenido graves consecuencias en las ventas de los diferentes establecimientos que están en la ruta.
“Esta ciclorruta nos perjudicó el comercio, porque ya los carros no se quieren parquear por aquí para comprar por el tema del tráfico vehicular, nos hemos quedado sin clientela, lo que nos hicieron aquí fue algo absurdo”, denunció Carlos Alberto Maestre.
Este proyecto que en su momento de implementación causó tanto revuelo en el contexto político y social de los vallenatos, fue el resultado de un estudio de la Universidad Nacional, el cual determinó que construir ciclorrutas en la capital del Cesar era un bien necesario.
“Esas ciclas no van a ser productivas porque en Valledupar no se percibe esa cultura, si se analiza las ciclorrutas que están en frente de mi negocio, ningún ciclista las usa o por lo menos yo no los veo; eso nada más las usan los peatones y muchas veces las motos, eso es plata perdida”, comentó Luis Fernando Rojas, comerciante del sector de Cinco Esquinas.
Con comentarios como ese es cuestionado el estudio de la Universidad Nacional, por quienes serían los beneficiarios al corroborar que de la obra con topellantas en concreto y conos están destruidos por la misma comunidad.
Este panorama, según el exconcejal Hernán Felipe Araujo Ariza, no hubo falta de planeación en la obra sino falta de controles de las autoridades que no han procurado preservar un bien público.
“La falta de funcionalidad de estas ciclorrutas es culpa de la administración actual, porque si la alcaldía anterior entregó este proyecto, al mandatario que está hoy y debe protegerlo. No es solo hacer un ciclocarril y entregarlo sino también hacerlo respetar para que cumpla su funcionalidad. Esto es un bien público que así no le guste a esta administración ya le pertenece a la ciudad y la obligación de ellos es protegerlo. Entonces sin no hay autoridad que le importe lo que acontezca con estas ciclorrutas sucede lo que se está viendo ahora, todo deteriorado”, acotó Araujo Ariza.
A pesar que proyectos como estos han sido implementados con éxito en grandes ciudades de Colombia como Bogotá y Medellín, especialmente esta última que tiene cuatro años de estar funcionando; en Valledupar el panorama es complicado.
La nueva ciclorruta de 22 kilómetros que le costaría al municipio $ 3.000 mil millones, aún no tiene vía libre, porque la alcaldía espera la decisión de un juez sobre las obras que dejó el exalcalde Fredys Socarrás.
Mientras se define el futuro de las millonarias inversiones en la tercera ciudad con mayores índices de pobreza en Colombia, según estudios del Dane, la comunidad espera que los nuevos proyectos no generan tantos impactos negativos en la ciudad.
¿Sabía usted que…
El pasado 23 de febrero se realizó la primera prueba piloto para la implementación del sistema público de bicicletas en Valledupar, con la aplicación del software creado y el equipo de personas que estarán a cargo de dicha operación, bajo la coordinación de Pablo Salcedo, quien afirmó que con esta iniciativa se participa de la estrategia mundial de tener ciudades amigables con el medio ambiente y sin caos vehicular?
“Aspiramos que antes del Festival Vallenato tengamos la primera estación pública para que de aquí en adelante funcionen totalmente”, Aníbal Quiroz, jefe de Planeación Municipal.
Las bicicletas públicas fueron entregadas en octubre del año 2016 y ya cumplieron más de cinco meses parqueadas en los pasillos de la Alcaldía de Valledupar, aunque esporádicamente son utilizadas por los funcionarios en los ciclopaseos que organiza la administración municipal.
La ciclo rutas ubicadas en la carrera novena con calle 13b, causaron según comerciantes, el cierre de varios negocios.
Carlos Alberto Maestre.
“Esta ciclorruta nos perjudicó el comercio, porque ya los carros no se quieren parquear por aquí para comprar por el tema del tráfico vehicular lo que nos ha bajado la clientela, lo que nos hicieron ahí fue algo absurdo”.
Luis Hinojosa.
“Esta es una obra que se ha vuelto solo un obstáculo que ha recibido la comunidad en general de la ciudad en esta carrera 9, porque esta calle es de todos que en netamente comercial se pueden apreciar todo tipo de negocios, entonces esta construcción en vez de ayudar limitó la movilidad y ha propiciado que muchos negocios se trasladen”.
Pranis Ávila.
“Ahora con estas ciclorruta los carros no pueden parquear un momento en este lado de la ciudad porque no se puede, tocaría para cualquier diligencia parquear el carro a la vuelta”.
Por Marllelys Salinas/EL PILÓN