Aunque no se debe ignorar los múltiples inconvenientes que preocupan a la población de Valledupar. En mi columna de hoy, para resaltar todo lo publicado ayer en las páginas de opinión de este periódico, también escribiré sobre el descuido y maltrato al río Guatapurí, de la inseguridad que nos amenaza en todos los sitios de la ciudad, del dengue que, diariamente, pone nuestras vidas en riesgo de muerte. Y de las obras inconclusas, evidente indolencia, tanto de los funcionarios administradores del patrimonio público, como de aquellos quienes vigilan y controlan sus actuaciones.
En el editorial de ayer, El Pilón, se refiere a la batería sanitaria escolar, que en varias instituciones educativas son un peligro para la salud de las juventudes que en ellas se educan. Es una exigencia que las baterías se deben mantener limpias con infraestructuras adecuadas. Igual deben conservarse las baterías sanitarias de las universidades, cuyos cuidados depende de los usuarios, de los funcionarios correspondientes y del pago oportuno de los impuestos de parte de los contribuyentes.
Safady con su genial imaginación, dibuja una pilocatura, donde expone la enorme inseguridad que asecha a los que vivimos en Valledupar. Mis felicitaciones y admiración por la excelente creatividad del caricaturista de El Pilón.
Gustavo Arregoces, en su columna hace un vehemente llamado al presidente Duque, con el propósito de que salve el río Guatapurí del apocalipsis. Este clamor se lo paso a John Valle Cuello, el nuevo director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, para el periodo 2020-2023.
Cuyos antecesores poco o nada hicieron por evitar su sequía; sin embargo, uno de sus recientes predecesores, Kaleb Villalobos Brochel, fue aspirante a la gobernación del departamento del Cesar. Queda la incógnita de que si el pueblo lo hubiera elegido como gobernador del Cesar, qué tanto empeño haría por salvar el río Guatapurí. En todo caso quedamos pendiente de lo que hará John Valle Cuello. “Amanecerá y veremos”.
El más antiguo de los columnistas de El Pilón, Alberto Herazo Palmera, está convencido de que el alcalde, Mello Castro González, pondrá orden en la ciudad de Valledupar. La realidad es que en el mes y 20 días que lleva como alcalde, la seguridad y la movilidad en nuestra ciudad ha empeorado.
Lo cierto es que es muy temprano para juzgar su gestión, pues tiene suficiente para cumplir su eslogan de campaña. Personalmente deseo que lo cumpla porque sería un gran alivio para los habitantes de la capital del Cesar. Amén. Y ojalá materialice un Plan de Desarrollo beneficioso, ya que todavía se encuentra haciendo las respectivas consultas en los diferentes corregimientos del municipio y barrios de la ciudad.
El médico Iván Castro, en su columna recomienda tener más en cuenta el dengue que al coronavirus de Wuhan, China, porque el virus del dengue es endémico en nuestra región en cambio Covid19 está muy remoto. Nuestros esfuerzos deben dirigirse a la prevención de la inoculación del dengue por la hembra de los mosquitos Aedes Aegypti.
Finalmente, el exministro Amilkar Acosta censura la “sinfonía de obras inconclusas”, que en Valledupar hay muchas, entre las cuales tenemos el alcantarillado pluvial, el parque Consuelo Araujonoguera, el parque lineal hurtado, el estadio Armando Maestre, la autopista Valledupar-La Paz, que el alcalde Mello Castro ha manifestado la intención de terminar.